El nuevo presidente de Enresa es Juan José Zaballa que se convierte en el quinto director de la empresa pública desde su creación en 1985 y sustituye a Francisco Gil-Ortega. El antiguo ex-alcalde de Ciudad Real deja el cargo siendo el director que menos ha durado en la empresa encargada de residuos nucleares, menos de dos años, y sin haber podido completar la obra culmen de Enresa en sus 30 años de existencia.
Si los miembros de la Plataforma contra el 'Cementerio Nuclear' y los ecologistas pedían un perfil adecuado para el nuevo Presidente del Consejo de Administración, se han encontrado un perfil muy similar al de Gil-Ortega: Zaballa no tiene ninguna experiencia en tratamiento de residuos nucleares o cargos similares. De hecho su currículum ostenta numerosos cargos económicos y relacionados con inversiones en países emergentes, fondos 'buitre' incluidos, y siempre relacionado con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
“No nos gusta nada. El mérito es tener vinculaciones con el ministro Soria. El presidente tiene que tener un perfil técnico, Gil-Ortega no tenía nivel para ejercer algo sin formación y ahora con el nuevo presidente más de lo mismo, mismo error”, valoraba Carlos Villeta, de la Plataforma contra el ATC, el nuevo nombramiento.
Juan José Zaballa llegó a Paradores como director general, bajo la presidencia de Ángeles Alarcó (ex-mujer de Rodrigo Rato), a quien sustituyó posteriormente en el cargo principal. Anteriormente había dirigido la fundación 'Empresa y Crecimiento', un ente que se dedicaba a crear y gestionar fondos de capital riesgo y fondos 'buitre' en América Latina. De esa fundación se encargó a raíz de otra empresa pública, la sociedad 'Cofidex', que se encargaba de gestionar inversiones españolas también en América Latina. Economista, ha llevado numerosas cuentas de empresas al otro lado del Atlántico pero en los últimos años su experiencia laboral en España se limita a dirigir la empresa de Paradores.
“Es mantener un control político de la empresa lo que han hecho. El ATC es un proyecto muy complejo y deben ser los técnicos los que manden sobre él, pero eso aquí no importa. Queremos que haya calma, hacer las cosas con tiempo, empezar desde el minuto cero el proyecto sin presiones ni politiqueo. Esto no es un negocio, pero se empeñan en hacerlo los políticos” indicaba Villeta.
El cargo de Zaballa en la empresa turística no ha durado ni un año, si bien tuvo altas responsabilidades. En este sentido, supervisó el ERE que dejó a centenares de trabajadores sin trabajo, y cerró varios de los paradores por problemas económicos. Sin embargo, los problemas económicos no fueron un conflicto para conceder a la empresa de su mujer el contrato del stand de Paradores para FITUR. Zaballa concedió a la empresa de su mujer la labor del stand por valor de 120.000 euros a pesar de que no fue la oferta más económica. De hecho por aquel incidente estuvo cerca de perder su puesto en Paradores y la empresa tuvo que dar explicaciones del proceso que se siguió.
Ha mantenido siempre puestos de confianza en los gobiernos del Partido Popular, tanto en esta etapa como con José María Aznar, pero siempre en una segunda línea política y ligado a Montoro, ministro de Hacienda, y siendo íntimo amigo del ministro de Industria, José Manuel Soria. Es Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, es MBA por el IADE de la Universidad Autónoma de Madrid, diplomado en Estudios Avanzados y Técnico Comercial del Estado.
Su llegada tampoco a Enresa tampoco ha sido sencilla ya que Gil-Ortega pretendía quedarse dos semanas en la empresa, hasta que transcurriera el plazo de preaviso de quince días que establece su contrato. Entretanto, el ex-alcalde de Ciudad Real tenía vía libre para adjudicar, de manera unipersonal, contratos por un importe de hasta un millón de euros.
“Queremos que se revise y se haga una auditoría de todo lo que ha hecho Gil-Ortega en estos dos años y medio”, piden desde la Plataforma contra el ATC, algo que también va a pedir el PSOE en el Congreso de los Diputados. “Que se depuren todas las responsabilidades de su gestión”. Son cientos de millones de euros los concedidos por Gil-Ortega a numerosas empresas como encargado máximo de la construcción del ATC, un proyecto que se enfrenta ahora a dos informes en los próximos meses que, de ser negativos, acabarían definitivamente con el proyecto por no haber obedecido los consejos de los técnicos, que se oponen o dudan de emplazarlo en Villar de Cañas. Concedidos además a empresas vinculadas o bien a Cospedal o bien a su marido, o a empresas allegadas a ellos.