El Gobierno de Castilla-La Mancha ha querido salir al paso de las críticas realizadas en torno a la gestión de las obras del nuevo Hospital de Toledo, a la luz de un informe que la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas ha remitido al Consejo de Gobierno, y referente a la contratación del sector público regional durante el año pasado. En base a esos datos, el portavoz de la Junta, Nacho Hernando, ha argumentado que al Ejecutivo “no le cuadra” que se realizara un contrato único, durante el Gobierno anterior del PP, tanto para las obras como para la explotación. Si se hubieran realizado por separado, ha dicho, la Administración podría haberse ahorrado hasta 800 millones de euros
Según el informe al que se ha referido Hernando, los porcentajes medios de baja de la adjudicación, es decir, la diferencia entre el presupuesto que se licita y el que finalmente se adjudica en los contratos públicos, ascendieron en la región, por término medio, un 30,58% en contratos en obras y un 43,52% contratos en servicios, porcentaje que desciende hasta un 0,33% en el caso del contrato que se firmó con la empresa a la que se adjudicó las obras y explotación del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo.
Teniendo en cuenta que el presupuesto de licitación del Hospital, en un contrato único, ascendió a más de 1.947 millones de euros, de los cuales más de 367 millones corresponden a la ejecución de las obras y más de 1.579 millones de euros a la explotación del servicio, el portavoz del Ejecutivo ha señalado que era de presumir que los porcentajes de baja de adjudicación hubieran sido más altos en el caso de haber licitado por una parte la ejecución de la obra y por otra la explotación.
Así, frente a las declaraciones en torno “a cosas que no cuadran” en este contrato, Hernando ha aseverado que “a nosotros sí que no nos cuadra por qué Cospedal realizó la licitación” ya que “las consecuencias de su pésima gestión pueden suponer un sobrecoste de 800 millones de euros”. También ha añadido que la licitación, una vez iniciada por el anterior Gobierno, no se podía anular, ya que hubiera supuesto indemnizar a la empresa adjudicataria, iniciar un nuevo proceso, y retrasar un hospital “tan necesario” para Toledo, la provincia y la región.
Esta cuestión ha vuelto también a protagonizar las intervenciones políticas del día. La diputada regional del PP Lola Merino ha insistido en pedir al Gobierno autonómico documentación sobre las obras del hospital de Toledo, asegurando que ya han reclamado la modificación del contrato y la documentación del expediente económico y financiero sobre las obras. A esta denuncia ha respondido la portavoz del PSOE en las Cortes, Blanca Fernández, quien ha dicho que el PP tenía cita este miércoles en la Consejería para abordar el tema con el Gobierno, pero la ha declinado y ha excusado su ausencia. Fernández ha pedido a los 'populares' que “si tan preocupados están por el hospital, que se vayan alegrando porque ya están las obras en marcha”. “¿A dónde va el PP? ¿Qué persigue? ¿Parar las obras?”, se ha preguntado, asegurando que esta polémica “no le viene bien” al partido de la oposición.