La ecología es uno de nuestros principales intereses y es el centro de este blog: cambio climático, medio natural, desarrollo sostenible, gestión de residuos, flora y fauna, contaminación y consumo responsable, desde el punto de vista de periodistas, expertos, investigadores, especialistas y cargos públicos. También editamos la revista 'Castilla-La Mancha Ecológica'.
Global Nature urge a las autoridades a apostar por una agricultura que conserve la naturaleza
Si hablamos de la política con mayor asignación económica de la Unión Europea, hablamos de la Política Agraria Común (PAC) cuya reforma está dando los últimos coletazos y cuyos acuerdos influirán no solo en la calidad de vida de los ciudadanos, sino también en el estado de conservación de nuestra naturaleza. La PAC ha de ser capaz de implantar y promover medidas que hagan compatibles la actividad agraria con la biodiversidad, para evitar, por ejemplo, situaciones como la vivida en el colapso del Mar Menor. Y el momento para realizar las propuestas que lo consigan es ahora, ya que, a finales de 2021, el Gobierno de España tiene el compromiso de enviar a la Comisión Europea su Plan Estratégico para esta hoja de ruta que definirá nuestro modelo de agricultura de los próximos años.
Para Fundación Global Nature (FGN) es fundamental realizar todos los pasos posibles para que los usos agrarios que son parte del problema sean, cada vez más, parte de la solución; crear propuestas firme ante los retos de la actual crisis ambiental que incluye desafíos como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
La reforma de la PAC Post 2020, que está a punto de cerrarse, decidirá cómo deben producirse los alimentos que consumiremos y las cuestiones que han de cumplirse en cuidado del medio ambiente. Para conseguir que los sistemas agrarios que se fomenten sean lo más compatibles posibles con la conservación de la naturaleza, FGN ha elaborado un documento con medidas muy concretas que incidirán en la conservación y restauración de una de las joyas de la naturaleza, los humedales, y se las ha hecho llegar a diferentes administraciones.
FGN cuenta con una experiencia de más de 25 años de trabajo en la sostenibilidad agraria y la conservación y restauración de diferentes hábitats y especies, en particular en la conservación de humedales. Por ello, urge a las autoridades nacionales y regionales a que aprovechen el contexto y propone medidas muy concretas que recogen tanto pagos compensatorios a agricultores y/o ganaderos por pérdida de renta (derivados de la aplicación de métodos de producción agraria compatibles con la protección del medio ambiente) como incentivos para el desarrollo de diferentes medidas agroambientales. La Fundación considera fundamental facilitar actuaciones transversales, de transferencia de conocimientos y actividades de información, tales como la formación o la promoción de productos de alto valor natural. Un resumen ejecutivo de las medidas puede encontrarse en el siguiente enlace.
El ejemplo de los humedales
Los humedales son unos de los ecosistemas con más valor ambiental, por sí solos representan el 45% del valor de todos los ecosistemas naturales del planeta, pero siguen seriamente amenazados. En España, más del 60% de la superficie original de zonas húmedas ha desaparecido. Estos ecosistemas son una infraestructura natural valiosa para la agricultura, al proporcionar agua fiable y suelos fértiles, pero están en peligro. Pues bien, las presiones a las que los humedales se han visto sometidos y su principal causa de degradación están asociadas a cambios de los usos del suelo y a la actividad humana en sus áreas de influencia. La agricultura, en concreto, es el sector que mayor consumo de agua demanda y genera problemas tales como la eutrofización, la erosión y la desertización, la contaminación difusa o cambios en los medios naturales receptores de esta contaminación.
Pero la agricultura, en su versión más sostenible o extensiva, es fundamental en la conservación del territorio tal y como se observa en los Sistemas de Alto Valor Natural, pues compatibilizan producciones de alta calidad con el mantenimiento de un nivel elevado de servicios ambientales y biodiversidad.
En el caso de la PAC, la oportunidad que se abre con la inclusión de los humedales, por primera vez, en la Condicionalidad reforzada es muy paradigmática, en concreto, en la definición de las Buenas Condiciones Agrarias y Medioambientales. FGN apunta que las autoridades deberían, en este caso, delimitar la zonificación lo antes posible y que en su desarrollo se prevean todas las parcelas perilagunares en las que debieran establecerse compromisos que frenen el deterioro de los humedales. Estos compromisos han de pasar por el fomento de la agroecología.
Con el fin de minimizar la contaminación difusa provocada por la llegada de lixiviados y la erosión laminar, se debería promover prácticas como la cobertura permanente del suelo, como cubiertas vegetales vivas en cultivos permanentes, y las franjas de protección de vegetación natural, entre otras .En este sentido, desde FGN se ha propuesto la coordinación de un programa agroambiental para humedales que podría, además, apoyarse en servicios orientados a prestar asesoramiento técnico y siempre con una visión puesta en lo local.
Si hablamos de la política con mayor asignación económica de la Unión Europea, hablamos de la Política Agraria Común (PAC) cuya reforma está dando los últimos coletazos y cuyos acuerdos influirán no solo en la calidad de vida de los ciudadanos, sino también en el estado de conservación de nuestra naturaleza. La PAC ha de ser capaz de implantar y promover medidas que hagan compatibles la actividad agraria con la biodiversidad, para evitar, por ejemplo, situaciones como la vivida en el colapso del Mar Menor. Y el momento para realizar las propuestas que lo consigan es ahora, ya que, a finales de 2021, el Gobierno de España tiene el compromiso de enviar a la Comisión Europea su Plan Estratégico para esta hoja de ruta que definirá nuestro modelo de agricultura de los próximos años.
Para Fundación Global Nature (FGN) es fundamental realizar todos los pasos posibles para que los usos agrarios que son parte del problema sean, cada vez más, parte de la solución; crear propuestas firme ante los retos de la actual crisis ambiental que incluye desafíos como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.