La reducción de oferta de formación para profesionales sanitarios en los centros sanitarios de Castilla-La Mancha se comenzó a reducir de forma “drástica” a partir del año 2010, según los datos recogidos en el estudio realizado por la Federación de Sanidad de Comisiones Obreras. De este modo, en los últimos 8 años se ha dejado de contratar a 586 médicos internos residentes, examen MIR, y a más de 200 enfermeros, a través del examen EIR.
Chelo Cuadra, secretaria general de la Federación de Sanidad del sindicato, explica que esto muestra la “falta de planificación” tanto del Ministerio como de las Comunidades Autónomas en la oferta de plazas de formación sanitaria. Se trata, explica Cuadra, de una responsabilidad “compartida” entre ambas administraciones, que ha hecho finalmente que exista un “déficit” de profesionales que se forman en la región. Esta falta de facultativos se puede registrar hasta 2010 y ha ido bajando desde 2015, concede la sindicalista, pero sin llegar a los mismo niveles y se mantiene un “déficit importante”.
Además, Cuadra recalca que estos 'agujeros' seguirán “arrastrándose” durante los “próximos años”. “El Ministerio se ha basado en datos económicos. Se ha tenido en cuenta el presupuesto que se podía gastar, no las necesidades reales que había y está habiendo. Esto nos ha llevado a que lo que hace falta sea más que lo que hay”, explica Chelo. Desde Comisiones Obreras señalan que esta situación está “directamente relacionada” con la contratación de médicos cuya especialidad está sin homologar, como en el caso de la polémica surgida a finales de enero en Puertollano. “Es por esto que los servicios de salud tienen que acudir a contratar profesionales extracomunitarios para cumplir las necesidades”, asegura.
“Los 72 profesionales que están contratados responden a esta necesidad y prevalece cubrirla, aunque sea con quienes no tengan la especialidad”, explica Cuadra. Ante esto, piden que se vuelva a realizar un estudio de las necesidades sanitarias de las Comunidades Autónomas, para que sea esto lo que se tenga en cuenta para sacar las plazas, “no los criterios presupuestarios”. “Las plazas de formación son una responsabilidad conjunta, que se decide en la comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud. Es compartido”.
Las cifras
Comisiones Obreras detalla que entre los años 2011 y 2015 la reducción de plazas de MIR fue “sustancial”, ya que bajó desde 315 en 2010 hasta los 168 en 2015. La recuperación comenzó en 2016, y ha seguido hasta 2017 cuando subieron hasta las 273. Este año, 2018, las plazas en total de medicina, farmacia, psicología, química, biología y física supera por primera vez en todos estos años las 300, hasta situarse en las 301. “Pero aún son 14 menos que las de 2010. En total, la pérdida acumulada, de 568, es la tercera más grave de España, solo por detrás de dos comunidades mucho más pobladas”, recalca el sindicato.
Además, el sindicato explica que en la región tiene las “más elevadas reducciones porcentuales” si se compara el año 2015 con los otros. En el caso de las matronas es del 88,22% menos que en 2011, y en el caso de cirugía oral y maxilofacial es de un 80%, según el estudio. Además, Comisiones Obreras, recalca que en especialidades como anestesiología y reanimación la caída de profesionales llega al 32,56%, en pediatría se acerca al 20%, en relación a 2014, y en ginecología es de exactamente del 20% si se compara con 2012.
En relación a las plazas de enfermería, en 2018 se ha ofertado 17 puestos más que en el año anterior, pero siguen siendo 13 menos que en 2012, que consideran el año de “referencia” para esta profesión. En este caso, la pérdida acumulada en los últimos cinco años es “la más alta de España”.