Ecologistas en Acción ha denunciado lo que califica de “la mayor agresión contra el Valle de Alcudia en muchos siglos: se pretende transformar una gran parte del valle en una enorme macrocentral fotovoltaica”.
Este colectivo ecologista ha dado a conocer que en la actualidad están en proceso de aprobación un total de 18 proyectos, “aunque tememos que se presentarán aún más”, subrayan. Se trata en total de “17 teóricas centrales fotovoltaicas, más los tendidos eléctricos de evacuación de la energía, aunque realmente, analizando los proyectos presentados, se trata de una única instalación”.
En su opinión, los promotores “utilizan la ya manida trampa de dividir un proyecto industrial en varias o en muchas partes para, de ese modo, burlar las leyes ambientales y que los pequeños proyectos cuelen más fácilmente” en los procedimientos establecidos en la legislación. Ponen como ejemplo lo que ocurrió en Puertollano. “Todavía recordamos las 69 partes en que se dividió el proyecto de la plaza de toros y que llevó a los tribunales al alcalde. Pues algo muy parecido es lo que se pretende hacer en el Valle de Alcudia”.
El proyecto tendrá una potencia total instalada de 945,7 megavatios y ocuparía una extensión de 2.828,79 hectáreas sin contar los tendidos eléctricos. Unos proyectos que califican de “barbaridad” y que también “están empujando” los alcaldes de los municipios afectados: Brazatortas, Almodóvar, Hinojosas de Calatrava y Cabezarrubias del Puerto, “a día de hoy”.
La actitud de los alcaldes es “incomprensible”
Para Ecologistas en Acción es “incompresible” que estos alcaldes hablan y postulan “con mucha frecuencia” sobre la necesidad de desarrollar el turismo rural en esta comarca y ahora “se desmarcan como abanderados de la destrucción del Valle de Alcudia. Un vergonzoso honor por el que serían recordados, y pasarían, sin duda, a la posteridad”.
Además, critican que cuando se diseñó el parque se realizó “sin ningún criterio técnico/científico, se dejó fuera de sus límites una importante zona del valle, aproximadamente la mitad del mismo”. En su opinión, la razón fue “la presión que ejercieron los alcaldes sobre los sucesivos gobiernos regionales, con vistas a eliminar barreras para este tipo de proyectos tan agresivos con la comarca”. En este sentido, lamentan que se hayan fijado “caprichosos límites” a un Valle de Alcudia que es “una unidad geográfica e histórica” y que “debería todo él estar protegido”.
El Valle de Alcudia, explican, es para algunos historiadores una de las comarcas ganaderas más importantes de Europa. No en vano, en sus buenos tiempos, muchas más de 100.000 ovejas trashumantes pastaban en este valle durante los inviernos. Fruto de ello es que, no sólo quedan vestigios físicos de esa importante actividad ganadera, sino que, a día de hoy, aún se pueden ver varios rebaños que realizan la trashumancia a pie desde el Valle de Alcudia hasta los agostaderos del norte de Castilla y sur de Aragón.
“Físicamente, el valle es una unidad geográfica, como así lo demuestra desde la simple observación, hasta los informes realizados por técnicos cualificados”, insisten y critican a promotores, alcaldes o responsables del Gobierno regional a los que acusan de querer “confundir con el peregrino argumento de que las centrales no pisan literalmente suelo del parque natural”, cuando, aseguran “es evidente que estos proyectos deterioran gravemente el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona. Incluso algunas de las centrales fotovoltaicas se sitúan literalmente al borde del Río Tablillas que, a su vez, es el límite del parque”.
Los ecologistas rechazan el impacto natural del proyecto pero también el que tendría sobre “una segunda víctima”: la población humana. “Sobre todo de las pequeñas localidades, que verían cómo se trunca la tan ansiada creación de puestos de trabajo asociados al turismo” y señalan también a una “tercera víctima” en alusión al empleo. “Dista mucho de ser real” y acusan a los promotores y empresas de “inflar, pero mucho, las cifras de trabajadores estables, siendo realmente muchos menos de los anunciados”.
A eso se sumaría el corte de varios caminos públicos, entre ellos el histórico Camino Real de la Plata o de Toledo-Córdoba, o el hecho de bordear con la valla e instalaciones industriales varias vías pecuarias, con el consiguiente deterioro de un patrimonio que, aseguran, “legalmente, debería de ser protegido”.
Estudian alegaciones
Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia ya presentó alegaciones en contra de la primera andanada de proyectos (febrero-marzo 2020). “Ante los dos nuevos proyectos presentados, los estamos estudiando concienzudamente y volveremos a presentar alegaciones en contra. Todo ello, a pesar de las fechas en que las administraciones presentan a información pública estos proyectos, casi siempre en época de vacaciones, con el claro objetivo de obstaculizar el trabajo de los colectivos que nos mostramos en contra”.
Además, anuncian una amplia campaña “en defensa del Valle de Alcudia y contra su transformación en un polígono industrial” para informar a la población de la comarca, y fuera de ella, de las consecuencias que tendrían estos proyectos, así como debatir y proponer las acciones convenientes para impedir que se lleven a cabo.
Por último, reclaman a las autoridades competentes que, “antes de emitir el veredicto, reflexionen sobre estos proyectos, piensen en la trascendencia de su decisión, mediten sobre las consecuencias que tendrían para esta comarca tan importante, con tanta naturaleza, tanta cultura y tanta historia”.