Una vez vislumbrada el final de la crisis sanitaria con la inminente retirada de las mascarillas, ¿es posible cuantificar cómo ha afectado a los bolsillos de la población castellanomanchega? Así lo ha hecho el estudio “La factura del COVID en los hogares españoles” realizado por el Grupo Mutua Propietarios, que desvela que el importe medio de la pandemia ascendió a 1.199,46 euros en Castilla-La Mancha, en concepto de gastos para hacer frente a las nuevas necesidades derivadas del coronavirus, tanto en adaptación del hogar como en material de protección.
“La pandemia ha dejado una factura que, para unos hogares, es más fácil de abonar e incluso les ha permitido ahorrar y que, para otros, ha significado un esfuerzo económico que les hace ver el futuro económico de forma más pesimista”, explica Laura López Demarbre, directora de Estrategia del Grupo Mutua Propietarios. De hecho, el sentir mayoritario de los castellanomanchegos (un 36%) lo muestran aquellos hogares que consideran que no habrá una mejora y que se sienten inseguros hacia el futuro.
El informe, que analiza los hábitos adquiridos durante la pandemia y su repercusión económica, concluye que un 41% de los hogares de Castilla-La Mancha asegura salir de este periodo “más pobre”. Una situación a la que se ha llegado por el incremento de los gastos derivados del teletrabajo (34%); el descenso de los ingresos (39%); la subida del precio del alquiler (42%); las afectaciones por ERTE (21%); las pérdidas en inversiones (14%) o el despido de algún miembro del hogar (18%).
De acuerdo con el informe, al pasar por el tamiz económico los hábitos que se han incorporado a raíz de la pandemia, hay “visión dispar” en función del hogar. Mientras que hábitos como pedir comida a domicilio, las plataformas de televisión o el uso intensivo de internet, tienen una percepción de gasto, otros como cocinar o hacer deporte en casa que se perciben como un ahorro, puesto que la alternativa, comer fuera o ir a un centro deportivo, significa un mayor importe.
“No obstante, la gran controversia la genera el teletrabajo, que es visto de forma similar como ahorro o gasto puesto que se ponen en la balanza los gastos que genera trabajar en casa frente al ahorro del desplazamiento hacia el centro de trabajo”, explica López Demarbre.
Costes de luz y mobiliario
Teniendo en cuenta estas variables, la factura media que la COVID-19 ha dejado en los hogares castellanomanchegos entre marzo de 2020 y septiembre de 2021 encuentra su importe superior en las reformas (363,18 euros); seguido de los materiales de protección frente al virus (278,44 euros); el incremento de los costes de la luz (140,80 euros); y el mobiliario necesario para adaptar el entorno (86,59 euros).
Si bien algunos de los gastos realizados durante la crisis sanitaria se hubieran llevado a cabo de igual manera - electrodomésticos o mobiliario- hay otros cuyo desencadenante está estrechamente vinculado a los nuevos hábitos derivados de la pandemia. Es el caso de la contratación de plataformas digitales (29,85 euros), la compra de material deportivo (67,95 euros) o la compra de equipos informáticos (137,95 euros).
En este sentido, destaca el hecho de que un 30% de los hogares deCastilla-La Mancha ha contratado plataformas de televisión durante la pandemia, y que un 33% ha invertido en equipos informáticos, equipando a sus hogares de las herramientas tecnológicas necesarias para poder relacionarse de forma virtual o para teletrabajar.
En este apartado, es también destacable el papel que el hogar ha jugado durante la crisis sanitaria y la percepción de que es necesario cuidarlo. De hecho, un 45% de los castellanomanchegos considera que la pandemia le ha hecho valorar más su hogar y que, por tanto, seguirá invirtiendo en su conservación. “Las horas de más que hemos tenido que pasar en nuestras casas han impulsado que el hogar y su conservación adquieran un papel mucho más importante y, por ello, prevalece la intención de seguir destinando recursos a su mantenimiento”, explica López Demarbre.
Cambio de hábitos
El informe “La factura del COVID en los hogares españoles” también ha analizado los nuevos hábitos adoptados durante la crisis sanitaria. En concreto, un 59% de loscastellanomanchegos consultados asegura que, desde el inicio de la pandemia, se relaciona más de forma virtual; un 63%utiliza más internet; un 56%ve más televisión de plataforma digital; un 51% cocina de forma más habitual; un 43% hace deporte en casa; un 38% teletrabaja; y un 25% pide más comida a domicilio.
Por último, de cara al futuro trabajar y hacer deporte en casa o relacionarse de forma virtual se consideran hábitos que irán desapareciendo. Cocinar o ver televisión a través de plataformas digitales son los que llegaron para quedarse, aunque el caso curioso es el de la comida a domicilio: pese a ser percibido como un hábito que genera gasto, un 82% de los encuestados firma que lo continuará realizando, incluso en mayor medida.