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La Diputación de Toledo paga una becerrada a la residencia de mayores que mantiene cerrada

El enésimo desplante de García-Tizón hacia la residencia 'San José', que lleva dos años y medio cerrada a nuevos ingresos por petición del organismo que preside, la Diputación de Toledo, ha sido la invitación a los familiares, trabajadores y personas del centro a una 'becerrada' con suelta de vaquilla incluida en la escuela taurina que tiene la Diputación. Una 'fiesta campera', como lo llama en la circular hecha llegar a los trabajadores, para que disfruten los usuarios de la residencia y el personal.

De hecho la nota indica que en la fiesta “habrá comida y bebida gratis para todos los asistentes y soltaremos una becerra para aquel más valiente o atrevido”. Algo que suena a una broma de mal gusto teniendo en cuenta que es un centro para personas mayores, disminuidos psíquicos y enfermos de Alzheimer.

Es de esperar que la 'becerrada' fuera destinada a los trabajadores y familiares del centro, en unas actividades que no son nada raras: suelen ser habitual (no de este tipo en concreto) como forma lúdica, como vía de escape para los residentes del centro y para que se entretengan el organizar eventos fuera del complejo para que no lleven una vida tan monótona. Pero suena a chiste que precisamente quien mantiene la residencia cerrada a nuevos ingresos durante dos años y medio invite a los mismos profesionales que se han manifestado hace escasos días para pedir que se usen las plazas vacías que tiene el centro a una fiesta campera a cargo de la Diputación.

Por redes sociales los mismos trabajadores se han quejado del orden de prioridades que tiene García-Tizón, cuyo 2014 está siendo más que controvertido: gastando dinero en comprar calesas (43.000 euros), el llevar lobos a la finca “El Borril” propiedad de la Diputación (500.000 euros) o comprar un buque para llegar al complejo arqueológico de Ciudad de Vascos (400.000 euros), mientras rechaza dar ayudas para comedor escolar a las familias necesitadas o se niega a escuchar a las familias de niños enfermos de cáncer en el Pleno del Ayuntamiento de Toledo, todo eso con su sueldo mensual de 8.500 euros.

La residencia, por orden expresa de García-Tizón, no atiende a nuevos pacientes, las plazas que quedan vacantes por baja del residente no se cubren. Otra parte del complejo está intentando cerrarse directamente también por orden de Diputación, concretamente el Centro de Día para enfermos de Alzheimer y otras demencias, manteniendo sólo la residencia de mayores.

En la lista de espera para entrar en el centro hay varias decenas de personas a las que García-Tizón no escucha a pesar de manifestarse reiteradamente y prefieriendo montar estas fiestas.