El autor Leonardo Padura (La Habana, 1955) ha regresado al Festival del Cine y la Palabra (CIBRA) en Toledo. Si pasó por la capital castellanomanchega en 2018 para presentar 'La transparencia del tiempo', un acto del que este sábado contaba que “salió muy contento”, ahora repite para dar a conocer su último trabajo, 'Personas decentes', editado por Tusquets en España.
Es la novena entrega de la saga que protagoniza el policía Mario Conde, un personaje que cumple 30 años y que sigue sumando aventuras en un género, la novela negra, en el que el escritor reconocía en una entrevista con elDiarioclm.es hace ahora cuatro años que le ha servido “para mirar la realidad y para mirarme a mí mismo. Para tratar de entender aspectos de la realidad cubana a través de un personaje y de un lenguaje en el que utilizo su escudo”.
Y lo sigue haciendo. Avanza que habrá “una décima, una undécima... Todas las que yo pueda. Espero estar aquí dentro de dos años para presentar nueva novela”. Define su último trabajo como un libro con dos novelas. “Son dos historias argumentalmente paralelas y conectadas conceptualmente”. La primera se desarrolla allá por 1910 y se centra en un personaje real, un famoso proxeneta cubano llamado Alberto Yarini y Ponce de León. “Está contada por un policía que hace una investigación en ese mundo de la prostitución en La Habana”, explica.
La segunda historia transcurre en 2016, coincidiendo con una Cuba abierta que recibe a Barack Obama, por aquel entonces presidente de EEUU, o a los Rolling Stones. “Se produce el asesinato de un viejo represor cultural de aquel periodo nefasto de los años 70 y Mario Conde, personaje ya de ocho novelas anteriores, es el encargado de la investigación. Y es que ocurre algo raro en Cuba. Como viene tanta gente importante se acaban los policías y tienen que buscar a Conde”.
“¡Qué jodidos estamos! No me imagino a Mario Conde diciendo otra cosa”
Leonardo Padura advierte en su conversación con los periodistas “No soy analista político”, pero no elude la pregunta sobre el convulso contexto mundial -y cubano- y las posibilidades (literarias) que eso puede otorgar al protagonista. “Mario Conde es un observador de la realidad cubana, un hombre que la vive, la observa y reflexiona sobre ello. Creo que ahora mismo la realidad cubana le dará material para seguir investigando y reflexionando sobre la sociedad”.
¿Qué diría Mario Conde sobre la actual situación?, le preguntamos. “Pues diría: ¡Qué jodidos estamos!”, bromeaba para echar una carcajada. “No puedo imaginarlo diciendo otra cosas”. El escritor cubano cree que “estamos viviendo un momento muy complejo a nivel mundial, con problemas políticos, económicos, sociales... Hay cosas que parecían definitivamente superadas. Recuerdo la lectura de un libro tan desolador como las '21 lecciones para el siglo XX', de Harari, que contemplaba que no pudiera haber más guerras en Europa, guerras de conquista. Y mire lo que está ocurriendo. La historia tiene lapsos terribles y nos lleva atrás, con consecuencias que las paga el mundo completo”.
Para el escritor “el mundo está cambiando y no precisamente para bien y lo más jodido de esta historia es que entre peor estén las cosas, mejor es para la literatura. Hay más material para escribir porque creo que los mundos felices son poco apropiados para la creación. Los mundos trágicos nos dan más para poder reflexionar y escribir”.
Vargas Llosa “no lleva razón” sobre la novela policiaca
Ya durante la charla ante los lectores, en la Biblioteca de Castilla-La Mancha, Padura ha defendido que la novela policíaca seguirá acaparando un espacio muy importante en la creación literaria. Lo decía después de que uno de los asistentes le preguntase sobre la denostación que su homólogo peruano Mariano Vargas Llosa, a través de sus escritos, ha hecho del género policíaco.
“Lo que diga hoy de Mario Vargas Llosa no puede salir de aquí”, ha bromeado el creador habanero que, parafraseando a Alfonso Reyes, que dijo que la novela policíaca es “el género de nuestro tiempo”, ha alegado diversas razones para encumbrar a este género literario que, a su entender, sigue muy vigente, según recoge Europa Press.
“El mundo se hace cada vez más violento, más corrupto y los poderes cada vez son más agresivos, invasivos. El fenómeno del tráfico de drogas y de personas ha crecido muchísimo y de esa materia se alimenta este género”, ha alegado.
Pese a defender que toda manifestación artística puede generar opiniones encontradas, como en el caso del arte conceptual, el escritor cubano ha asegurado que, en este caso, Vargas Llosa “no lleva razón”, pues el género negro “ha florecido mucho” y seguirá teniendo recorrido.
Dicho esto, ha indicado que el Premio Nobel de Literatura conoce bien la novela policíaca e incluso algunas de sus obras, como 'Lituma en los Andes' o '¿Quién mató a Palomino Molero'? tienen su estructura. De ahí, que haya discrepado de las opiniones del escritor peruano, “sobre todo políticas”. “A veces tiene problemas de información”, ha dicho Padura, que ha recordado que “lamentablemente” Vargas Llosa llegó a afirmar que la autoridades cubanas se quedaban “con un monto” de sus derechos de autor.
“Por suerte, no leen a Vargas Llosa --ha dicho en referencia al régimen de la isla-- Pero si le da por esas ideas, me joden --ha bromeado--. No es cierto. Yo tengo mi editorial en España y en Cuba, de cada centavo que gano, pago cada centavo de impuestos que tengo que pagar. No me puede pasar que me cojan como a Al Capone, por el lado débil”, ha dicho Padura, que ha confesado releer 'Conversación en la Catedral', de Vargas Llosa, cada vez que empieza a escribir una nueva novela.
El reguetón, la decadencia de la música cubana
En este encuentro multitudinario que el autor habanero ha tenido en Toledo, también ha sido preguntado por la situación de la cultura cubana. Tras diferenciar entre creación artística y producción y distribución, ha indicado que la escasez de papel hace que se estén publicando menos libros y en ediciones muy pequeñas.
“Eso hace que uno no pueda tener la medida exacta de hasta qué punto la creación literaria se ha visto afectada por los problemas económicos o de material. Creo que la gente sigue creando, pero en otras expresiones, como en las artes plásticas, en las que hay una gran vitalidad que se ve cuando jóvenes artistas se colocan y hacen exposiciones en las plazas más importantes del mundo, como Nueva York”.
Respecto a la música, otra de sus grandes pasiones, Padura ha defendido que es el arte por excelencia de la isla. “La historia de Cuba se puede escribir sin escritores, cineastas, pintores... pero no sin sus músicos. Aquí se sigue creando, pero, lamentablemente para mi gusto, en un alto porcentaje es reguetón”.
“Creo que es la decadencia de la música cubana teniendo en cuenta la historia y la producción de música que ha movido al mundo desde el siglo XIX. Cualquiera aquí es capaz de reconocer mucha música cubana y cantarla. Pero el reguetón, que a veces es soez en sus letras, ocupa un espacio importante en Cuba. Es parte de una decadencia social muy grande”, ha lamentado.
La adaptación al cine de 'El hombre que amaba a los perros'
Leonardo Padura también es conocido por otros trabajos como 'El hombre que amaba los perros', novela histórica que ahonda en la vida de Ramón Mercader, asesino de León Trotski. Cuenta con una veintena de premios y reconocimientos. Entre ellos el Premio de Literatura de Cuba o el Princesa de Asturias de las Letras 2015.
En este encuentro con los lectores que han llenado la sala y que hacían cola para adquirir su último libro, también ha hablado de la adaptación cinematográfica de 'El hombre que amaba a los perros'. El proyecto, que lleva gestándose unos siete u ocho años entre productores franceses, españoles e incluso norteamericanos, ha explicado que ahora esta en manos de 'Morena films' y puede que finalmente esta productora lo concluya, pese a la dificultad de tener que rodar en los diversos países en los que transcurre la novela y lo caro del rodaje.
'Renuencia', la exposición que presenta una visión personal de Cuba desde los años 90
La huella de Leonardo Padura permanecerá en la galería Borbón-Lorenzana de la Biblioteca regional hasta el 11 de noviembre. Coincidiendo con la presentación de la novela, se inauguraba la exposición 'Renuencia', obra personal del fotógrafo Carlos Torres Cairo. La exposición forma parte del espacio cultural ven-tú fundado por el propio Leonardo Padura, junto a Cairo y Claudia Acevedo, editora de Aurelia Ediciones y que además se ha ocupado de la curaduría de la exposición.
Por primera vez la actividad del proyecto sale de Cuba para recalar en Toledo en el marco del Festival del Cine y la Palabra CIBRA, y se aprovechaba también para presentar el libro-catálogo 'La Habana nuestra de cada día' que refleja la particular visión de sus promotores de la ciudad cubana publicado por Aurelia Ediciones. “Es un homenaje a los 500 años de la fundación de La Habana que publicamos en 2019”, explicaba Padura, que participa en el libro con textos propios periodísticos de su trayectoria profesional. Junto al libro, las fotografías -15 en total llegan a la capital de Castilla-La Mancha aunque hay más de 50- muestran la ciudad a través de los barrios más desconocidos, fuera del circuito turístico, desde los años 90 del siglo XX.