Más de seis años de lucha llegan a su fin: ya hay fecha para exhumar a Enrique Horcajuelo, fusilado por el franquismo

El próximo 26 de junio comenzarán las labores para exhumar los restos de Enrique Horcajuelo, un talaverano fusilado en la dictadura. Ha sido la fecha elegida por la familia y el equipo forense 'Paleolab' para llevar a cabo la búsqueda de sus restos, después de que el pasado mes de enero, el Ayuntamiento de Talavera diera el visto bueno al inicio de los trabajos en el cementerio de la ciudad.

En el documento, firmado por el alcalde de Talavera, Jaime Ramos, se recogía entre otros asuntos, que la excavación se realizaría en el lugar referenciado por la familia y que se debía llevar a cabo por medios manuales y por personal especializado, y que la excavación se llevaría a efecto el día y la hora señalado por la familia.

Eso sí el Ayuntamiento autorizó la exhumación con la condición de que si en cualquier momento de la excavación surgiesen restos de más de una persona, con carácter automático, cesarían sus efectos, procediéndose a la suspensión de los actos de ejecución. Hay que recordar que hubo una persona que en período de alegaciones presentó un recurso para que no removieran los restos de otro fusilado, Lucio Tubilla de la Hoz, que tambien reposan en el cementerio. En este caso fue su nieto quien lo solicitó.

La familia de Enrique Horcajuelo ha querido aclarar que dicha alegación finalmente no ha salido adelante.“El nieto rectificó su negativa a que pudieran ser removidos los restos de su abuelo, ya que ha entendido que es imposible que sus restos y los de Enrique Horcajuelo puedan estar juntos”.

El pasado 24 de mayo, la familia del fusilado y el equipo forense 'Paleolab' mandaron un escrito al consistorio confirmando que querían “comenzar los trabajos de búsqueda y exhumación en el cementerio de Talavera de la Reina el 26 de junio”. Además pedían al Ayuntamiento la “máxima colaboración” para poder llevar a cabo las excavaciones conforme al artículo 11 de la Ley de Memoria Histórica 52/2007.

En relación con los gastos de la exhumación, la familia y amigos han estado estudiando varias opciones, “ya que sabemos que no hay ni un solo euro destinado por el Gobierno para Memoria Historica”, pasando por el crounfundig o ayuda desinteresadas de algunas asociaciones. “Tenemos una pequeña ayuda apalabrada del pueblo natal de Enrique, San Bartolome de las Abiertas, el resto de los gastos seran sufragados por el grupo y las personas que nos han estado ayudando y dando apoyo desinteresadamente como el grupo Parlamentario IU-PODEMOS”, explica la familia del fusilado.

A la exhumación podrán asistir, entre otros, la familia de Enrique Horcajuelo, el personal especializado que realizará las tareas de exhumación, dos representantes acreditados de la familia, el encargado del cementerio y el funcionario jefe del negociado que levantara acta de la actuación.

La familia ha querido agradecer la ayuda económica y moral que están recibiendo de colectivos y personas pero insiste en que la responsabilidad debe recaer en el Gobierno central o en el autonómico. “No vamos a dejar de pedir que la factura sea sufragada íntegramente por quienes por su desidia y dejadez han dejado a España en una situacion vergonzosa con cunetas y fosas repletas de personas que aun esperan su momento de verdad, justicia y reparacion”. Además la familia de Enrique Horcajuelo ha querido agradecer expresamente al alcalde, Jaime Ramos, su predisposición con este asunto.

“Señor Sánchez, presidente del Gobierno o posteriores que pudieran venir, tienen una factura moral y económica que pagar, ustedes tienen en su mano el olvidar el apellido Horcajuelo o recordarlo cada varios meses, porque le aseguro que no vamos a dejar de exigirles que cumplan con su responsabilidad” concluye la familia.

“Ha llegado el día”

Una de las que más ha celebrado la noticia ha sido la hija de Enrique Horcajuelo, Enriqueta, después de más de seis años luchando por exhumar los restos de su padre. “La noticia ha sido muy buena, y aunque no estoy bien de salud soy una persona bastante fuerte y cuando comencé a luchar por la exhumación de mi padre dije que no me iba a rendir y me siento muy contenta”, ha dicho en declaraciones a eldiarioclm.es

Enriqueta ha querido agradecer al alcalde de Talavera, Jaime Ramos, que diera el consentimiento para llevar a cabo la búsqueda de los restos de su padre en el cementerio de la ciudad. “Cuando estuve en Talavera para poder hablar con el alcalde me sentí arropada por Ana Navarrete (Podemos) y por Sonsoles Arnau (Izquierda Unida) por la que fue posible que yo hablase con el alcalde de la ciudad. Yo lo que quería es que el alcalde y yo estuviésemos frente a frente, y lo dije métase usted en mi piel y el me contestó yo no me opongo y la verdad es que me dio satisfacción”.

Una lucha de más de seis años

La lucha comenzó hace ya más de seis años, y su principal baza siempre ha sido el testimonio oral de una persona que visionó su fusilamiento por lo que la familia dice saber “con certeza” el sitio exacto donde se encuentran los restos de su familiar, “en concreto al lado de la fosa común, pero apartado del resto”. Cuando tuvieron conocimiento de este hecho, en octubre de 2015, Miguel Mateo Horcajuelo solicitó a la asociación memorialista La Gavilla Verde la búsqueda y recuperación del cuerpo de Enrique.

Este colectivo inició los trámites de solicitud y recabó testimonios del fusilamiento y del enterramiento. El 19 de enero de 2016 se registró en el Ayuntamiento de Talavera la solicitud de exhumación y tras una primera respuesta del Consistorio negando la existencia de información sobre Enrique, la asociación envió un escrito aclaratorio sobre la localización del cuerpo en la fosa. En la misma se detalla cómo la fosa en la que se encuentran los restos de Enrique es pequeña, se hizo con el fin de enterrarlo a él y está separada de la fosa común en la que hay enterrados un amplio número de fusilados.

Pero con todo ello, en junio de 2016, La Gavilla Verde recibió de nuevo resolución negativa firmada por el Secretario General del Ayuntamiento, Antonio López Abarca. Por ello, en ese mismo mes mandó otro escrito para adjuntar al expediente, acerca de la situación del cuerpo en la fosa. El 14 de julio presentó además recurso de reposición, ratificando la documentación presentada. El día 22 de julio, recibió desestimación del mismo.

Pero la lucha no terminó ahí, en noviembre de 2017, la hija de Enrique Horcajuelo, acudió al pleno del Ayuntamiento para pedir, de nuevo, que la exhumación de los restos de su padre. Una demanda que aseguró no estaba marcada, “ni por la revancha ni por la intención de reabrir heridas”, sino por “una cuestión de humanidad”. Fue precisamente en este pleno, donde el alcalde de la ciudad, Jaime Ramos, se comprometió con Enriqueta a estudiar el caso.

“Hemos tenido muchas trabas, se han hecho muchos escritos, entre otros a la defensora del pueblo, se ha pedido ayuda a los partidos políticos y la verdad es que las únicas personas que han estado con nosotros han sido la gente de Podemos de Castilla-La Mancha y una chica de Izquierda Unida de Talavera”, señala el nieto. “Tuve la suerte de contactar con Podemos y me he sentido muy arropada cuando he estado en Talavera”, explica Enriqueta.

El caso de Timoteo Mendieta

La lucha de Enriqueta y de su familia se ha convertido en una de las muchas batallas que se están llevando a cabo en España por hacer cumplir la Ley de Memoria Histórica. En 2017 se identificó el cuerpo de Timoteo Mendieta en el cementerio de Guadalajara. La lucha para encontrar los restos de este sindicalista de UGT fusilado en 1939 fue larga. Muy larga. La familia debió realizar hasta dos exhumaciones para poder identificar finalmente el cuerpo y enfrentarse incluso a una posible tasa por haber llevado a cabo la exhumación que tanto los Mendieta como la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) se negaron a pagar al Ayuntamiento de Guadalajara.

La hija de Mendieta, Ascensión, se convirtió en un símbolo de la lucha por la memoria histórica al seguir peleando por encontrar a su padre cerca de los 90 años. También por subirse a un avión y llegar hasta Argentina para conseguir que se autorizase la exhumación de las fosas comunes, dentro del proceso conocido como la ‘querella argentina’. Fue finalmente un sindicato noruego el que financió la exhumación del cuerpo de Mendieta.