Aunque la singular convocatoria de una orgía puso el foco de atención de todo el país en la celebración de la 27ª edición del festival Viña Rock, las cifras de asistencia y de impacto económico que comunica el festival son las mismas que en la edición anterior. 240.000 asistentes y unos 22 millones de euros.
Aunque han bromeado con la “anécdota” de la orgía, que estaba en boca de todos los asistentes y también de artistas como el Canijo de Jerez o los mismos Lendakaris Muertos que bromearon con encontrar “al de la cresta”, la organización ha querido hacer una reflexión seria del punto en el que se encuentra el evento, que ya acumula varios años de historia y consideran el “mejor” del país.
“No es fácil cuando el festival está arriba. Cuando hablas del mejor festival del país no es fácil mejorar y es el gran reto que tenemos como promotora y es lo que podemos hacer para seguir estando allá arriba”, reflexionaba el director del festival, Juan Carlos Gutiérrez, en la rueda de prensa de balance del festival.
Además, desde la organización han recordado que la capacidad del recinto en Villarrobledo “es la que es” y que no se puede crecer más, por lo que la opción es seguir mejorando en un lugar “más cómodo y accesible”, con nuevas tecnologías, nuevos grupos de música y estilos, incorporados a distintos escenarios. “No hay un límite para mejorar”, resaltó.
La despedida de Zoo y los viticultores de Villarrobledo
La organización y el ayuntamiento coincidieron en que ser parte de la despedida de los escenarios del grupo valenciano Zoo fue uno de los momentos a destacar de la edición de este año. Juan José Calero, concejal de Cultura de Villarrobledo, destacó lo conseguido con su “impacto sociocultural” para la difusión del valenciano a nivel nacional por parte del grupo, que actuó el viernes 3 de mayo y reunió a decenas de miles de personas.
Además, han resaltado la organización de una pequeña feria que ha mostrado productos locales de viticultores de la zona, que ha querido rescatar lo que fue en sus orígenes el festival. Otra de las novedades de este año es que se acondicionó un espacio para los menores, el 'mini Viña', que pretende ayudar a la conciliación.
En cuanto a los puestos de trabajo, han resaltado que solo dentro del festival se han generado unos 1800, que repercuten de forma indirecta en la creación de unos 3.000 en los alrededores. “Siempre nos gusta destacar el gran impacto que genera el festival no solo en puestos de trabajo, sino en la economía y la cultura de Villarrobledo”, zanjaba Gutiérrez.
Por su parte, David Sánchez, resaltó que avances como el envío de pulseras ha logrado evitar las colas y que son procesos que se irán incorporando de a poco para que la experiencia de los asistentes “siga siendo mejor”.
Para mantener la fidelización de las personas asistentes, se ha puesto en marcha una venta anticipada de los abonos para 2025, por un precio fijo a partir de este lunes 6 de mayo, durante 48 horas.
Finalmente, el alcalde de Villarrobledo, Valentín Bueno, agradeció a la población su disposición ante la multiplicación de población durante estas fechas y recordó que los preparativos son de unos dos meses. “Es una actividad grande en cuanto a proyección económica”, zanjó.