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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

El parón económico por el coronavirus podría destruir más de 11.000 empleos en Castilla-La Mancha

La declaración del estado de alarma, con la restricción de movimientos de la población y el cierre de una gran cantidad de comercios está generando una contención del consumo privado cuyos impactos finales afectarán al crecimiento diferencias de las comunidades autónomas. Así lo refleja un segundo estudio elaborado por el Centro de Predicción Económica (CEPREDE) sobre el posible efecto que podrían tener sobre cada una de las regiones españolas la contención del consumo privado derivada de la crisis del coronavirus.

Valorado un impacto medio en el conjunto de la economía española del 1,7%, los efectos regionales recorren un amplio rango con máximos en Baleares y Canarias y mínimos localizados en Ceuta y Melilla. A nivel nacional, se podrían destruir 300.000 puestos de trabajo, siendo Cataluña, con unos 60.000, seguida de Madrid (52.000) y Andalucía (46.000) las comunidades más castigadas en términos absolutos. Eso sí, CEPREDE advierte de que datos deben ser entendidos como un ejercicio de aproximación, puesto que aún no se dispone de información estadística pormenorizada.

En el caso de Castilla-La Mancha, el impacto económico y laboral que tendrá el estado de alarma declarado por el Gobierno por el coronavirus generará una reducción estimada del 1,6 % del PIB en la región, una décima menos que la media nacional (1,7%), y supondrá la pérdida de 11.342 empleos en la región. “Los efectos sobre la industria enfatizan el deterioro de las regiones más débiles. Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia, con una renta per capital inferior a la media nacional, podrían acusar un significativo deterioro industrial”, señala el informe.

Como primera aproximación se ha asumido que el estado de alarma supondría una paralización completa de los gastos en consumo privado destinados a vehículos, alojamientos y hostelerías, agencias de viaje, educación, servicios artísticos y espectáculos y servicios deportivos y recreativos. Para la demanda de productos industriales, así como los servicios de transporte marítimo y aéreo, según CEPREDE, se ha asumido un porcentaje de contención del 80%.

“Asumiendo que el estado de alarma se prolongará durante un mes, la contención del consumo privado podría suponer hasta un 8,2% en aquellas actividades que se paralizan en su totalidad”.

La declaración del estado de alarma, con la restricción de movimientos de la población y el cierre de una gran cantidad de comercios está generando una contención del consumo privado cuyos impactos finales afectarán al crecimiento diferencias de las comunidades autónomas. Así lo refleja un segundo estudio elaborado por el Centro de Predicción Económica (CEPREDE) sobre el posible efecto que podrían tener sobre cada una de las regiones españolas la contención del consumo privado derivada de la crisis del coronavirus.

Valorado un impacto medio en el conjunto de la economía española del 1,7%, los efectos regionales recorren un amplio rango con máximos en Baleares y Canarias y mínimos localizados en Ceuta y Melilla. A nivel nacional, se podrían destruir 300.000 puestos de trabajo, siendo Cataluña, con unos 60.000, seguida de Madrid (52.000) y Andalucía (46.000) las comunidades más castigadas en términos absolutos. Eso sí, CEPREDE advierte de que datos deben ser entendidos como un ejercicio de aproximación, puesto que aún no se dispone de información estadística pormenorizada.