La ermita de Nuestra Señora de la Antigua y de San Illán de Cebolla, en Toledo; la Casa Academia de Minas de Almadén, en Ciudad Real y el Tejidillo y elTraje de Vistas de Navalcán , en Toledo, son los nuevos Bienes de Interés Cultural declarados en Castilla-La Mancha.
La ermita toledana ha sido reconocida en la categoría de monumento, al igual que la Casa Academia en Almadén. La ermita de Cebolla se encuentra en una plataforma elevada sobre la vega del río Tajo, en un entorno natural caracterizado por la presencia de la denominada Fuente del Santo, asociada a la figura legendaria de San Illán, hijo de San Isidro y de Santa María de la Cabeza. Se trata de un lugar de culto religioso asociado a los milagros de Illán, una “manifestación reconocida por toda nuestra comunidad como parte integrante de nuestro patrimonio cultural y que, además, forman parte de nuestra memoria colectiva”, tal y como ha explicado el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Amador Pastor.
El edificio está configurado por una sola nave con crucero, cubierta con cúpula de media naranja sobre pechinas en el transepto y ábside plano, y en su interior se encuentra el Camarín de la Virgen, un espacio rectangular que ocupa todo el testero de la nave principal, desde el que se accede a la talla de la Virgen de la Antigua, patrona de la localidad, y cuyas paredes están profusamente decoradas con pinturas murales al temple, entre las que se encuentran iconografías que representan el ciclo mariano.
Además, la ermita goza de “notable” vitalidad y en un estado “óptimo” de conservación. Sin embargo, la declaración de BIC propiciará una “mayor presencia y reconocimiento” en la vida local e institucional, sí como fomentar “la conservación y restauración de sus manifestaciones artísticas”, explicó el consejero.
Casa Academia que fue cuartel durante la guerra civil
La Casa Academia de Minas de Almadén también ha sido declarada BIC, en la categoría de ‘Monumento’. De este modo quiere reconocer el valor patrimonial del inmueble, que es el “primer ejemplo” de una academia de minas de España. Su estado de conservación es “aceptable” tras tener una rehabilitación estructural, pero la declaración de Bien ayudará a tener mayor presencia y reconocimiento en la vida local.
Es un edificio construido siguiendo el proyecto original de Enrique Störr, director de las minas, y desarrollado por el maestro Antonio del Villar, entre 1782 y 1785. “Conjugaba las características arquitectónicas constructivas propias de su tiempo y de la funcionalidad a que iba a dedicarse, con la arquitectura popular, ”encontrándose en relación directa con el momento de florecimiento que vivieron las minas de Almadén en el siglo XVIII“, ha destacado Amador Pastor.
Durante la Guerra Civil española, al convertirse en cuartel del ejército republicano, se crearon búnkeres en los sótanos. Tras el conflicto bélico, el edificio sufrió una gran reforma, donde se modificaron tabiquerías, solados, escaleras, forjados y carpintería, hasta que el inmueble fue abandonado la década de los 70 del siglo pasado.
Pastor ha resaltado que es una arquitectura civil “culta, sin caer en excesos”. Un palacio para ingenieros con una fachada de mampostería trabada con tierra, y con granito y revocos que han formado casetones, hermosas y sólidas rejerías y coronaciones con escudo, flanqueado por florones y roleos, que son testigos de la iniciativa de la corona en la creación de esta institución.
Tejidillo y Traje de Vistas de Navalcán
Finalmente, el Tejidillo y el Traje de Vistas de Navalcán, en Toledo, han sido declarados como Bien de Interés Cultural con la categoría de ‘Bien Inmaterial’. Se trata de producciones textiles que son “una seña de identidad del municipio toledano”, donde se han gestado “lazos que irradian un sentimiento de pertenencia a nuestra cultura tradicional”, explicó el consejero Amador Pastor.
Además, el responsable de Cultura ha resaltado que era “urgente” aplicar medidas “adecuadas” de protección de estas producciones, por lo que la declaración servirá para impulsar acciones de salvaguarda.
Las técnicas e indumentarias se han desarrollado a lo largo de los siglos, conectando elementos romanos, bizantinos, godos y de Oriente Medio, “si bien, hoy en día, es un bordado de verdadera estirpe castellana, único dentro de la comarca toledana”.
Pastor también ha incidido en que el Tejidillo o Acolchado y el Traje de Vistas de Navalcán “son un activo cultural y económico vital para impulsar el desarrollo sostenible del sector de la artesanía, así como en un elemento clave a la hora de atraer turismo a la comarca”. A este respecto, ha añadido que “ambas producciones no sólo se alimentan de lo simbólico y tradicional, sino que se nutren a través del trabajo, el esfuerzo, la iniciativa, innovación y emprendimiento, en especial de la mujer navalqueña, indiscutible motor del arte del bordado”, ha sentenciado.
Técnica excepcional
Lo singular de este método de entretejido consiste en pasar la hebra de arriba abajo, saltando un hilo (nones) y haciendo hilvanes de distinta longitud, según el modelo a seguir. Se ejecuta por el revés, logrando un bordado a dos caras, mientras que los motivos van distribuidos en franjas semejando a los tejidos de telar. “El resultado de su ejecución y textura es una muestra de su maestría”, ha finalizado.