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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Cómo un espacio natural puede convertirse en un lugar de riesgo: el ejemplo de las Chorreras del Cabriel en Cuenca

Sólo este pasado domingo 7 de agosto hubo tres accidentes en el Monumento Natural de las Chorreras de Cabriel, en Cuenca. Los incidentes se cuentan por decenas durante las últimas semanas, con consecuencias que incluyen tobillos y fémures rotos, o lesiones “importantes” en la espalda, así como también golpes en la cara. Desde el Parque de Bomberos de Motilla de Palancar explican que la zona este año está “totalmente” masificada y que se han producido más accidentes que otros años.

Los gobiernos regional y municipales de Enguídanos y Víllora han realizado varios llamamientos “al civismo”, precisamente por la masificación de esta zona declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2019. Además, han reforzado la vigilancia, apelando a la vez a la responsabilidad y el respeto a la señalización. “Por nuestra parte vamos a intentar reforzar, no solo por las personas sino también por preservar el paraje natural, que es un bien protegido. Esperamos que poco a poco se vaya mentalizando la gente”, señalaban desde la Delegación de Desarrollo Sostenible en Cuenca.

Los bomberos explican que los mayores riesgos se deben a que las personas se bañan fuera de las zonas permitidas para ello, tal como se resalta en la normativa que regula el uso público del monumento natural. Explican que son “varios” los desniveles en la zona, y el agua baja “con mucho caudal”. “Esto es lo que la gente desconoce, que no funciona como una piscina”, explican desde el parque de bomberos. “En cualquier desliz, te puedes asomar a una catarata y llegar a un desnivel de unos tres metros”, resaltan. “Hay más riesgos que ahogarse, que no es poco y es lo que mucha gente que va y desconoce”, advierten.

Hasta dos mil personas han llegado a estar en las Chorreras en un sólo día, y así se han visto “tres, cuatro o hasta cinco” accidentes en un día. Además, los rescates entrañan su propia dificultad, por cómo es la zona. “Muchos visitantes buscan lugares recónditos, lo que tiene su propia dificultad ya que no es lo mismo portear a una persona con lesiones en la espalda en terreno tan escarpado”, resalta.

Normativa actual que cambiará

El Plan Parcial que rige el uso público de las Chorreras de Cabriel es de 2019, y establece una serie de reglas concretas para el senderismo, baño, barranquismo y piragüismo, así como rafting, educación ambiental, turismo ecológico o interpretación de la naturaleza. Otras actividades deben autorizarse por la Consejería de Desarrollo Sostenible. Además, se señala que estas actividades conllevan un componente “implícito” de riesgo derivado por la situación del terreno quebrado o resbaladizo de la zona. “Las actividades se realizan bajo la exclusiva responsabilidad de los usuarios”, dice la norma. Aunque está claro que no se cumple.

En cuanto al baño, se señala que “no está permitido bañarse, transitar ni deslizarse por las rampas tobáceas” y que sólo se puede realizar en las pozas del río, sin usar flotadores, neumáticos u otros elementos. También se prohíbe el empleo de sombrillas, toldos, hamacas, sillas, mesas o cualquier otro utensilio que necesite ser anclado al suelo, estar sujeto a la vegetación o que pueda favorecer la erosión de las rocas. El Plan de la zona también contempla que si se detectaran situaciones de masificación o deterioro de los recursos naturales protegidos, se podrán establecer aforos máximos de bañistas, y/o proponer al organismo de cuenca la restricción o prohibición de esta actividad en las zonas afectadas.

Cambio del Plan Parcial

En medio de toda esta situación, el Gobierno regional acaba de sacar a información pública la posibilidad de consulta y presentar alegaciones al expediente del nuevo Plan Parcial que regulará el uso de actividades en este monumento natural. Se proponen nuevas prohibiciones y nuevos usos permitidos en todo el monumento natural. Entre otras, los ruidos, luces o vibraciones, el uso de fuego, la acampada o cualquier uso, obra o actividad ya sea pública o privada que pueda alterar o modificar negativamente los recursos geológicos y la biodiversidad. En cuanto al baño, se mantienen las mismas disposiciones que en 2019.

Las observaciones, sugerencias o alegaciones deberán dirigirse a la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad y podrán presentarse en cualquiera de los registros y oficinas previstas así como a través del correo electrónico dgmnb@jccm.es en los próximos 20 días naturales.