Este viernes se darán a conocer cuáles son las propuestas firmes para hacer de Cuenca una ciudad más accesible. Durante meses los arquitectos Carmen Mota, Ana Martínez, y Fernando Olmedilla han estado trabajando para elaborar posibles alternativas que conecten la parte baja de la ciudad con la más alta y que sean una realidad después de 77 años de múltiples ideas que nunca se han materializado.
Es el momento de pasar de la utopía a la acción y el punto de partida, o la meta según se mire, lo marcará el Congreso Internacional ‘Cuenca[On], Nuevas formas para una nueva sociedad’, el marco elegido para desvelar estos proyectos. Este jueves y viernes Cuenca será el epicentro de la arquitectura, el urbanismo, el arte y el negocio. En la sede de la UIMP se darán cita la flor y nata de estos campos.
Un encuentro que nace de las actuaciones de la estrategia ‘Cuenca[In] Accesible por Naturaleza’ y marca una nueva fase que será posible gracias al apoyo de la Junta de Comunidades y del Consorcio Ciudad de Cuenca. Se suma además el interés que el Colegio de Arquitectos tenía por que se celebrara un acontecimiento de estas características, convencido de la necesidad de acercar a los conquenses las experiencias ejemplares en el ámbito del patrimonio, la cultura, el paisaje y la accesibilidad.
Una de las directoras de esta importante cita será Carmen Mota, que estará acompañada en esta labor por Francisco Pol, Premio Nacional por sus intervenciones en el patrimonio. “Más que en una solución simplemente ingenieril o matemática, siempre hemos apostado por hacer una lectura humanista y social de nuestro entorno. Son, por tanto, soluciones destinadas a mejorar la vida de ciudadanos y turistas, pero haciendo de nuestro patrimonio y de nuestra naturaleza los hilos conductores”, explica Mota. En este sentido, ha insistido en que una buena solución tiene que ir de la mano de nuestros potenciales, al igual que han hecho en Toledo con los remontes mecánicos.
Mota y sus compañeros se muestran optimistas y creen que es un buen momento para que las propuestas prosperen y recurre a una ilustrativa frase del arquitecto chileno Alejandro Aravena, ganador en 2016 del Premio Pritzker, el Nobel de la Arquitectura, para explicar qué se necesita para ello: “El recurso más escaso en las ciudades no es el dinero sino la coordinación”. “Sí creo que la Junta está intentando facilitar económicamente esta actuación, no obstante, solo será posible si todas las instituciones y agentes implicados se coordinan”.
De hecho, ya se han dado algunos pasos “imprescindibles dada la situación agonizante de la capital”. Se refiere, por ejemplo, a la enmienda transaccional realizada por Ciudadanos a la moción presentada por el PSOE para mejorar la accesibilidad en la parte alta de la ciudad, para pedir a la Junta el compromiso explícito de financiar los remontes mecánicos al Casco en base a las conclusiones de Cuenca [In].
Programa del Congreso
Los mejores arquitectos, los mejores urbanistas, los mejores artistas e incluso figuras del mundo de los negocios han aceptado participar en el Congreso Cuenca [On].
Así, estarán los dos medallas de oro nacionales de Arquitectura 2016, Guillermo Vázquez Consuegra y Víctor López Cotelo; premios internacionales como Carles Llop o Enric Batlle, que hacen propuestas urbanísticas de regeneración siempre asociadas al territorio, al paisaje o la identidad local; los mejores arquitectos regionales como Juan Ignacio Mera, José Ramón de la Cal, autor de uno de los remontes toledanos, o Javier Bernalte.
Pero el Congreso va mucho más allá de la arquitectura, es una unión de sinergias, gracias a las cuales puede mejorarse la realidad actual. Por eso, también estará presente Ignacio Llamas, el mejor artista vivo según ARCO 2016; la directora del Openhouse Madrid, Paloma Gómez; o Angélica Dass, con el proyecto Humanae; así como Javi Garriz, ejecutivo de las conferencias TED, que nacieron en EEUU y donde pensadores y emprendedores de todo el mundo comparten ideas que les apasionan.
A los organizadores les preocupa que esta cita tenga el mayor calado posible y de ahí que hayan ideado actividades como invitar a estudiantes de Bachillerato a que formulen sus preguntas a los medallas de oro de arquitectura y a los políticos, en base a un material didáctico que se le entregará previamente a sus docentes. “Si a los estudiantes les enseñamos que en otras ciudades ha habido actuaciones en el patrimonio que han sido reconocidas con galardones nacionales e internacionales, cosa que aquí no ha ocurrido, y cómo la arquitectura está llamada a mejorar la vida de todos, quizá nos convirtamos en una sociedad más exigente”.