La energía se acaba en Puertollano
Puertollano, indiscutible centro industrial de Castilla-La Mancha, así como una de las ciudades más importantes en número de habitantes. Pero la localidad ha sufrido el cierre de importantes empresas que han traído consigo una pérdida de empleo que acentúa la situación de por sí muy delicada de paro en la localidad. Resultado de la crisis económica general y la particular del sector de las energías renovables, la localidad ciudadrealeña sufre ahora el inicio de lo que puede ser un futuro muy negro.
Silicio Solar fue la empresa que inició este ciclo de cierres ligados directamente con la industria energética. Silicio cerró sus puertas a finales de 2012, después de mantener a 463 trabajadores de los más de 700 que tenía en plantilla, ya que tenían la esperanza de reiniciar la producción después de haber aplicado un Expediente Temporal de Regulación de Empleo, y haber despedido a 300 trabajadores. Sin embargo, las negociaciones no dieron resultado y la empresa decidió echar el cierre definitivo y despedir a casi toda la plantilla, lo que afectaba a casi medio millar de familias.
Después vino Solaria, que llegó a acoger a medio millar de trabajadores suculentas ayudas del Ministerio de Industria. Cuando cerró esta fábrica de módulos fotovoltaicos, fueron 213 trabajadores los que se fueron a la calle. La empresa aludió a que las políticas energéticas del Gobierno de España no ayudaron “en nada” a mantener la producción de paneles que llevaban a cabo, según recogió EFE tras su cierre. Ambas iniciaron su actividad al alero de las subvenciones que el Gobierno de España puso a disposición de la producción de la energía renovable. La central térmica E.ON siguió los pasos de ambas empresas. Su cierre se hizo oficial en abril de 2014, a pesar de llevar cerrada desde octubre de 2013. Las negociaciones de los despidos no se hicieron para todos los trabajadores, ya que se negoció la recolocación de otros y tampoco se desmanteló, para mantener la central en una ubicación por la que pasa una línea energética que evacúa electricidad hacia Madrid y Levante.
Y entonces vino Elcogas. Fue en junio de 2014 cuando el Consejo de Administración anunció su decisión de cesar la actividad de explotación de la Central de Gasificación Integrada en Ciclo Combinado en la localidad, debido a que no era viable económicamente. Los trabajadores iniciaron una larguísima serie de manifestaciones y protestas en contra del cierre, que llegaron a acumular hasta veinte mil personas en la localidad, según los cálculos de los sindicatos organizadores. Los trabajadores se encerraron, pitaron, acudieron a Madrid y a las Cortes castellano-manchegas para evitar el cierre.
Pero Industria comunicó su aprobación para cerrar la central, pero la empresa logró que se prorrogara la desconexión de la central mientras elaboraban un plan de viabilidad. En dicho documento, Elcogas planteaba una generación eléctrica híbrida, en base a carbón, biomasa y residuos sólidos urbanos. La propuesta, señalaba Elcogas, era “minuciosa y exhaustiva”. Sin embargo, Industria dio carpetazo a dicho plan. José Manuel Soria, Ministro de Industria en funciones, aseguró que no había recibido ningún plan, sino un documento y que por tanto no podía aprobarlo. En este sentido, Soria aseguró que revisaría cualquier plan de viabilidad que la empresa le presentara. Ante tal negativa, el último Consejo de Administración ha comunicado, finalmente, el cierre de la empresa a pesar de que el Ejecutivo castellano-manchego sugirió que esperaran a un cambio de Gobierno.
Con el cierre de la empresa, se prescinde de 300 trabajadores, de manera directa, pero los sindicatos además han calculado que el cierre de la planta afectaría a un total de mil trabajadores de forma indirecta. Así, en total el número de empleos perdidos por la crisis industrial en Puertollano podría llegar a rondar los dos millares, según han calculado agencias como EFE. Pero la localidad no pierde la esperanza de revertir la situación, eso sí, y tal como ha señalado la alcaldesa de Puertollano, si se vuelve a apostar por las energías limpias para diversificarse como comarca minera.