El tambor es el gran protagonista. El municipio albaceteño de Tobarra es el lugar donde este instrumento se toca durante 104 horas ininterrumpidas, desde las cuatro de la tarde del Miércoles Santo. Los tambores resonarán y resonarán sin parar hasta el Domingo de Resurrección.
Pero eso no siempre fue así. La tradición tamborilera viene de largo, pero el horario ininterrumpido y sin límites es más reciente. Los tambores empezaron a formar parte de las procesiones de Semana Santa a instancias de los franciscanos a principios del siglo XVII. A finales del siglo XIX el tambor empezó a tocarse por libre y las autoridades terminaron por regular la práctica. En 1906 solo se podía tocar el Miércoles y Viernes Santo y con limitaciones horarias.
Desde 1976 los tambores suenan en Tobarra durante 104 horas. Sin pausas entre el miércoles y domingo de la Semana Santa. Entonces no había paradas, ni en Viernes Santo ni coincidiendo con la procesión del Encuentro como ocurre en la actualidad.
Los tamborileros tobarreños interpretan sus toques típicos de forma individual, en cuadrillas, grupos o peñas y en actos multitudinarios como la tamborada infantil, las quedadas organizadas por la Asociación de Amigos del Tambor o el acto de cierre. Usan tambores que suelen ser artesanales y de diferentes tamaños.
La Tamborada tiene un origen religioso y está unida a la Semana Santa. Es un ritual colectivo basado en el toque simultáneo, intenso y continuado de miles de tambores y bombos, realizados en espacios públicos urbanos del municipio. Se ha convertido en una práctica social y transmitida de generación en generación, capaz de generar un singular paisaje sonoro, tanto individual como colectivo.
Este instrumento ha evolucionado desde hace cientos de años. Desde la madera y la cuerda, al aluminio y repujado actual, pasando por la chapa y el metal. Además, se han desarrollado numerosos toques y marchas. La creación musical no cesa y se incorpora al rico repertorio de la tradición tobarreña.
El silencio del tambor
El redoble del tambor en la Semana Santa solo cesará en dos momentos puntuales de la Semana Santa. El silencio llegará durante el acto de la Bendición en Viernes Santo. Es entonces cuando “al toque de la corneta” se hace poco a poco el silencio. “Es impactante. Y lo mismo ocurrirá el Domingo de Resurrección en el momento de la procesión del Encuentro”, explica Guillermo Paterna, cronista local.
En la localidad albaceteña un enorme reloj visible para locales y visitantes va descontando las horas de toque de tambor para dar paso al acto de cierre. “Conforme se va llegando al final se nota el aceleramiento de los toques. Cuando el reloj marque cero dejaremos de tocar todos de golpe para pasar del estruendo al silencio. Un momento muy acogedor y emotivo”.
La importancia de esta tradición viene avalada por la gran cantidad de tobarreños y tobarreñas redoblando a la vez este popular instrumento junto con el sentimiento y la pasión. Fue en noviembre de 2018 cuando La Tamborada de Tobarra fue declarada por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Desde entonces se reconoce a ‘Las tamboradas, repiques rituales de tambores’ como expresiones de un patrimonio vivo entendido como el conjunto de prácticas, saberes y técnicas transmitidas a través de generaciones que es necesario reconocer, proteger y difundir.
Museo del Tambor y de la Semana Santa de Tobarra
Los tambores artesanos de Tobarra tienen una gran fama, y merece la pena conocerla visitando su Museo del Tambor, único en Europa, donde se conservan algunas piezas del siglo XVIII. La Ermita de la Purísima del siglo VII los custodia y alberga entre sus muros, techumbres y cúpula decoraciones con frescos del siglo XVIII.
Tiene sus inicios en 1984 cuando fue fundado por el tobarreño José María Hurtado. “En el momento que lo puso en pie lo donó al pueblo, por lo tanto, es un museo municipal. Tengo que destacar que se inauguró en una fecha significativa para nosotros como es el Miércoles Santo de la Semana Santa de 1986. Un día por excelencia porque arranca el toque de tambor. También estuvo presente la delegación de Híjar (Teruel), villa hermana de Tobarra”, cuenta el cronista.
La muestra recoge alrededor de 120 piezas artesanales de todo tipo y de todo el mundo, principalmente de países europeos y el continente africano. Por su rareza formal o técnica destaca un trío bastante especial: un tambor cuadrado luso, un tambor forrado de Kenia y un tambor en piel de reptil indonesio. Lo más exótico de la insólita colección es un tam-tam bellamente tallado sobre tronco ahuecado del Camerún. “Una vitrina exótica que llama la atención porque no tienen nada que ver respecto a los tambores que conocemos en Europa”, dice Guillermo.
El cronista destaca dentro de la muestra de artesanía local un tambor con un juego de tornos excepcional. “Quizás es nuestro primer tambor joya por todo el trabajo y esfuerzo que lleva. Un instrumento que data de 1934, donde se aprecia la fecha grabada en uno de sus tornos y también aparece el nombre del artesano”.
Hay instrumentos del siglo XIX. “Los más antiguos que se pueden encontrar actualmente en Tobarra, con sus pieles primitivas. El tambor utilizaba la piel de cabrito porque es la genuina con bordones de cáñamo. Actualmente el plástico ha sustituido las pieles y los bordones son de metal que provocan un sonido singular”, explica el edil.
Una muestra muy completa en la que se puede apreciar la precariedad de los medios con los que se elaboraban los tambores: chapa, luego latón u otros metales. También existen espacios habilitados para temas específicos de la Semana Santa en los que se puede contemplar y apreciar la evolución del tambor tobarreño, desde sus orígenes hasta las más recientes creaciones.
Este museo alberga diferentes secciones. El concejal de Cultura, Raúl Peña explica en la de tambores del mundo pueden apreciarse piezas de Portugal, Kenia, Túnez, Indonesia, Malí; otro espacio está dedicado a otras partes de España que no pertenecen al consorcio de pueblos tamborileros y donde se pueden apreciar tambores vinculados a las fiestas de El Rocío o de San Fermín. Luego otra sección dedicada a los 22 pueblos tamborileros donde hay tambores de Baena, Alcañiz, Mula o Agramón, y por último la dedicada a los tambores de Tobarra que alberga una muestra evolutiva de este instrumento como piezas joya que se han realizado a lo largo de los siglos junto a otros que llaman su atención por su forma, fabricación o material.
Al museo han llegado todas estas piezas en buena medida por las Jornadas de Exaltación del Tambor y el Bombo que celebra la localidad. “Los encontramos de diferentes rincones del mundo. Hay de los cinco continentes, lo que hace esta muestra única con una gran variedad. Además, hay instrumentos de percusión que completan el museo”, añade. Piezas únicas donadas y regaladas por personas que “aman este museo y a Tobarra”, explica.
Es una parada obligatoria y durante la Semana Santa abre mañana y tarde. Fuera de esas fechas debe solicitarse su apertura al Ayuntamiento. “Es un orgullo poder contar con este museo único en Europa por el trabajo, la dedicación y las aportaciones de vecinos y vecinas que durante años han donado sus piezas”.
Semana Santa 2023 de Tobarra
El sonido instrumental característico de estas fechas comienza en Tobarra con las Jornadas de Exaltación del Tambor y el Bombo que tuvieron lugar a mediados de marzo. “La Semana Santa se presenta ilusionante con muchas ganas de vivir intensamente cada día, salir a las calles con nuestras procesiones y a tocar el tambor”, dice el concejal.
Las quince Hermandades y Cofradías de Tobarra esperan con devoción estos días tras un intenso programa de actos. Las bandas ya han 'calentado' con los conciertos ofrecidos durante la Cuaresma para deslumbrar esta Semana Santa. Las túnicas ya están preparadas para seguir desfilando por las calles y los tambores apretados y decorados para dar paso a esas 104 horas de tamborada que hacen único a este municipio.
“En Tobarra todos somos cofrades y tamborileros y siempre procuramos combinar ambas cosas. Nos duplicamos cambiándonos la túnica procesional con la tamborilera”, remata el cronista. Con la mirada puesta en el cielo “aunque contra el tambor no hay quien pueda. Contra viento y marea”, dice, sonará este instrumento en cada rincón.
Por cierto, este año se conmemora el 40 aniversario de la Tamborada Escolar que arranca este Miércoles Santo. Los más pequeños serán los primeros en arrancar el toque.