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Creando Oportunidades
Lo primero en estas fechas es desearos un feliz 2016, lleno de éxitos tanto en lo personal como en lo profesional. La palabra éxito es, desde mi punto de vista, una palabra mágica. En mis talleres suelo preguntar: ¿qué es el éxito para ti? A pesar de que es una palabra muy común, cada uno tiene su propia definición. Alguno lo asocia con casas grandes, otros con deportivos llamativos, otros con ser felices, otros lo ven como algo inalcanzable. Algunos bajan la cabeza pensando que no han probado el éxito en su vida y para otros es cumplir con lo que se proponen. Llegar a la meta, sea cual sea. Esta es la definición que más me gusta. Desde mi perspectiva, me siento exitoso cuando cumplo lo que me propongo, y eso puede ser desde captar un nuevo cliente, el agradecimiento por mis servicios, correr una media maratón, ganar una batalla contra esos kilitos de más… Cada persona tiene su propia imagen del éxito, pero este pasa siempre por lograr “algo”.
En estas fechas es muy habitual fijarse nuevos objetivos, estos propósitos de los que ya hemos hablado en otro post. Para no desanimarse en el intento, os traigo cinco astucias para desarrollar y cuidar vuestra motivación:
¡Empieza ya! Define tu objetivo (leerte el post Viajando a MARTE te puede ayudar en esta tarea) y adelante. No esperes el momento idóneo. Si definimos un objetivo como “ir de un punto A hasta un punto B”, actúa y vete acercando a tu objetivo, aunque sea poco a poco. Lo importante es no quedarse parado. Tu zona de confort ejerce un poder de atracción real (o mejor dicho, de retención). Sea cual sea tu objetivo, el primer paso es el más importante y mientras no lo des, no estarás trabajando para conseguirlo.
Piensa en tu objetivo, ¿para qué lo quieres conseguir? ¿cómo te sentirás cuando lo hayas conseguido? ¿cómo te visualizas al conseguirlo? Piensa también en los obstáculos, ¿qué aspectos te pueden desmotivar? ¿en qué pensarás para seguir motivado cuando te toque superar estos obstáculos o estos momentos de menos ilusión? Tu motivación por el logro de tu objetivo debe ser superior a tu motivación hacia otros aspectos que te alejan de tu objetivo principal. Cuando te desmotivas pierdes el foco sobre tu objetivo y desvías tu capacidad de motivarte hacia otro objetivo.
Pongamos que tu objetivo es correr una media maratón y ya llevas dos semanas preparándote. Pero hoy hace más frío que otros días, y renuncias a salir, renuncias con esa mala consciencia y ese pensamiento de “ya me he desmotivado, no tengo fuerza de voluntad,”. No te martirices, no es que hayas perdido la motivación, es simplemente que te motivaste más con la imagen de quedarte calentito en casa, que con la de pasar frío corriendo. Pero la motivación sigue ahí.
Diseñar tu estrategia de motivación pasa por tener en cuenta estos momentos y pensar en qué te motiva más que quedarte en casa calentito.
Henry Ford decía “no hay objetivo imposible si lo fragmentas en muchos objetivos más pequeños”.
Aquí quiero aportar una distinción entre objetivo de resultado y objetivos de proceso. El objetivo de resultado es el objetivo final, el objetivo de proceso es ese objetivo inmediato que me permitirá avanzar hasta el objetivo final. Es el “partido a partido” del que hablan muchos entrenadores. ¿Cuántos pasos hay entre tu situación actual y la situación deseada?. Ten presente la meta final, pero pon el foco en el camino y marca tu itinerario. Recuerda que Apple nació en un garaje.
Además, los micro-objetivos generan micro-resultados que te permiten celebrar éxitos y generar más motivación hacia tu objetivo final.
Autoconfianza, motivación y éxito van de la mano. Lo bueno es que el cerebro no identifica el origen de tu autoconfianza y eso nos puede ayudar mucho. Identifica qué factores externos te motivan: la música, la lectura, alguna película… con qué personas te motivas más, en qué entornos. Identifica qué factores internos también te motivan (alguna actividad que te genera una sensación de confianza y bienestar).
Cuida de estos momentos y rescata esta energía para enfocarla al cumplimiento de tu objetivo.
Prepárate para caerte y levantarte. Si tu objetivo es ambicioso debes estar preparado para que no sea un camino de rosas. Un amigo mío dice que no se corre una maratón y se llega silbando a la meta. Estoy totalmente de acuerdo con él.
Tu reacción ante las dificultades, ante los resultados decepcionantes, ante los fracasos, ante tus propios autoboicoteadores determinará el éxito o el fracaso en la consecución de tus objetivos. Cuanto más grande sea tu meta más grande debe ser tu resistencia a la frustración, lo cual requiere una gran estrategia de motivación.
Para este 2016 te deseo que llegues al 2017 con la satisfacción de haber vivido un 2016 lleno de objetivos cumplidos.
“¡A por ellos Tigre!”
Lo primero en estas fechas es desearos un feliz 2016, lleno de éxitos tanto en lo personal como en lo profesional. La palabra éxito es, desde mi punto de vista, una palabra mágica. En mis talleres suelo preguntar: ¿qué es el éxito para ti? A pesar de que es una palabra muy común, cada uno tiene su propia definición. Alguno lo asocia con casas grandes, otros con deportivos llamativos, otros con ser felices, otros lo ven como algo inalcanzable. Algunos bajan la cabeza pensando que no han probado el éxito en su vida y para otros es cumplir con lo que se proponen. Llegar a la meta, sea cual sea. Esta es la definición que más me gusta. Desde mi perspectiva, me siento exitoso cuando cumplo lo que me propongo, y eso puede ser desde captar un nuevo cliente, el agradecimiento por mis servicios, correr una media maratón, ganar una batalla contra esos kilitos de más… Cada persona tiene su propia imagen del éxito, pero este pasa siempre por lograr “algo”.
En estas fechas es muy habitual fijarse nuevos objetivos, estos propósitos de los que ya hemos hablado en otro post. Para no desanimarse en el intento, os traigo cinco astucias para desarrollar y cuidar vuestra motivación: