En España vivimos apiñados en ciudades, concentrados en una pequeña parte del territorio y la mayor parte edificios en altura. En este informe especial, elDiario.es te invita a descubrir cómo se ha desarrollado el paisaje urbano de las ciudades, zonas turísticas y pueblos españoles. De esta información, hemos extraído el desarrollo urbanístico en movimiento de las ciudades de Toledo y Albacete, y el mapa por alturas de Cuenca, Guadalajara y Ciudad Real. Ha sido elaborado con datos registrados en el Catastro hasta la actualidad. Cada mancha de color en el mapa es una edificación coloreada en función del número de plantas sobre rasante.
Toledo es una de las urbes españolas más antiguas de España. Es conocida como la ciudad de las “tres culturas” por haber estado poblada durante siglos por musulmanes, judíos y cristianos. Construida sobre una colina y rodeada por un río, el centro de la capital dibuja una postal de calles caóticas y sinuosas. Más allá del Casco Histórico se puede apreciar el crecimiento de la ciudad tanto 'intramuros' como alrededor de su muralla, principalmente hacia el norte (en dirección a Madrid), como hacia el este (en su expación hasta la zona industrial). Si se mapean todos los edificios de la ciudad, con una densidad de 4.820 habitantes por kilómetro cuadrado, tiene una altura media de 2,6 plantas.
Albacete es la ciudad más poblada de Castilla-La Mancha, con una densidad de 7.289 habitantes por kilómetro cuadrado, y con una altura media en sus edificios de con 2,84 plantas. El desarrollo de su paisaje urbano, en la parte más llana de la provincia, han llevado a denominarla la 'Nueva York' de La Mancha con el paso del tiempo, tanto por su 'skyline' como por el gran número de habitantes. Como puede verse, la expansión urbanística se ha desarrollado en todas direcciones desde su centro neurálgico, aunque principalmente hacia el oeste y el sur:
En Ciudad Real, sin embargo, el escenario es muy diferente. También construida sobre la llanura, toda su periferia desde el centro es de muy baja altura. Con una densidad muy elevada, de 12.038 habitantes por kilómetro cuadrado, debido a su reducida extensión, la altura media de sus edificios es de 2,75 pisos:
Cuenca es otro caso singular dentro del paisaje urbano de Castilla-La Mancha y de toda España. Construida en la montaña y bordeada por el Júcar, su expansión se ha producido principalmente hacia el oeste en dirección a Madrid, aunque también hacia la Serranía. Con una densidad de 12.276 habitantes por kilómetro cuadrado, la media de sus edificios es de 2,96 plantas debido principalmente a las nuevas zonas residenciales construidas en las tres últimas décadas:
Por último la ciudad de Guadalajara presenta un esquema de paisaje urbano prácticamente igual al de localidades muy cercanas del Corredor del Henares, es decir, con mucha influencia de la periferia de Madrid, desarrollándose principalmente hacia la capital de España pero también hacia otros municipios colindantes aunque con la 'frontera' limitada por la autovía A-2. La altura media de sus edificios es de tres plantas, la más alta de Castilla-La Mancha, y presenta una densidad de población de 11.020 habitantes por kilómetro cuadrado: