Corría el año 2002. La empresa Ibertubo, dedicada a la fabricación de materiales de construcción cierra sus instalaciones en Toledo. En su actividad ordinaria, el manejo de grandes cantidades de amianto, un material prohibido por ser nocivo para la salud, marcaba el fin de la compañía.
Su cierre no sólo dejó en la calle a 118 trabajadores sino un reguero de restos del conocido como ‘asesino silencioso’. En julio de 2006, durante una visita a las instalaciones del entonces consejero de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, José Luis Martínez Guijarro (hoy vicepresidente del Gobierno) la Junta comprobaba los trabajos de retirada de amianto que llevaba a cabo Sacyr Valoriza. Había que actuar sobre 130.000 metros cuadrados y tratar unos 35.000 metros cúbicos de amianto.
Un costoso proceso de descontaminación sin concluir
Un costoso proceso de descontaminación sin concluirMartínez Guijarro mostraba entonces su “satisfacción” tras asegurar que “en breve” el problema medioambiental quedaría resuelto tras un costoso proceso de descontaminación (dos millones de euros) para la total recuperación de la zona.
Pero lo cierto es que 16 años después los restos de amianto aún persisten en Santa María de Benquerencia (el popularmente conocido como barrio del Polígono de Toledo) muy cerca de una zona de viviendas. Y es que, hubo restos de amianto que fueron depositados ilegalmente por Ibertubo en, al menos, media docena de fincas privadas, junto a un arroyo que termina desembocando en el río Tajo.
En el año 2014, la Asociación de Vecinos El Tajo, la Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo, Ecologistas en Acción de Toledo e Izquierda Unida presentaron una denuncia ante el fiscal jefe de la Sala de Medio Ambiente y Urbanismo de la Fiscalía General del Estado. Y… hasta ahora.
Piden “máxima celeridad” a la Junta
Piden “máxima celeridad” a la JuntaEl Grupo Municipal de Ganemos Toledo (en el que se integra Izquierda Unida) ha retomado la problemática y ha pedido “máxima celeridad” para buscar una solución. El Grupo Municipal del PP también lo recordaba el pasado mes de enero cuando pedía al equipo de Gobierno la retirada de los restos “sea de quien sea la competencia”.
La Concejalía de Obras y Servicios Públicos Medioambientales del Ayuntamiento ya realiza gestiones ante la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente para solventar el problema pero Ganemos (socio de Gobierno del PSOE en el ayuntamiento toledano) anuncia que se mantendrá “vigilante” para que a corto plazo se eliminen los residuos “en condiciones de seguridad”, ha señalado Javier Mateo, quien pide a la Fiscalía que determine “si existieron por parte de la empresa Ibertubo responsabilidades medioambientales por estos vertidos y en su caso que actúe de oficio”
En esta misma línea se ha pronunciado Podemos Toledo que pide a las administraciones que “no eternicen más” la recogida de los residuos de amianto. El secretario general de la formación, Alfredo Díaz-Cardiel, visitaba esta semana junto a la prensa una de las zonas de depósito de residuos junto al secretario de prensa de la formación, Damián Villegas, y aseguraba que el “punto cero” de los restos “está a 300 metros de las primeras casas del Polígono”.
La Confederación del Tajo “no puede decir que no tiene responsabilidad”
La Confederación del Tajo “no puede decir que no tiene responsabilidad”Díaz-Cardiel ha calificado los desechos como “un desastre medioambiental con riesgo para la salud de las personas”, asegurando que en la zona hay “toneladas de amianto que están en una zona muy extensa. Cree que es ”una vergüenza“ que ”Toledo una ciudad Patrimonio Medioambiental, tenga semejante barbaridad medioambiental y para la salud“ y afeaba la ”indiferencia“ de las sucesivas administraciones local y regional así como la postura de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT).
“Está científicamente demostrado que puede causar cáncer”, asegura Damián Villegas quien mantiene que los residuos “no sólo están en la servidumbre de paso del arroyo Ramabujas, sino que en el mismo cauce hay tuberías de fibrocemento”.
En este sentido, explica que existe un reglamento que apunta que en las aguas continentales en España, “no puede haber cambios de relieve en cien metros a cada lado de la orilla sin que la administración competente lo apruebe”. “Aquí ha habido un vertido de residuos de amianto justo en la misma orilla del arroyo que ha elevado ese relieve, por lo que la CHT no puede decir que no tiene responsabilidad en el problema”, ha continuado.
La Junta apuesta por no mover los residuos sino por “estabilizarlos”
La Junta apuesta por no mover los residuos sino por “estabilizarlos” Sergio González, viceconsejero de Medio Ambiente asegura que tras el proceso de limpieza en las instalaciones de la empresa, se cartografiaron las distintas zonas de depósito de los lodos con restos procedentes de Ibertubo. “Esos depósitos a día de hoy están localizados y cubiertos con tierra”, asegura, aunque el Gobierno regional, a instancias de la Fiscalía, ha encargado distintos estudios para analizar la potencialidad de riesgos del amianto, además de facilitar todo el expediente del caso.
“El pasado año realizamos dos campañas, una en torno al 15 de julio y otra sobre el 15 de diciembre” a través de una consultora “independiente” que llevó a cabo mediciones en el suelo y el aire. No así en el agua debido a la falta de lluvia.
“En el suelo no se detectaron fibras de amianto y en el aire se encontraron, en ambas fechas, concentraciones 1.000 veces por debajo de lo permitido en la legislación laboral que es la única referencia que legal que tenemos”.
“No detectamos problemas ni en suelo, aire o agua”, dice la Junta
“No detectamos problemas ni en suelo, aire o agua”, dice la Junta“No detectamos esta problemática ambiental ni en suelo ni en aire y mucho menos en el agua porque se depositaría” y el viceconsejero advierte que “lo que sí sería un problema es levantar o mover esa tierra y ponerla en contacto con el aire porque se liberarían partículas”.
“Mover esas masas de lodos a otro sitio no conviene”, insiste, pero se ha planteado a vecinos y Ayuntamiento trabajar “de forma estructural, según se vaya aplicando el Plan de Ordenación Municipal y actuar sobre esas zonas buscando una mejor estabilización”.
Ante una posible “falta de consistencia” en la zona que pudiera surgir, se ha solicitado a los propietarios de las fincas en las que se encuentran los residuos “que nos presenten alguna solución técnica viable”. De hecho, una de las parcelas pertenece a la propia Confederación Hidrográfica del Tajo. “Sabemos que están estudiando alguna solución pero insisto en que no pasa por llevarse esos restos sino por una actuación técnica de estabilización”.
“Es irresponsable” minimizar la situación
“Es irresponsable” minimizar la situaciónPara Ganemos Toledo es “irresponsable” minimizar la situación existente porque, asegura la formación política “cuando hablamos de amianto no hay límite de exposición seguro, el único nivel tolerable debería ser cero, máxime cuando no nos estamos refiriendo a una exposición laboral sino la posibilidad de que cualquier persona residente en la zona pudiese inhalar fibras presentes en el ambiente”.
Creen que hay varias soluciones posibles y que, en todo caso, “no actuar no nos parece una opción válida” porque se trata de una zona accesible y no señalizada. “La aparición de daños a la salud tras la exposición al amianto se produce muchos años después, no nos gustaría descubrir dentro de unos años que la inacción de los responsables políticos y las admiraciones actuales se convierte en un problema sin solución en el futuro”.