No es lo tradicional en estas fechas, ni mucho menos. Una feria con atracciones, con una fuerte programación cultural sobresale en medio de la solemnidad que reina en Castilla-La Mancha en el puente de Todos los Santos. Sin embargo, existe y está en Socuéllamos. Se trata de una celebración con una larga historia, de la que hay antecedentes ya desde 1934, en plena Segunda República, en una carta fechada el 14 de octubre de ese año, y dirigida al presidente de comisión de festejos de la localidad desde la vecina localidad de Campo de Criptana para solicitar precisamente un espacio concreto para representar un espectáculo en la feria, que incluía el tradicional mercado con productos para preparar a la ciudadanía de la comarca para la llegada del invierno.
“Se trataba tradicionalmente de un mercado que marcaba la cosecha de la vid y se preparaba para vender utensilios, enseres, productos, para afrontar el invierno. Este mercado fue evolucionando poco a poco para una feria más comercial, hasta llegar a nuestros días con atracciones de feria, puestos, y productos que siguen adaptados a la temporada, como las castañas”, explica el concejal de Cultura de la localidad, Pedro Arrabales. “Nos honramos de ser los únicos de la zona y es una apuesta que realizamos para diferenciarnos”, explica el edil.
Además de las tradicionales atracciones, el Ayuntamiento ha organizado una fuerte programación cultural y deportiva, dentro de la que destaca la XXVI edición de la Muestra de Teatro, que combina propuestas teatrales nacionales con locales. “Lo que queremos es mantener nuestros orígenes e impulsar también una feria de artesanía de distintos puntos geográficos, para seguir haciendo un guiño a los orígenes del mercado tradicional que fue desde un comienzo esta feria”, recalca Arrabales. Eso sí, advierte, sin dejar de lado el respeto para los difuntos.
La feria se celebra hasta el 3 de noviembre, mientras que la misa del Día de los Santos se celebra de manera tradicional, y también excepcionalmente, el 2 de noviembre, incluso aunque no sea un día festivo. “Es también una manera de ver la esperanza que es la vida, poder ir a la feria y participar de las diferentes actividades”, explica el concejal. Recalca que aunque todas las actividades que se celebran en Socuéllamos son importantes, el carácter único que tiene esta Feria de los Santos es algo que quieren potenciar, y por eso se presentó en la Oficina de Turismo de Castilla-La Mancha en Madrid. “Queremos mostrar a nivel nacional dónde está Socuéllamos, qué es lo que nos hace casi únicos y diferentes al resto de los municipios”, asegura.
Desde la asociación Socuéllamos Histórico explican que los mercados de cosecha son una actividad muy tradicional y “normal” en la comarca de la Mancha, pero que los antecedentes históricos realizan el carácter único de esta feria, cuyo carácter se ha ido diluyendo del original. Antiguamente estaba muy pensado en coincidir con la matanza de los cerdos en las casas, por lo que se vendían diferentes elementos relacionados con esta actividad tradicional: cántaros, lebrillos y orzas, entre otras. En la feria actualmente todavía se pueden encontrar puestos de este tipo.
“La constancia documental nos señala que ya desde los años 30 en Socuéllamos existía un recinto ferial aparte del mercado, con espectáculos. Ya desde 1934 había una solicitud para instalar un teatro de autómatas, lo que supone algo excepcional para la época”, recalca Alfonso Monteros de Socuéllamos Histórico. Se trata de un teatro con figuras mecánicas, que se quería representar, para lo que se pidió permiso a la comisión de festejos. “En los años 30' el recinto ferial ya era tradicional en Socuéllamos”. La asociación solicitó en 2019 la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional, sin éxito, porque el informe histórico debía ser completado.
La asociación ha encontrado incluso una referencia a la feria en una tonadilla estrenada en Madrid a finales del siglo XIX, específicamente en 1866. Es el caso de 'El rábano por las hojas', que sitúa su acción en la localidad ciudadrealeña y en la que se hace una clara referencia a una feria donde se pueden comprar borricos. Eso sí, sin reconocerse si es la Feria de los Santos o la tradicional de la localidad que se celebra en agosto. La asociación también ha encontrado referencias a la festividad de los Santos que data de 1775, por el terremoto que sufrió Lisboa.
“Hoy 1º de noviembre de 1755 día que celebra la iglesia la festividad de Todos Los Santos, siendo las nueve y media, servida, de enviar a este pueblo un temblor de tierra tan crecido que todos los vecinos tuvieron que desamparar sus casas.... Y lo que fue más notado es que el capitel de esta parroquia se movía de tal modo que se percibía más de dos varas el vaivén que daba. Los arcos de la iglesia se vieron desunidos y sus bóvedas más de cuatro dedos, de modo que el polvo que caía de arriba por las aberturas fue tanto que la gente que estaba en la iglesia no se veían unos a otros y temiendo que …. Tanto se movió el capitel que la campana del reloj que está en la linterna no cesó de tocar con el mazo todo el tiempo que duró que fue como de seis credos, andando dicha campana a medio vuelo. En el convento de esta villa se derramó el agua de la pila de la iglesia”.