Los efectos de la vacuna del coronavirus se pueden ver claramente en la evolución que la enfermedad ha tenido en Castilla-La Mancha, especialmente si se atiende a los fallecimientos que se han producido antes y después de comenzar la vacunación en la región. Se debe recordar que fue el 27 de diciembre cuando se puso la primera vacuna, y que el proceso para los menores de 12 años acaba de empezar también en la región. Desde el Gobierno regional se han mostrado muy positivos en cuanto a la situación actual de la pandemia, y han decidido no tomar medidas extraordinarias de restricciones durante las fiestas navideñas.
Primero lo dijo Juan Camacho, director general de Salud Pública, y luego lo confirmó Emiliano García-Page. No se tomarán nuevas decisiones hasta después de las Navidades. Camacho aseguraba que la región se encuentra en una situación de “privilegio” en relación al resto de las regiones, y sobre todo a la media que se presenta a nivel nacional en cuanto a la incidencia. Ésta, recalcó, está “muy por debajo” de la nacional, y además la región ha llegado a tener los “mejores datos” a siete días, lo que ha unido a una estabilidad de la incidencia sobre la hospitalización. “Esto es algo relevante, porque nos dice que no se está siguiendo el patrón de las olas anteriores”.
Estos datos son especialmente llamativos si se compara cómo ha evolucionado el número de muertes que se han registrado asociadas a una persona infectada con coronavirus.
El total de muertes que se registraron entre el mes de noviembre y diciembre en Castilla-La Mancha durante 2020 llega a las 642, un número muy elevado si se compara a las registradas durante 2021 cuando sólo han sido 54. Una caída del 92% en sólo un año. Este dato es especialmente esperanzador, puesto que la región fue una de las que presentó mayor exceso de mortalidad de Europa, no de España, durante la primera ola de coronavirus.
“Si nos dan a elegir cómo afrontar el puente de la semana pasada, y nos dan a elegir una incidencia de 63 casos a 7 días o de 164, lo tenemos todos claro. Estamos en una situación de privilegio, si las personas están haciendo las cosas bastante bien”, recalcaba el director general de Salud Pública esta semana. Por eso, animó a mantener las precauciones básicas y a tener “sensatez”. “No tenemos previsto implantar medidas especiales, a día de hoy la situación es buena, pero iremos viendo esa evolución”, recalcó. Este llamamiento lo hicieron también en Toledo tanto el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, como la ministra de Sanidad, Carolina Darias, al comenzar la vacunación de menores de 12 años en la región este miércoles 15 de diciembre.
Y es verdad que la incidencia registrada ha sido menor que la que se pudo observar durante 2020, tal y como se puede observar en estos gráficos con los datos ofrecidos de manera diaria por el Ministerio de Sanidad.
Sin embargo, estos gráficos también muestran cómo se está siguiendo una tendencia “a la inversa” en ambos años en cuanto a la incidencia acumulada de casos de coronavirus. Esto es que es mucho más baja al principio del mes de noviembre, mucho más baja: concretamente 478 puntos menos en 2021 que en 2020. Pero, al avanzar diciembre, la diferencia se va reduciendo radicalmente hasta ser de sólo 40 puntos. Esto, cuando hablamos de incidencia acumulada a los 14 días. Mientras tanto, en lo que se refiere a la de 7 días, muestra un crecimiento más ralentizado pero en la misma tendencia. La diferencia pasa de ser de unos 200 puntos, a principios de noviembre hasta aproximadamente de unos 20 puntos, a mediados de diciembre.