En la localidad toledana de Carpio de Tajo quieren conseguir la abolición del “ritual” conocido como 'Correr los gansos', tradición medieval que tiene lugar todos los años en la localidad toledana de Carpio de Tajo, cada día 25 de julio “en honor” a Santiago Apóstol. La promotora de la iniciativa es Carmen Córdoba quien explica que durante ese día se colocan dos palos altos en el centro de la plaza a una distancia de unos seis metros y se unen por una cuerda gruesa. Entonces se ata allí a una serie de gansos (“en la actualidad se jactan de haber sido previamente sacrificados por un veterinario, pero que en tiempos no muy remotos eran colgados y decapitados vivos”, dice la promotora de la recogida de firmas) para que jinetes a caballo enjaezados les arranquen la cabeza. “El ganador es aquel que más cabezas sume. Y las hará servir de trofeo para sus mujeres, hermanas y madres”, explica.
Córdoba denuncia que la fiesta “ transcurre con la callada complicidad de los párrocos entre oraciones y procesiones místicas. ¿No es la iglesia de Cristo la encargada de purificar y salvar las almas?, se pregunta para comentar que ”no lo será, si permite el asesinato animales indefensos para el recreo de una muchedumbre salvaje“. Sostiene que ”aún es más triste que estas prácticas sean presenciadas por niños, que van a crecer aceptando que los animales deben ser motivo de festejo violento, sembrando así el no respeto hacia los mismos, estén muertos o vivos“ y cree que se viola el artículo 10 de la Declaración de los Derechos del Niño de 1959, que recoge ”el derecho a ser criado con un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos y hermandad universal“
“Hay que alejar a la infancia de la participación y observación de actos y espectáculos que supongan el sufrimiento y maltrato de los animales, como forma de conseguir una sociedad futura más pacífica y con mayor empatía hacia el sufrimiento, que rechace cualquier forma de violencia sea quien sea la víctima.
Los gansos están colgados por las patas y, reitera, “a pesar de estar muertos sus cabezas son brutalmente arrancadas”, por lo que pide la “abolición absoluta de este espectáculo bárbaro para poder ver a los animales de otra manera, tal y como plantea la evolución y la conciencia de esta época en la que vivimos, donde la ciencia nos ha aportado los suficientes datos como para saber que estas prácticas son inadmisibles”.
Carta al alcalde y al presidente de la Junta
La petición continúa recordando que “la sensibilidad de todos los que vivimos en este país es muy diferente al paradigma que esta práctica absurda, violenta y escudada en la tradición nos ofrece” y en su carta se dirige tanto al alcalde de la localidad, Germán Jiménez Marcos como al presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ambos del Partido Socialista.
“Ambos sabéis que la cultura debe sustentarse en actividades constructivas y que impliquen crecimiento personal basado en el desarrollo y el respeto hacia la vida de cualquier ser vivo.Les ruego que hagan todo lo que esté en sus manos para acabar con este arcaico e inhumano festejo”, dice la promotora de la campaña. Mientras, desde el Ayuntamiento de El Carpio de Tajo señalan que el alcalde no hará comentarios sobre la petición.