La Fiscalía mantiene las penas por el incendio de la planta de reciclaje de Chiloeches
La Fiscalía ha mantenido sus peticiones de pena, de hasta 19 años de prisión y 14 de inhabilitación para alguno los 18 acusados --al margen de las tres empresas--, en el macrojuicio por el incendio de la planta de reciclaje de residuos de Chiloeches (Guadalajara) en agosto de 2016, entre las que se encuentran empresarios, directivos y cargos y ex altos cargos políticos y técnicos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
El juicio arrancaba el pasado 20 de septiembre en la Audiencia Provincial de Guadalajara y este mismo lunes ha arrancado a primera hora de la mañana la fase de presentación de informes y conclusiones de las partes, con 40 sesiones hasta el momento y la previsión de que la vista concluya el próximo 17 de diciembre, jornada en la que quedará visto para sentencia tras pasar por la sala más de 170 testigos y peritos.
Después de casi seis horas de exposiciones, el Ministerio Fiscal ha elevado a definitivas sus conclusiones provisionales para los acusados en este macrojuicio, acusaciones que tienen relación con los delitos de participación en grupo criminal, gestión de residuos peligrosos o delito agravado contra el medio ambiente, así como prevaricación administrativa medioambiental, explotación de instalaciones peligrosas y falsedad documental.
El incendio registrado el 26 de agosto de 2016 es el que da lugar a este procedimiento en el que también se tiene que dirimir no solo cómo se provocó el incendio y las consecuencias sino si en la planta donde se generó el fuego se mezclaban residuos peligrosos con residuos no peligrosos con la finalidad de camuflarlos en su traslado y ahorrar así costes en el tratamiento de los mismos, presuntamente con el objetivo de obtener un beneficio económico.
Para el Ministerio Fiscal, este incendio “no deja de ser la materialización de todo ese peligro generado” previamente a producirse el fuego, aludiendo a las condiciones de almacenamiento de los residuos que allí se recogían, las propias mezclas de dichos residuos sin caracterizar y el transporte. Así, la Fiscalía entiende que “no existieron las medidas necesarias de seguridad para garantizar” que no se generaran riesgos para las personas que también estaban en contacto con ellos.
En referencia concreta a la imputación del que fuera en el momento de producirse el incendio, el viceconsejero de Medio Ambiente, Sergio David González Egido, la fiscal ha indicado que en materia de residuos este responsable tenía competencias para “la planificación, coordinación, seguimiento, autorización y vigilancia”, entendiendo que “era conocedor de la arbitrariedad” de una resolución dictada en octubre de 2015 de la que se iba a beneficiar el Grupo Layna.
Así, respecto a esta resolución dictada por él en octubre de 2015, ha recordado que antes de acceder a la Consejería el 23 de octubre de 2015, en marzo de ese año ya “se estaba fraguando” el contrato entre Kuk y Layna, empresa esta última con la que Egido tenía amistad y de la que el técnico medioambiental era cuñado de González Egido, ha recordado.
Según la Fiscal, además, en su etapa en el cargo hubo correos que hablaban de reuniones internas en las que participaba Egido y ha sostenido que la venta de la empresa que tenía él antes de llegar al viceconsejería y de la que se desvinculó al acceder al cargo por temas de incompatibilidades, “no fue desvinculación real, sino que se vio obligado” por ostentar un cargo público.
También, el Ministerio Fiscal ha señalado que prueba de esa vinculación está el que al ser preguntado sobre la empresa el que se quedó con ella después, demostró que “no tenía ni idea de cual el objeto social” de la misma pese a haberla comprado a Egido ni recordaba que se había ampliado dicho objeto social.
Ha hecho mención la fiscal al perfil del viceconsejero y su “injerencia” cuando dictó la resolución sobre el Grupo Layna. “Resulta imposible y racionalmente difícil entender o comprender” que no conocía la captación de lodos de otra empresa o la idea de alquilar las instalaciones de Kuk por parte de Layna en Chiloeches ni que esas actuaciones se realizaran al amparo de una autorización ambiental de la que Layna no era titular y de la que la administración, oficialmente, no tenía conocimiento.
Para el Ministerio Fiscal, en todos estos trámites Egido debería haberse abstenido a la hora de dictar la resolución del 28 de octubre de 2015 y no lo hizo, entendiendo que tanto en su caso como en el resto de los acusados, existe “abundante prueba de cargo”.
En cuanto a otro de los inculpados, el que fuera concejal de Urbanismo hasta 2011 y alcalde de Chiloeches de 2011 a 2015 --antes de producirse el incendio--, César Urrea, el Ministerio Fiscal ha señalado que conocía la situación urbanística de las instalaciones y de vulnerabilidad que presentaba la planta y que no se constató la ilegalidad de la planta hasta que no hubo un cambio de Gobierno municipal.
Por su parte, la letrada que representa al Gobierno de Castilla-La Mancha como acusación en esta causa, ha puesto el acento en que el incendio se produjo por la “actuación imprudente” de los investigados y a “cúmulo de negligencias imputadas” a cada uno de ellos.
Para la acusación, que ha mantenido sus peticiones de pena por este “desastre ecológico”, y en concepto de daños, ha detallado los distintos trabajos que tuvo que realizar la administración tras el fuego para evitar que los residuos se filtrasen hacia el río Henares y ha reclamado los gastos que ha tenido que afrontar el Gobierno regional a raíz de este suceso.
El letrado que representaba al Ayuntamiento, en una exposición muy clara y detallada, ha hecho especial hincapié en la involucración de las empresas en este caso, por actuar y funcionar “a espaldas” del control administrativo, permitiendo la mezcla de los residuos peligros líquidos y lodos hasta formar una masa que cargaban en camiones y que recubrían con otra capa de residuos de la construcción con la finalidad de “camuflarlos”, ha señalado.
Este martes tendrá lugar la sesión número 41 en la que tomarán la palabra las defensas de los distintos acusados. Si el ritmo de la vista sigue como hasta ahora, el viernes el juicio quedará visto para sentencia.
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