El pleno del Ayuntamiento de Cuenca ha aprobado este miércoles por unanimidad, a propuesta del Grupo Municipal Socialista, una declaración institucional para proscribir el insulto y la descalificación como formas de acción política en la administración local.
Se trata de una declaración que el PSOE ha presentado tras los insultos que retiradamente considera que el portavoz municipal, José Ángel Gómez Buendía, ha proferido en el año y medio que lleva en la corporación a la portavoz socialista, María Jesús Gómez del Moral, a la que en la sesión de septiembre tachó de “saldo” y “mala persona”.
No obstante, los grupos han reconocido que se trata de una responsabilidad de todos los concejales. “Todos hemos podido cometer errores”, ha reconocido en este sentido el socialista Jesús Neira después de que la ‘popular’ Marta Segarra, no hiciera ninguna alusión concreta al comportamiento de su compañero Gómez Buendía pero sí señalara que “en momentos puntuales se han vertido descalificaciones y expresiones muy desafortunadas por parte de otros grupos” contra el equipo municipal “de forma directiva y velada, con acusaciones muy graves en las que se han mencionado temas como pucherazo, prevaricación o ignorancia”, y añadiendo que junto al lenguaje verbal está “el no verbal, a veces muy ofensivo para ridiculizar y reírse de nuestro trabajo, que realizamos con nuestro mayor esfuerzo posible”.
En Ciudadanos, por su parte, María Jesús Amores ha dejado claro que “no se puede permitir el insulto y la descalificación”, y ha hecho hincapié en que “el alcalde tiene la obligación de que esto sea así, que los plenos se desarrollen con el máximo respeto a la persona”, algo esto último en lo que también ha incidido Ana Cruz, de Izquierda Unida, para quien pese al “acaloramiento” que pueda generar determinados debates no se puede incurrir “ni en la descalificación ni en la reiteración de la descalificación”.
Así, todos han confiado en que las sesiones plenarias, que según Neira han tenido no obstante un tono “en general correcto”, sean a partir de ahora “más relajantes”, en palabras de Segarra.