Castilla-La Mancha Opinión y blogs

Sobre este blog

De Girona a Cuenca para fabricar juguetes artesanos: emprender en el pueblo en plena pandemia

0

Andrea y Rodolfo viven en Tragacete (Cuenca) desde hace unas semanas junto a su hija. La mudanza al pueblo tuvo mucho que ver con el estilo de vida que buscaban. Se han trasladado desde una localidad de mediano tamaño de la costa de Girona y su motivación ha sido la pandemia y la necesidad de buscar un lugar más pequeño, en la naturaleza. “A veces se piensa que solo las ciudades te ofrecen posibilidades, pero si uno quiere puede tenerlas en los pueblos. Eso sí, hay que estar dispuesto al cambio”.

La iniciativa 'Hola Pueblo' les dio la opción de iniciar una nueva vida en este pueblo serrano que no llega a los 300 habitantes.

Su intención era poner en marcha un proyecto alternativo a las tradicionales casas rurales. ‘Las Leñas’, el nombre de su iniciativa, pretendía ofrecer alquiler de alojamiento y además servicio de cocina ecológica y sostenible: comidas elaboradas con productos orgánicos de su granja y huerto.

“Queríamos una casa rural en una zona natural y Tragacete fue la mejor opción”. A eso se sumó la disposición por parte del Ayuntamiento que dirige Diego Yuste. “Aquí el alcalde está muy comprometido con la repoblación y nos ha ayudado bastante. Nos han recibido muy bien”, cuenta Andrea.

Esta familia es una de las que hoy ocupan una de las viviendas sociales cedidas por el Ayuntamiento y ubicadas en el antiguo cuartel de la Guardia Civil. Sin embargo, de su idea inicial de ofrecer alojamiento rural y carnes a la brasa en ‘Las Leñas’, han pasado a montar Carpintoys, un taller de juguetes artesanos que también vende online.  

Y es que, si la pandemia animó a esta pareja de origen argentino a mudarse al pueblo, ha sido también la razón para cambiar sus planes: no era quizá el mejor momento para iniciarse en el negocio del turismo rural.

La iniciativa ¡Hola Pueblo! les puso en contacto con el municipio de Tragacete, ayudó con el plan de negocio y marketing del alojamiento rural pero no supone ‘de facto’ recibir ayudas económicas y los ahorros de Andrea y Rodolfo se han tenido que volcar ahora en una alternativa. “El esfuerzo vale la pena”, subraya la emprendedora.

Del pasatiempo han pasado a la necesidad de reinventarse a la espera de que amainen los efectos de la pandemia. “Empezamos con cosas pequeñas para la nena. Rodolfo no es del mundo de la Hostelería y poco a poco hemos comprado herramientas, yo he ayudado con la página web y lo hemos reconvertido en algo más profesional”.

Frente a los juguetes de plástico y materiales similares, mayoritarios hoy en el mercado y que, explican, “a nuestra hija no le llamaban la atención”, ellos se han decantado por la madera. Y paradójicamente, en una provincia maderera como Cuenca, les está siendo complicado encontrar materia prima. “A veces hemos tardado hasta una semana en conseguir materiales”.

Ofrecen juguetes educativos. “Seguimos la línea pedagógica de Montessori y Pikler, el sistema de movimiento libre”, explica Andrea.

Además, ofrecen a los clientes la posibilidad de que los juguetes puedan reutilizarse una vez que sus hijos ya no los usen. “Los volvemos a acondicionar y los donamos a centros educativos o lúdicos. Lo propusimos para el propio colegio en Tragacete”.

A día de hoy “lo único que extraño de la ciudad es la fibra”, comenta Andrea a la hora de gestionar su negocio digital o sus propias necesidades personales. Las conexiones en la Serranía conquense no son siempre las óptimas. “Hay días que el ADSL funciona, pero cuando llueve o nieva, no. Me arreglo como puedo, pero…Sí, sería atractivo para que otras personas se animen a venir y teletrabajar”.

En todo caso, Andrea anima a las personas emprendedoras a trasladarse al pueblo. “Parece difícil, pero termina siendo más fácil que en la ciudad. Me siento mejor. Se puede vivir de una forma más simple, sin tanto rollo y más en estos tiempos”.  Por cierto, Tragacete necesita servicios de Panadería, ampliar la oferta de alojamientos turísticos, empresas de turismo activo y de servicios, tal y como consta en la ficha del municipio en holapueblo.com

Andrea y Rodolfo viven en Tragacete (Cuenca) desde hace unas semanas junto a su hija. La mudanza al pueblo tuvo mucho que ver con el estilo de vida que buscaban. Se han trasladado desde una localidad de mediano tamaño de la costa de Girona y su motivación ha sido la pandemia y la necesidad de buscar un lugar más pequeño, en la naturaleza. “A veces se piensa que solo las ciudades te ofrecen posibilidades, pero si uno quiere puede tenerlas en los pueblos. Eso sí, hay que estar dispuesto al cambio”.

La iniciativa 'Hola Pueblo' les dio la opción de iniciar una nueva vida en este pueblo serrano que no llega a los 300 habitantes.