El proyecto de modelado 3D del patrimonio del Museo de Ciudad Real ha sido destacado como “ejemplo y caso de éxito” a nivel europeo por la Comisión Europea junto a otras 18 iniciativas culturales, siendo la única en España que ha recibido este reconocimiento. Se trata de un trabajo de digitalización que se desarrolla desde el año 2020, gracias a un convenio entre la Junta de Comunidades y la entidad sin ánimo de lucro Global Digital Heritage.
Ya son centenares las piezas que se han digitalizado en el museo, de las cuales más de 500 pueden verse de manera gratuita en la plataforma Sketchfab. Entre otras, destacan piezas de Alarcos, Calatrava la Vieja, el Cerro de la Encantada o la Motilla de Azuer, entre muchos otros. Abarcan un periodo de tiempo desde la prehistoria hasta el siglo XVII.
Víctor López-Menchero Bendicho, director científico de Global Digital Heritage en España, explica que para la digitalización del museo se ha trabajado con el director y los curadores del museo provincial. ¿Por qué se eligió este museo? “Queremos trabajar con museos en los que los recursos son más limitados para dar visibilidad a centros que normalmente tienen menos visitas y donde no se ha digitalizado nada. Centros como este, o cualquier a nivel provincial”, afirma.
El trabajo en el Museo provincial se ha dedicado a la colección permanente, pero también a las piezas que normalmente no se ven, porque se encuentran en los depósitos, aunque sí tienen especial relevancia. Incluso aquellas que nos e ven, porque no hay espacio en los centros. “La digitalización permite que todas las piezas puedan ser accesibles y la gente pueda conocerlas a través de internet”, resalta López-Menchero.
Además, la digitalización funciona también como una herramienta de conservación. “Puede suceder cualquier tipo de catástrofe como el incendio en el Museo Nacional de Río de Janeiro, cuando se quemaron y desaparecieron varios objetos”, señala. Esto “no tiene por qué pasar, claro, pero es una manera de prevenir la posible pérdida de este patrimonio”.
“Cuando realizas réplicas digitales exactas de las piezas, también se puede realizar una reconstrucción virtual en el caso de que les falten una parte a la pieza, porque esté dañada”, explica el experto. Esto ocurrió, por ejemplo, con la fuente del Patio de los Leones de la Alhambra de Granada. “Primero se digitalizó la fuente, se estudiaron sus patologías, y se planteó la restauración virtual y luego la física. Gracias a las herramientas virtuales, puedes jugar con distintas posibilidades sin dañarlas y de forma totalmente reversible, algo que no pasa en las intervenciones físicas”.
La herramienta se vuelve muy útil para la investigación, porque da acceso a los profesionales de todo el mundo de manera libre y gratuita, en vez de tener que pedir las piezas y así se evita también su manipulación excesiva. “Esto evidentemente te da un público mundial, porque no se pueden visitar todos los museos del mundo”, explica. “El objetivo es democratizar el acceso al patrimonio cultural”, afirma.
Piezas accesibles
Otra herramienta que se valora a partir de estos modelos, es la posibilidad de imprimirlos en 3D y así dar también espacios al patrimonio a las personas ciegas o con visión muy reducida. “Así se podría trabajar con estas personas para acercar el patrimonio a todo el mundo”, reflexiona Víctor López-Menchero. “Se trata de procesos lentos y costosos, pero ya contamos con una metodología muy consolidada, que empieza con el trabajo en el museo y sigue con el procesado en los ordenadores. Esto puede llevar varias horas de trabajo por cada pieza”, señala.
“La clave de nuestro trabajo es que cada vez habrá más modelos en 3D, y por tanto cada vez será más útil para investigadores, su divulgación y el público en general”, recalca. El equipo que trabaja en el modelado 3D es multidisciplinar, con arqueólogos en su mayoría, pero también topógrafos o informáticos que han llegado al patrimonio cultural a través de esta herramienta.