La ecología es uno de nuestros principales intereses y es el centro de este blog: cambio climático, medio natural, desarrollo sostenible, gestión de residuos, flora y fauna, contaminación y consumo responsable, desde el punto de vista de periodistas, expertos, investigadores, especialistas y cargos públicos. También editamos la revista 'Castilla-La Mancha Ecológica'.
Los drones, una alternativa a la contaminación con multas desproporcionadas
Llevamos algunos años hablando mucho de estos aparatos voladores que, sin duda, están de moda. Las nuevas tecnologías están a la orden del día, su uso cada vez está más extendido y, por consiguiente, más expuestos a prácticamente todos los sectores. El caso es que estas nuevas tecnologías han venido para quedarse, aparatos de pequeño tamaño que permiten sobrevolar la superficie terrestre mediante control remoto o sin necesidad del mismo.
La realidad es que los drones ofrecen una gran cantidad de beneficios debido a su pequeño tamaño, ya que son más discretos y accesibles que otros métodos. Los investigadores estudian su mejora continua para llegar a más rincones del mercado, mejorando su perfeccionamiento, fiabilidad y aplicaciones, que, respecto a muchos escenarios, lo convierten en una herramienta primordial en cada vez más medios.
La cantidad de avances que proporcionan estos novedosos aparatos son muy diversos, como la vigilancia e inspección de las reservas naturales (de forma que se preserve de la mejor forma posible la diversidad de las zonas y el medio ambiente), dispersión de semillas para combatir la deforestación, eficiencia y mejora de la agricultura, más precisión en la vigilancia de zonas, búsqueda de objetos, animales o personas, y control en extinción de incendios, asistencia a zonas intransitables o despobladas.
Usos y ventajas
También se utilizan para el control de especies, de carreteras, flotas, control de plagas, cartografía del medio físico (datos del territorio, permitiendo la obtención de imágenes de satélite y modelos digitales de elevaciones) y acceso a zonas poco accesibles o a zonas tras un grave incidente, pudiendo evaluar las repercusiones, el impacto y estado de diferentes áreas.
Como ejemplo, en varios estudios se ha descubierto que los drones permiten estudiar a multitud de especies complejas de analizar por humanos como es el caso de algunos cetáceos como las ballenas y delfines. Hasta ahora esto se hacía con helicópteros, pero estas pequeñas naves permiten localizar a los individuos en el entorno, el número de especímenes y sus dimensiones con un drástico descenso de medios a emplear. También están introduciéndose en estudios sobre zonas costeras y humedales, donde se estudian especies como el ánade real o el flamenco común, especies sensibles a la presencia humana.
Otra de las capacidades de determinados drones es la detección de enfermedades y plagas en zonas vegetales, especialmente en zonas de cultivo, además de proporcionar información sobre el suelo y algunos aspectos fisiológicos.
Pero como todo, tienen sus peros, sobre todo asociados a especies animales muy susceptibles a la intensidad o frecuencia de los sonidos que producen. También existen problemas derivados como el ataque a drones por parte de aves, debido a que suelen confundir estos objetos con alguna presa. O al revés, causando daños a las aves en las patas y extremidades por los cortes proporcionados por las hélices. Ya hemos visto casos de águilas, halcones, gaviotas, etc.
Y, por supuesto, no nos olvidamos de dos pilares fundamentales. Uno bueno y que es determinante y demoledor es cuando hablamos del drástico descenso de contaminación y de un ahorro energético que produce su introducción en los medios donde trabaja, su disponibilidad en cualquier entorno, así como una inmensa reducción de emisiones en general, unido a todos los costes asociados. Los drones suplen ya a miles de tractores, avionetas, helicópteros, furgonetas, barcos o grúas. Esto es muy importante, tanto que nadie se atreve a hacer cifras, porque las previsiones son abrumadoras. Pero también tiene algo preocupante: dejarán sin empleo a todos los trabajadores que manejan todos estos entornos, como tractores, brigadistas, pilotos, personal de retenes, topógrafos, conductores, mecánicos, talleres, vendedores, fábricas, almacenes, trabajadores en altura, fotógrafos aéreos, etc.
Hay otro detalle relevante que escuchamos últimamente: el mundo recreativo de drones, es decir, su uso particular. Nos compramos un dron y consciente o inconscientemente, por abuso o por desconocimiento de las leyes que los rigen, a veces se cometen algunos “atropellos”. Esto, unido al miedo en exceso que estos provocan a los legisladores y combinado con el sensacionalismo en los medios de comunicación y con grandes intereses de empresas que quieren gran parte de este pastel, hace que se conforme un caldo de cultivo perfecto para tener una Ley actual un tanto desproporcionada viendo los importes a los que pueden llegar las sanciones.
Grabar en una boda o en el Retiro
Como ejemplo, si grabas una boda con un dron puedes tener un serio problema, pero si lo haces con un globo de helio volando o con tu cámara réflex no pasa nada. O que en el Parque del Retiro en Madrid puedas ir con tu hijo conduciendo un coche teledirigido a 50 metros, pero si sacas un pequeño dron para hacerte un 'selfie', te habrás convertido en un delincuente. Incoherente, ¿verdad?
Y es que estas mismas leyes afectan también a lo que ya llevábamos tiempo escuchando a bombo y platillo: recordamos oír hablar del reparto de comida a domicilio, de paquetería, de mensajería en general a través de los drones, pero esto hoy por hoy es incompatible con las restricciones que estas mismas leyes han impuesto al vuelo en grandes ciudades. Parece que hacen falta soluciones coherentes a todo esto puesto que a día de hoy no está resuelto, pero ¿cómo y quién pondrá el cascabel al gato?
Llevamos algunos años hablando mucho de estos aparatos voladores que, sin duda, están de moda. Las nuevas tecnologías están a la orden del día, su uso cada vez está más extendido y, por consiguiente, más expuestos a prácticamente todos los sectores. El caso es que estas nuevas tecnologías han venido para quedarse, aparatos de pequeño tamaño que permiten sobrevolar la superficie terrestre mediante control remoto o sin necesidad del mismo.
La realidad es que los drones ofrecen una gran cantidad de beneficios debido a su pequeño tamaño, ya que son más discretos y accesibles que otros métodos. Los investigadores estudian su mejora continua para llegar a más rincones del mercado, mejorando su perfeccionamiento, fiabilidad y aplicaciones, que, respecto a muchos escenarios, lo convierten en una herramienta primordial en cada vez más medios.