“El arte de emprender, como todo buen arte, comenzó sin saber por qué”. Estas palabras son de Alejandro González Sánchez, un emprendedor que participó en la primera edición del programa Lazarus y que es cofundador de la empresa Ydray.com. Actualmente está posicionado en más de cien países, y cuenta con 28.000 usuarios diarios. Se trata de un modelo gratuito donde los usuarios pueden compartir archivos de hasta 5Gb, aunque dispone de servicios de pago según diferentes planes profesionales.
Es solo un ejemplo de uno de los emprendedores que han decidido participar en Lazarus, la incubadora y aceleradora de empresas innovadoras de la Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha. Esta semana se ha presentado la cuarta edición y se ha abierto el plazo para presentar proyectos hasta el 15 de noviembre. Lazarus, es, según explican desde la Fundación, la única aceleradora privada de empresas de Castilla-La Mancha que ayuda a los emprendedores a convertir sus ideas en negocios rentables y de futuro.
“Estamos muy contentos con Lazarus porque es un programa más arriesgado que otros porque los emprendedores que cogemos son las sturtups, emprendedores innovadores que no saben cómo ganar dinero y que tenemos que ayudarles para que consigan saber algo”, explica Vicente Muñoz, gerente de la Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha. El programa incluye una primera fase de formación de seis meses y una segunda de acompañamiento de casi dos años y medio, el mayor periodo del mercado, estando a su lado y trabajando mano a mano para que su empresa perdure en el tiempo.
“Cada vez vamos teniendo más nombre y la gente que está alrededor de Lazarus es muy buena y dentro del ecosistema español, este programa está muy bien situado”, asegura Muñoz. Es más, explica que ‘Lazarus 4’ viene avalada por el éxito y la repercusión internacional de los proyectos participantes. De los 35 proyectos elegidos en las tres ediciones anteriores, 28 empresas están funcionando y 15 de ellas facturando.
“Yo he sido emprendedor durante muchos años y encima como es para ayudar a la gente pues Lazarus me entusiasma. He ido a cada una de las sesiones, cada vez que tienen un problema es a mi a quien llaman”, asegura Muñoz, que se enfrente a su primera edición de Lazarus como nuevo gerente de la Fundación. Entre las principales novedades de esta edición es que se deja de realizar en Ciudad Real y tendrá su centro de operaciones en Toledo.
El motivo de este cambio, es que como el programa es gratuito desde la Fundación quieren que los emprendedores paguen al menos “con su esfuerzo”, y como la mayoría de ellos vienen de Madrid, el hecho de viajar hasta la capital regional ya implica algún esfuerzo, “menos doloroso que ir a Ciudad Real”. Pueden presentarse proyectos de toda España, aunque constituidos en Castilla-La Mancha, Castilla y León y Madrid, ámbito de actuación de Caja Rural Castilla-La Mancha.
“Buscamos emprendedores diferenciales, fabulosos, muy buenos, entre los mejores que tengamos en Castilla-La Mancha, con ideas innovadoras de cualquier sector, que tengan el empuje necesario para llevarlas a la realidad y poder cambiar la economía de España”, señala el gerente de la Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha.
El Gobierno regional vuelve a apostar por Lazarus con una financiación de hasta 100.00 euros para el Proyecto con Mayor Potencial de Generación de Riqueza para Castilla-La Mancha. El director general de Empresas, Javier Rosell, asegura que este es un dinero “bien utilizado”, como se ha demostrado con el proyecto de “Lazarus” premiado por la Junta el año pasado, “Angeltic”, una APP para el control de la vida saludable que ha sido premiada en Berlin.
Premios para emprendedores
Una vez finalizado el plazo de presentación de candidaturas, un Comité Técnico preseleccionará a los 100 mejores emprendedores. Tras una fase de entrevistas personales, un Comité Asesor de grandes expertos del emprendimiento elegirá a los 12 participantes de “Lazarus”, que serán premiados con su continuidad en la fase de Acompañamiento y Aceleración.
Además, “Lazarus” entrega otros cuatro premios para reconocer la valía de los proyectos, aportados por las instituciones colaboradoras y la propia Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha.