Desde que arrancara este atípico curso escolar 2020/2021 marcado por la pandemia, el 41% de todos los centros educativos de Castilla-La Mancha no han tenido que confinar sus aulas por brotes de COVID-19, mientras que un 31% de los mismos ha tenido que confinar un aula desde septiembre, algo más del 11% ha tenido que hacerlo con dos aulas, un 12% con entre tres y cuatro aulas y solo el 4,68% ha tenido que paralizar la actividad presencial en cinco o más aulas.
Así lo ha dado a conocer la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, en una rueda de prensa en la que ha hecho un balance de la incidencia de la pandemia en los centros educativos de la región durante el primer trimestre y el inicio del segundo. “Los datos son esclarecedores con que los centros escolares son espacios donde la comunidad educativa se debe sentir segura y donde se controla la transmisión del virus”, ha manifestado.
Sobre la incidencia de esta tercera ola en la actividad lectiva, Rodríguez ha indicado que la semana anterior -del 25 al 29 de enero- comenzó con un 0,89% del total de aulas confinadas por contagios, mientras que en esta semana -entre el 1 y 5 de febrero- esta cifra ha bajado al 0,83% y que la próxima se iniciará con un 0,79% de aulas sin actividad presencial. “El dato habla de la estabilidad de la incidencia de la COVID-19”, ha recalcado la consejera.
Respecto al primer trimestre, ha apuntado que la media semanal de aulas confinadas se situó en un 0,6% y que la media de centros cerrados fue del 0,04%, datos “por debajo de la media nacional”, donde se registró que el 0,2% de todos los centros educativos del país tuvieron que paralizar la actividad presencial por la incidencia de la pandemia. Ello se debe, indica la consejera, “al esfuerzo de toda la comunidad educativa”.
Así, ha subrayado que es “indudable que los equipos docentes han sabido organizar todo el conjunto de medidas que han hecho de esos espacios entornos seguros”. “Las familias han colaborado decididamente y el alumnado se ha comportado de forma ejemplarizante”, ha reiterado Rodríguez, que ha destacado también “la labor de los rastreadores escolares”.
En este sentido, ha apuntado no obstante que algunos centros de Castilla-La Mancha han cerrado sus aulas de Educación Infantil tras el positivo en COVID de un profesor. “Hemos cerrado durante dos o tres días para hacer el rastreo completo y ver dónde teníamos que llegar con el cierre de aulas”, ha agregado la consejera, que ha reconocido que los repuntes registrados en el conjunto de la sociedad castellanomanchego tras festividades como la del 12 de octubre o el puente de la Constitución en diciembre, generó también “un cierto repunte” en las aulas.
“Desde la máxima prudencia y sabiendo que lo dicho puede cambiar dada la virulencia y la evolución de la enfermedad, podemos reiterar que los centros siguen siendo espacios seguros y que las medidas están funcionando y están dando los resultados deseados”, ha concluido Rodríguez.