Si a principios de esta semana fueron los sindicalistas de CCOO del Área Pública los que exigieron en Toledo los derechos que reclaman mediante una concentración, este jueves ha sido el turno de CSI-F, que se ha concentrado en todas las provincias de Castilla-La Mancha para exigir la recuperación de los derechos salariales y laborales que se les adeudan. Unos 67.000 empleados públicos de la Junta de Comunidades aún están a la espera de una negociación que les haga recuperar, entre otras cosas, la parte de paga extraordinaria que les quitaron o la rebaja salarial autonómica del 3%.
Desde CSI-F, explican que llevan sufriendo los recortes los cuatro años que estuvo Cospedal en el sillón presidencial de la región y ahora con Page, en estos últimos meses, desde que el PSOE pasó a ser el partido que preside las Cortes. Varias de las medidas que prometió subsanar el actual presidente regional cuanto antes, han quedado relegadas a 2016, como el montante que resta de la extra de Navidad de 2012. En ese aspecto, esta misma semana, el PP ha asegurado a los funcionarios que tampoco en el primer mes de 2016 cobrarán esa cantidad de dinero, porque en ese aspecto Page “miente”, según los populares.
Los funcionarios de Castilla-La Mancha explican que los recortes que se producen en esta región no se dan en ninguna de todo el territorio nacional y, además, se prolongan ya demasiado en el tiempo. Ponen de manifiesto que la excusa que se le ha dado radica en las elecciones generales que están a la vuelta de la esquina, el 20 de diciembre, y en que aún están pendiente de salir a la luz pública los Presupuestos de la región para 2016. Los trabajadores del Área Pública, de los diferentes sindicatos, no creen que esto sea motivo suficiente para que las medidas que les atañen a ellos no se esclarezcan ni se lleven a cabo.
Desde CSIF-, tienen claro que en su momento fue error de Cospedal por aprobar los recortes que a día de hoy siguen arrastrando y que, precisamente por eso y ahora que está la pelota en el tejado de un partido diferente, ahora la culpa es del relevo de la expresidenta regional, que no es otro que Emiliano García-Page.