La presidenta del Partido Popular de Castilla-La Mancha y secretaria general de esta formación a nivel nacional, María Dolores Cospedal, ha denunciado que los Presupuestos regionales suben los impuestos y el gasto corriente, rebajan el gasto social, provocan la “fuga de empresas” y coartan la libertad de elección de centro educativo. Así se ha pronunciado la dirigente popular, después de asistir a la reunión del Grupo Parlamentario Popular en la cámara, previa a la celebración de la sesión plenaria. Cospedal dejó de ser diputada regional cuando concurrió al Congreso en las pasadas elecciones generales por lo que no participará en el debate sobre la enmienda a la totalidad que ha presentado el Grupo Popular a los Presupuestos regionales.
Sí ha opinado sobre estas cuentas afirmando en primer lugar que los presupuestos “suben los impuestos a todos los ciudadanos” como es el caso del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, el de Transmisiones Patrimoniales y el de Actos Jurídicos Documentados, situación que ha contrastado con el hecho PP haya ofrecido su apoyo si estos contenían una bajada de impuestos y no una subida.
Además, Cospedal ha indicado que las cuentas regionales van contra la libertad de los padres de elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos, al congelar y establecer el compromiso de disminuir la aportación a la educación pública concertada. También ha asegurado que estos presupuestos “son regresivos en el ámbito social” porque los últimos presupuestos del Gobierno del PP destinaban a gasto social un 85% del mismo y ahora dedican un 70%.
Por otra parte, Cospedal ha manifestado que “estos presupuestos desincentivan a las empresas de Castilla-La Mancha y hacen planteamientos que tienen como consecuencia que muchas empresas de la región se estén yendo a comunidades vecinas”.
Así, ha explicado que esta región, junto con Cataluña y Andalucía, es la comunidad donde más empresas se van a Madrid, con la diferencia de que Cataluña tiene siete millones de habitantes y Andalucía ocho y Castilla-La Mancha algo más de dos millones. Por ello, el hecho de que el número de empresas que se vayan sea similar “es muy alarmante, como también nos parece muy alarmante que en Castilla-La Mancha haya bajado la creación de empresas en casi un 3% durante el pasado año”.