El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha mostrado confiado en “poder deshacerse de la amenaza del Gobierno central” de derogar la jornada laboral de 35 horas semanales a los empleados públicos de la región, pues ha avisado de que esa derogación puede poner en riesgo la creación de 450 empleos en el ámbito sanitario.
Las declaraciones de García-Page se producen después de que este miércoles el responsable de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, denunciara que los representantes del Ejecutivo nacional habían “cortado” el encuentro mantenido sin que pudiesen llegar a una solución. Ha recordado que el Ejecutivo regional ha suprimido las llamadas ‘horas Cospedal’ tras un acuerdo con todos los sindicatos, “en un esfuerzo conjunto para que entrara más gente al sistema, no para sustituir esas horas”, que en muchas ocasiones, a su modo de ver, no eran productivas sino que sólo “servían para perder el tiempo”.
“Tenemos la desagradable noticia de que el Gobierno de España tiene intención de anular esa decisión y a la vuelta, dentro de un par de semanas, podemos encontrarnos con que esa anulación nos pondría en un conflicto muy serio pues pondría en riesgo el trabajo de más de 450 personas en el mundo sanitario que vamos a contratar como consecuencia de este nuevo horario”, ha avisado.
Para García-Page, esa intención del Ejecutivo de Mariano Rajoy “no tiene sentido”, máxime cuando Castilla-La Mancha está cumplimento de forma “rigurosa” con los estándares de rigor económico. “Ahora Castilla-La Mancha es la comunidad, entre las regiones de régimen ordinario, que mejor está pagando a proveedores, pues lo hace a 17 días. Y esto es un síntoma de salud extraordinario”, ha defendido.