García Gascón, coordinador de Podemos Castilla-La Mancha: “El PSOE de Page tiende a la derecha y deriva desde el bienestar social a la beneficencia”

Carmen Bachiller

21 de julio de 2020 20:09 h

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José Luis García Gascón (Albacete, 1982) es el nuevo coordinador autonómico de Podemos Castilla-La Mancha, el primero que accede al cargo después de que la debacle electoral de la formación en 2019 provocase la dimisión en bloque de la cúpula regional de la formación.

Ha logrado superar las reticencias iniciales de muchos inscritos e inscritas (no en vano fue la mano derecha del vicepresidente segundo de la Junta y líder de Podemos, José García Molina) y hacerse con las riendas de un partido que lleva en blanco en presencia y acción política más de un año.

Este albaceteño de Almansa, se autodefine como “un castellanomanchego de 38 años que, gracias a los valores progresistas, de compromiso popular y respeto que he mamado de mi familia”, ha decidido “dedicar mi vida a vivir dignamente ayudando a las y los demás y buscando que mi tierra sea un lugar mejor para vivir”.

En su discurso distingue entre lo que no se hizo bien en el partido, para destacar los “logros importantes” como parte del Gobierno regional. A eso no renuncia. Dice que la etapa de gestión vivida durante meses cuando PSOE y Podemos gobernaron Castilla-La Mancha de forma conjunta la pasada legislatura le sirvió para “aprender, tanto a mí como a mi partido, sobre las instituciones y la gestión pública, también sobre cómo ser coherentes con el proyecto de Podemos, el del 15M, en el marco de una negociación con el PSOE con el que no compartimos muchas cosas, para avanzar en derechos” y que ejemplifica en la Ley de Participación Ciudadana que él mismo impulsó.

Reconoce que “no fue fácil” por la contraposición de modelos políticos y rechaza el de los socialistas castellanomanchegos. “El del PSOE es un modelo clientelista, bastante opaco y que está derivando desde el bienestar social casi, casi a la beneficencia”, explica.

En su opinión, el Partido Socialista en la región tiende “a un modelo de derechas” y pone como ejemplo la Ley de Proyectos Prioritarios “en la que hay una apertura a la recalificación y la especulación inmobiliaria, una medida que se ha tomado en Andalucía donde el PP gobierna con Ciudadanos y Vox. O el hecho de las bonificaciones a la tauromaquia, similar a la del PP de Díaz Ayuso en Madrid”.

En una entrevista hablamos de los primeros pasos de un partido en el que dice “hay que hacer borrón y cuenta nueva” y por qué no, recuperar a “gente progresista que se marchó por las guerras internas”.

Tiene usted el encargo de las bases de recomponer un partido que ha estado en la nada más de un año. ¿Por dónde empezar?

La idea es reconstruir Podemos Castilla-La Mancha en dos sentidos. Por un lado, la unidad: me he esforzado en hacer una propuesta consensuada con todos los consejeros y consejeras ciudadanas y una Ejecutiva de integración por primera vez en la historia de Podemos Castilla-La Mancha.

Creo que ese es el primer éxito colectivo de esta nueva etapa que tiene que estar basada en la unanimidad. Ahora hay que mantenerlo y cuidarlo.

Después, el partido debe extenderse. Necesitamos estar en cada pueblo y ciudad. Tenemos dos líneas de trabajo en este sentido: la creación de nuevos círculos -esta semana se ha constituido el de Moral de Calatrava- con tres secretarías que harán este trabajo, y después llegar a la gente más joven a través de ‘Rebeldía’, el espacio juvenil de Podemos Castilla-La Mancha. Ya hemos tenido una primera reunión.

Durante las primarias usted insistió en rechazar el continuismo respecto a la gestión de José García Molina. Dio usted la sensación de renegar de sus compañeros…

Bueno creo que había cuestiones a mejorar de la anterior etapa. Los resultados están encima de la mesa y demuestran que esa etapa se caducó. Había errores a convertir en fortalezas y es lo que hemos trabajado en esta Asamblea Ciudadana.

Quiero considerarme un coordinador autonómico que inicia nueva etapa diferente de la anterior en cuanto al partido porque en las instituciones se consiguieron logros importantes: el proyecto pionero de la Ley de Garantías Ciudadanas, aunque ahora vayamos a la cola por culpa de Page, o la Ley de Participación Ciudadana. 

En la gestión del partido hay que hacer borrón y cuenta nueva salvo en el área de Participación donde estuvimos trabajando de manera diferente. Habrá cambios en Transparencia y Rendición de Cuentas y los cargos orgánicos están obligados a participar en sus círculos porque no debe haber desconexión. Pondremos mecanismos para empoderar a los círculos.

También una cuestión revolucionaria es que seremos seguramente la primera comunidad autónoma en poner en marcha el revocatorio de mandato en 18 meses. Someteremos nuestros cargos a la militancia en el mínimo tiempo posible. No podemos volver a una lógica en la que los cargos electos se olviden de las bases.

¿Cuál es entonces la hoja de ruta para buscar la estabilidad en el nuevo organigrama?

Acabamos de tener una Asamblea Ciudadana, en 18 meses tendríamos la consulta sobre todos los cargos orgánicos, en dos años se celebrarían primarias para conocer los nombres de los candidatos a las Cortes regionales y a la Presidencia de la Junta y a los cuatro años, si todo va bien, se celebrará una nueva Asamblea Ciudadana. Creo que tiene sentido por salud democrática y que la presión de ser evaluados por las bases en 18 meses nos va a venir muy bien.

“Mi relación con Helena Galán es buena, hemos aparcado las cuestiones que se suscitaron”

Hoy Helena Galán ocupa la Secretaría de Participación en su equipo.¿Cómo es su relación con la que fue su rival en las primarias y con la corriente ‘Todas somos Podemos’?

Me gusta hablar de compañeros y compañeras. Las corrientes y las candidaturas se acabaron porque todos formamos parte de un equipo en el que se integran las diferentes sensibilidades.

Creo que esa tiene que ser la lógica. La altura de miras hace que tengamos que conformar un espacio unitario donde el enemigo obviamente son las tres derechas y el PSOE de Page que impone políticas neoliberales.

Mi relación con Helena es buena y están aparcadas las cuestiones que se suscitaron. Ya trabajamos juntos cuando yo era director general y ella concejala de Participación Ciudadana en Toledo. De hecho, he querido que pudiéramos hacer algo parecido y por eso le propuse esta Secretaría en la que no trabaje sola, sino de forma permanente con la coordinación autonómica.

¿Cuál será su papel?

Hemos de poner en marcha instrumentos de democracia interna que son fundamentales como el Observatorio de la Ciudadanía y de Feminismos que vamos a poner en marcha cuando seamos capaces de recuperar ingresos, a través de presupuestos participativos.

También desarrollar canales de participación ciudadana, con una plataforma virtual digital, además de todo lo que tiene que ver con el apoyo al desarrollo efectivo de la Ley de Participación que acaba de entrar en vigor.

Decía usted que no hay corrientes en el partido, pero el toledano Fernando Barredo daba una rueda de prensa esta semana en Madrid para proponer “medidas para afrontar la crisis del partido”

He mencionado lo que creo que tiene que ser la lógica de esta nueva etapa. Los resultados de Galicia y del País Vasco nos hacen pensar que tenemos que profundizar en la unidad, en el trabajo hacia afuera y en ser herramienta útil para la ciudadanía.

Hay que acabar con las disputas internas que hacen que la gente progresista nos retire su confianza. La unidad es una demanda universal de las bases de Podemos y espero que todo el mundo la escuche.

“Pablo Iglesias es el símbolo de la etapa de consolidación que vive Podemos”

Habla de las últimas elecciones y hubo malos resultados para la formación, ¿cómo definiría el ciclo en el que ahora se encuentra Podemos en el conjunto de España?

Creo que es un ciclo de consolidación. Estamos demostrando que podemos gobernar mejor y sobre todo de forma coherente con la defensa de los derechos de la mayoría social y de los valores progresistas mejor que ningún otro partido.

Hay que consolidar esa idea de partido de gobierno, lo estamos haciendo a nivel nacional, y al mismo tiempo echar raíces en los territorios y extendernos. Hay que generar confianza, también a nivel municipal. Somos municipalistas.

Durante estos últimos meses se ha hablado mucho de Pablo Iglesias por diferentes motivos como vicepresidente y como líder de Podemos. Algunos le ven tocado ¿Y usted?

Creo que él es el símbolo de esta etapa de consolidación. Es la persona que está impulsando la extensión territorial, pero es cada uno de los territorios el que ha de ponerse las pilas, la responsabilidad es nuestra. Es el mejor símbolo del Podemos coherente y capaz de gobernar.  

Desde su elección como coordinador autonómico, ¿ha hablado con García-Page?

Recibí la felicitación de la portavoz del Gobierno, Blanca Fernández, y se lo agradecí. A García-Page lo que he hecho es plantearle, desde los medios de comunicación, que deje de mirar a la derecha y de pactar con Ciudadanos.

Tiene mayoría absoluta y si quiere pactar con alguien, que lo haga con Unidas Podemos para dar una salida progresista y de protección social a la crisis, en vez de aprovecharla para desarticular el Estado de Bienestar Social y privatizar aún más.

Le he pedido que mire hacia la izquierda y eso implica que nos reunamos. De momento no hay nada. Solo he oído críticas de Page y de la parte más conservadora del PSOE, también al Gobierno de coalición nacional.

Tenemos un PSOE en Castilla-La Mancha que cuando tiene mayoría absoluta demuestra que su modelo de gestión es conservador y de derechas. Nos mantiene atrasados en el tiempo en los cambios sociales y políticos. Nosotros hacemos oposición progresista al modelo clientelista del PSOE que es bastante opaco y que está derivando desde el bienestar social casi, casi a la beneficencia.

Una reciente encuesta apuntaba que Page perdería la mayoría absoluta si ahora hubiera elecciones y tendría que volverá gobernar con el apoyo de Unidas Podemos que obtendría un escaño en las Cortes regionales. IU lo atribuía a la gestión de la pandemia. ¿Usted cómo lo valora?

Creo que mucha gente se siente engañada. En la anterior legislatura los cambios se produjeron gracias a la tensión hacia la izquierda que impuso Podemos.

Page vendió que eso fue fruto de su gestión. En este aspecto, la autocrítica: creo que no fuimos capaces de trasladar el mensaje de que la única fuerza capaz de asegurar políticas progresistas es Unidas Podemos.

Gracias al resurgir de Podemos, al trabajo de IU en estos meses y como consecuencia de esas políticas de derechas de Page la gente progresista está retirando el apoyo al PSOE. Espero que nos den la confianza.

“Con IU hay que mejorar el acuerdo que firmamos en 2019”

Hablando de IU, ¿se ha reunido con Juan Ramón Crespo para hablar de presente y de futuro?

Me reúno en cuanto acabe esta entrevista -se realiza el lunes por la mañana- porque quería trabajar antes para darle más peso al Consejo Autonómico. Era una reivindicación de David Llorente y es lo que estoy haciendo. Ahora, con IU hay que ver algunas cuestiones a mejorar respecto al acuerdo que firmamos en 2019 de cara a su renovación en 2023. La apuesta, sin duda, es la unidad de la izquierda en un bloque progresista en el que haya confraternidad.

Ya que habla de David Llorente, el que fuera diputado regional del Podemos, ¿está en sus planes recuperarlo como activo?

Creo que tiene volver la gente que se fue de Podemos desanimada por las guerras internas y además atraer a muchísima más gente. No voy a poner nombres y apellidos, pero sí digo que Unidas Podemos ha de ser el espacio donde toda la gente progresista a la que no le gustan las políticas de derechas del PSOE tenga las puertas abiertas.