“Desplome” de los partes de enfermedades profesionales por la pandemia: “No es una buena noticia”

Hay un “desplome” considerable del número de notificaciones de enfermedades profesionales durante 2020, coincidiendo con la pandemia de COVID-19. Una prueba la encontramos en Castilla-La Mancha, donde en 2020 se registraron 483 notificados, frente a los 612 partes de enfermedad profesional en 2019, lo que supone en términos porcentuales una caída del 21%. Se trata de un descenso que rompe la tendencia al alza de estas notificaciones que se venía registrando en la comunidad autónoma desde el año 2012. El motivo que apunta el sindicato CCOO es la “infradeclaración” en el reconocimiento de enfermedades profesionales, a lo que en 2020 se ha sumado el efecto de la pandemia, que ha incidido de manera clara en esta acusada caída.

La pandemia y la menor actividad han motivado una parte de este descenso, aunque el sindicato avisa de que en el caso de las enfermedades profesionales existe un “enorme problema de subregistro” y señala que “no es una buena noticia” porque supone un retroceso en el proceso de aflorar los daños originados por el trabajo en forma de patologías de origen laboral.

Según el gráfico de evolución mensual de número de partes se aprecia cómo en los dos primeros meses del año se estaba notificando un número ligeramente superior de partes que en los ejercicios anteriores. Pero en marzo y abril, coincidiendo con el inicio del estado de alarma y el confinamiento, el número de partes se desploma. A partir de mayo se produce una recuperación en el ritmo de notificación, pero en cualquier caso inferior al de los anteriores años.

Cambios “más necesarios que nunca”

Raquel Payo, secretaria regional de Política Institucional y Salud Laboral de CCOO-CLM, considera que son “más necesarios que nunca” cambios en el sistema de reconocimiento de las enfermedades profesionales, porque “lo que no se reconoce no se previene”. “Tienen que dejar de ser la gran asignatura pendiente de la prevención de riesgos laborales en nuestro país”.

Los datos que hace públicos el sindicato corresponden al CEPROSS (Comunicación de Enfermedades Profesionales de Seguridad Social), publicados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Este sistema de notificación recoge exclusivamente las enfermedades profesionales que incluye el cuadro de enfermedades profesionales aprobado mediante el RD 1299/2006. Las que no estén incluidas en él y que el trabajador o trabajadora contraiga como consecuencia de la realización de su trabajo son consideradas como accidente de trabajo.

De los 483 partes comunicados, 310 fueron con baja y 173 sin baja. Por sexos, sobre el total, 277 corresponden a hombres y 206 a mujeres. Por provincias, de los 483 partes, 217 se registraron en Toledo, 98 en Ciudad Real, 63 en Albacete, 55 en Cuenca y 50 en Guadalajara.

Por tipos de enfermedad

Asimismo, por grupos de enfermedad, el mayor número de partes, con 396 (222 en el caso de los hombres y 174 en el de las mujeres) se han notificado en el grupo 2 relativo a enfermedades profesionales causadas por agentes físicos. Dentro de este grupo se encuentran los trastornos musculoesqueléticos, una de las principales causas de enfermedad profesional. El grupo 6, relativo a enfermedades profesionales causadas por agentes cancerígenos, es el que registra un menor número de notificación de enfermedades profesionales, con un solo caso.

Si se comparan los datos de Castilla-La Mancha con otras comunidades puede verse la “infradeclaración” a la que apunta CCOO en la región. Así, mientras que en esta comunidad autónoma, con una afiliación media a la Seguridad Social de 717.899 personas, se notificaron 483 partes de enfermedad profesional, en Navarra con una afiliación de 287.099 personas, se comunicaron 1.217 partes.

En el conjunto del país, durante el año 2020 se comunicaron un total de 18.542 partes de enfermedad profesional, 8.714 con baja y 9.828 sin baja. Por sexos, 9.457 entre los hombres y 9.085 de mujeres. En términos porcentuales, el desplome en la notificación de enfermedades profesionales ha sido del 32,06% con respecto a 2019.