El Ayuntamiento de Cuenca, a través de la empresa adjudicataria FCC, ha intensificado las tareas de limpieza viaria adaptándolas a la actual situación de emergencia sanitaria por el COVID-19. Este martes se están realizando baldeos mecánicos con dos equipos que esparcen jabón en base a alcoholes, lo cual además de desengrasar actúa en cierta medida como antiséptico, sin tener efectos contaminantes.
FCC ha impuesto en sus centros de trabajo medidas higiénicas y de limpieza para intentar minimizar en lo posible el riesgo de contagio, según confirma el Consistorio conquense. Así, se ha dotado de productos químicos desinfectantes especialmente diseñados para este tipo de casos con los que realizan la limpieza de las instalaciones, del interior de la maquinaria y de las herramientas, las cuales se efectúan a diario por parte del personal de la plantilla al entrar y al salir de los vehículos.
En Guadalajara también llevan varios días con tareas intensivas de limpieza tal y como explicaba el alcalde, Alberto Rojo. El servicio que realiza la empresa Valoriza se ha visto reforzado en lugares sensibles como el entorno de centros sanitarios, estancias policiales o paradas de autobús además de incorporarse planes de desinfección de mobiliario y equipamiento urbano.
En Ciudad Real, el Servicio de Limpieza del Ayuntamiento también se encuentra desinfectando las calles y los lugares con mayor afluencia de personas, para tratar de frenar la expansión del COVID-19. Así una decena de operarios, ayudantes y el oficial coordinador se encuentran realizando baldeos mecánicos de zonas peatonales, y también baldeos manuales con agua a presión y desinfectante en las entradas a centro sanitarios, centros comerciales, tiendas de alimentación, y otros centros que pueden tener una cierta asistencia de público.
Según Saturnino Almodóvar, del Servicio de Limpieza, es una tarea “fundamental, ya que hay gente que sale a comprar, que va a trabajar y hay que ir delimitando los sitios, porque la ciudad muy grande, e intentamos que sean los sitios de mayor afluencia”. Para ello este servicio ha establecido dos turnos de trabajo, por la mañana y por la tarde, para cubrir las urgencias que pueden surgir.
La baldeadora mecánica cuenta con una capacidad de 2.000 litros de agua, a la que se le añade la dosis suficiente de lejía para actuar como desinfectante, y los equipos manuales también llevan en una mochila agua a presión caliente, desengrasante para limpiar, y también lejía para desinfectar.