El Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº1 de Toledo ha dictado sentencia, tramitada por los Servicios Jurídicos de la Asociación El Defensor del Paciente, mediante la cual se estima parcialmente el recurso contencioso administrativo interpuesto contra el Servicio de Salud de Castilla La Mancha (SESCAM) y frente a la Aseguradora SEGURCAIXA ADESLAS S.A., condenándola a abonar la cantidad de 154.800 euros al cónyuge viudo y a los tres hijos de una mujer fallecida.
Según explica este colectivo y la sentencia, E.M.C., de 54 años, fue intervenida de corazón en 2011 implantándosele una prótesis mitral y otra aórtica. Desde entonces seguía sus revisiones pertinentes, hasta que sufrió cuatro ingresos en el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca por el mismo motivo sin que se llegara a un diagnóstico de certeza.
La paciente estuvo ingresada durante enero de 2020 por su insuficiencia cardiaca que se agravó reteniendo líquidos. Como efecto secundario del uso de diuréticos, el sodio se desregulaba.
El lunes 20 de abril de 2020 sufrió un fallo sistémico, debido a una septicemia extendida a las válvulas del corazón, las cuales estaban cubiertas de bacterias, siendo intervenida de urgencia en el Complejo Hospitalario Ruber de Madrid. En la sentencia se establece que el cardiólogo que la intervino “no daba crédito”, sorprendido de que su médico no le hubiese realizado un hemocultivo y que hubiera llegado a esa situación estando ingresada en un hospital“.
Fallo sistémico
Entró a la cirugía con un fallo sistémico, con muchas secuelas, infarto cerebral, necrosis en manos y pies por falta de riego sanguíneo y otros fallos en órganos, estando cinco semanas en la UCI del Hospital de Cuenca, luchando por su vida hasta que finalmente falleció con fecha 26 de mayo de 2020 a la edad de 54 años.
El Defensor del Paciente ha aducido en el proceso judicial que no se le realizó un ecocardiograma transesofágico, prueba de elección ante la mala evolución que presentaba en estos meses, y que “hubiese podido analizar las válvulas para descartar una infección en ellas, así como una infección en la sangre que las pudiese afectar, dados los signos y síntomas que presentaba la paciente desde su primer ingreso el día 7 de enero, y la existencia de prótesis valvular”.
La falta de un diagnóstico precoz hizo que E.M.C. entrara en situación de shock séptico y fallo multiorgánico, “impidiendo que fuera diagnosticada a tiempo de la endocarditis infecciosa que presentaba sobre las prótesis del corazón e instaurar el tratamiento antibiótico adecuado y realizar la intervención con muchísimo menos riesgo”.