La procesión de las Turbas, momento clave de la Semana Santa conquense, hace historia en femenino

Si hay dos momentos que son clave en la Semana Santa de Cuenca y, en concreto, en la procesión Camino del Calvario, esos son la entrada de Nuestro Padre Jesús Nazareno en la Plaza Mayor así como el canto del Miserere a la misma talla. 

Este año 2023, a pesar del frío, numerosísimos conquenses y visitantes han vuelto a salir a la calle en una procesión que pasará a la historia para acompañar a los cinco pasos que conforman la comitiva de la que se conoce popularmente como procesión de las Turbas.

La marcha arrancaba puntual con el entorno de la plaza del Salvador abarrotado desde mucho antes del inicio, y con presencia femenina por primera vez en una Unidad de Prevención y Reacción de la Policía Nacional que poco antes de las 5.30 horas despejaba el camino para que el turbo de honor hiciera sonar las puertas en relieves de Miguel Zapata que blindan la iglesia homónima a la plaza, según recoge Europa Press.

La Hermandad de La Soledad de San Agustín hacía recaer por primera vez la responsabilidad de portar el guion a una mujer y también por primera vez se veía como el número de mujeres inscritas por primera vez superaba al de hombres

La Hermandad de Jesús entrando en Jerusalén abandonaba el templo para poner rumbo a la Puerta de Valencia entre el rugir de tambores y clarines, tras los que, de nuevo, emergía San Juan, arropado por la marcha que lleva su nombre.

Cerrando el corte, la Hermandad de La Soledad de San Agustín, que por primera vez hacía recaer la responsabilidad de portar el guion a una mujer en la misma edición que, por primera vez, veía como el número de mujeres inscritas por primera vez superaba al de hombres. Han sido el 60% de participantes femeninas, la primera mayoría desde la posibilidad de inscripción que se abrió en el año 2007.

Los tambores y clarines, 2.400 con brazalete pero hasta 4.000 durante varios tramos del recorrido, han burlado el paseo de Jesús hasta recalar en la plaza Mayor con el resto de la comitiva en una procesión que ha ido más rápido que de costumbre hasta volver a escuchar el 'Ay, que se va, que se va' antes de dar el portazo de nuevo en la iglesia de El Salvador.

En este primer vídeo se puede ver cómo ha entrado Jesús Nazareno en la plaza Mayor, con una ensordecedora Turba. 

Y así ha sido el canto a esta misma talla del Miserere en las escaleras del oratorio de San Felipe Neri, tal y como recoge Las Noticias de Cuenca.

“Cuenca es hoy una capital de la Semana Santa”

“Cuenca es hoy una capital de la Semana Santa en toda España”. Así se ha pronunciado el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, este viernes desde el balcón del Ayuntamiento de Cuenca, donde ha podido comprobar el fervor que moviliza la procesión 'Camino del Calvario', popularmente conocida como 'Las Turbas', en la ciudad de las Casas Colgadas.

El jefe del Ejecutivo regional ha comentado que “esta procesión, que es muy conocida en España y en el mundo, es una procesión que enamora” y explicaba que aunque la mayor parte de la Semana Santa en España es muy solemne, pero “aquí cobra valor la turba, el insulto y la burla a Cristo, quien finalmente se abre paso y termina triunfando”, ha manifestado.

El presidente del Ejecutivo regional se ha mostrado muy satisfecho porque “toda la región está llena de gente de todas las partes, de España y del mundo, y estamos muy contentos”. En este sentido, García-Page ha invitado a seguir apostando por la tradición y por las raíces culturales, que “llegan a ser una inversión”.

También la líder de Ciudadanos en Castilla-La Mancha, Carmen Picazo, acudía a Cuenca para vivir esta tradicional procesión. Ha dicho que la Semana Santa es “cultura en grande para una ciudad grande” y que esta celebración “no solamente es un emblema cultural, sino también un foco de atracción turística y un motor económico de primer nivel que entre todos debemos potenciar para generar oportunidades, riqueza y empleo para Cuenca”.

“Es espectacular esta procesión, el Miserere, el sonido único de las Turbas, esto hay que vivirlo y sentirlo y por eso estamos aquí, manteniendo viva, entre todos, una tradición preciosa que es un orgullo no solo para los conquenses sino para todos los castellanomanchegos”.