“Cohesión, competitividad y sostenibilidad”. Son los tres ejes que el presidente de Castilla-La Mancha en funciones ha dejado este martes como claves de su acción de gobierno para la nueva legislatura. Lo hacía durante su discurso de Investidura en las Cortes de Castilla-La Mancha, buscando la confianza de la Cámara que obtendrá mañana, sin problemas, al ostentar una mayoría absoluta de 19 de diputados, por 10 del PP y cuatro de Ciudadanos.
Ha sido, precisamente esa mayoría absoluta una de las cuestiones más citadas por el propio presidente en funciones durante su alocución y de la que ha presumido en varias ocasiones.
“La sociedad vive la tranquilidad de las instituciones como tranquilidad propia”, mencionaba nada más comenzar un discurso que se ha prolongado durante dos horas y cinco minutos, sin hacer balance de los cuatro años de un Gobierno marcado por su (impuesta) alianza con Unidas Podemos “porque lo que importa a los ciudadanos es que se abra una época de esperanza, estabilidad y normalidad”, aunque, matizaba, “eso no se hace solo con mayoría muy absoluta”.
Con escasa autocrítica de su gestión, que desde la bancada socialista se ha aplaudido como discurso “sin miedo” y con “un proyecto de futuro sin complejos”, Emiliano García-Page ha pedido la complicidad de la sociedad castellano-manchega y de todos los partidos políticos, dentro y fuera de las Cortes regionales, a los que ha ofrecido “diálogo” para buscar acuerdos comenzando por la reforma del Estatuto de Autonomía.
En esta ocasión, su discurso se ha caracterizado también por menos anuncios de los habituales. Por ejemplo, el de una Ley de Cambio Climático que puede marcar la distribución de su gobierno con un departamento de Medio Ambiente más potente. Aunque en realidad ha dado escasas pistas en torno a lo que será su nuevo Gobierno: tan solo ha dicho que se creará una Dirección General de Autónomos.
García-Page fue el primer presidente de Castilla-La Mancha que gobernó en minoría durante la pasada legislatura, tras los que habían sido 32 años de mayorías absolutas en esta región: siete del PSOE con José Bono y José María Barreda -hoy presentes en el antiguo Convento de los Gilitos, sede de las Cortes castellano-manchegas- y una del PP, con Dolores de Cospedal.
Ahora, los socialistas han recuperado la mayoría absoluta hasta 2023 en unas Cortes de Castilla-La Mancha en las que la presencia de tres grupos parlamentarios no es algo inédito. La presencia de IU (1991-1995) con el albaceteño José Molina y la de Podemos con José García Molina y David Llorente entre 2015 y 2019 rompieron el tradicional bipartidismo y ahora ese tercer puesto junto a PP y PSOE en el Parlamento castellano-manchego lo ocupa Ciudadanos, con cuatro diputados.
García-Page no repetirá en 2023 por el límite de mandatos a dos legislaturas que impera por ley en Castilla-La Mancha desde que José Bono lo promoviese en 2003 tras 21 años de Gobierno. Pero ahora, al contrario de lo que ocurriera en la anterior legislatura, donde tuvo que gobernar condicionado por Podemos, García-Page tendrá libertad para desarrollar su programa político aunque viene repitiendo -hoy lo ha hecho de nuevo- que lo hará con talante de “diálogo”.
“Hemos dado ejemplo de lo que supone ensanchar el centro y achicar las cunetas”
Ya en clave nacional, García-Page se ha referido a la situación provisional que vive el Gobierno de Pedro Sánchez, a la espera de conformar un pacto que permita su investidura o que termine en unas nuevas elecciones. “En España no se quiere un gobierno dependiendo del independentismo, y yo de los que más”.
Ha reiterado su “compromiso” con la unidad de España para aseverar que nunca estará sometido a presiones “ni partidistas, ni sociales, ni mediáticas” a la hora de defenderla “desde una perspectiva claramente progresista y de futuro” y ha advertido que en Castilla-La Mancha, “no vamos a estar como pasmarotes o indiferentes en el debate territorial”.
No obstante, ha resaltado la postura de Pedro Sánchez, que “no quiere ser presidente de cualquier manera y a cualquier precio y personalmente lo valoro”. En este sentido, ha apostado por evitar “líos y disgustos” y apostar por lo que quieren los ciudadanos. “Aquí hemos dado ejemplo de lo que supone ensanchar el centro y achicar las cunetas. Sin ánimo de dar consejos, me importa”, por lo que ha apelado a la “moderación”.
Ciudadanos y el discurso “paternalista” de García-Page
Ciudadanos se estrenaba este martes asistiendo desde la bancada de las Cortes regionales a un discurso de Investidura. La sensación de la portavoz del Grupo Ciudadanos en las Cortes regionales, Carmen Picazo, ha sido la de un Emiliano García-Page “paternalista” que ha tirado de mensajes de “autobombo y autocomplacencia” para ofrecer, desde su punto de vista, “más de lo mismo” y promesas que “ya fueron incumplidas” en la anterior legislatura.
Ha detallado que su voto este miércoles será ‘No’ a la investidura de García-Page y ha avanzado que la formación será “propositiva” a lo largo de la legislatura. También ha querido recoger el guante lanzado por el todavía presidente en funciones en torno al consenso y el diálogo que se quiere imponer en los próximos cuatro años. “A ver si es capaz de practicarlo o pasar el rodillo”.
“Mano tendida” de un PP que advierte: “Ya no hay excusas” para no cumplir promesas
Desde el PP, la portavoz Lola Merino no se mostraba sorprendida ante la intervención de García-Page. Sus propuestas, decía, “son exactamente las mismas que vino a exponer hace cuatro años” para añadir que “es cierto que en cuatro años de legislatura perdida, el señor Page tuvo dos excusas. O sus socios de Podemos no le dejaban o bien por el Gobierno anterior”.
Con una mayoría absoluta bajo el brazo y pese a la intención de propuestas en positivo anunciada por el presidente del PP regional, Paco Núñez, los 'populares' han advertido a García-Page: ahora “no hay excusas” para cumplir las promesas electorales.
Lola Merino ha ofrecido la “mano tendida” del PP pero, matizaba, “no vamos a aguantar cuatro años más con las mismas canciones ni con las mismas propuestas. No tenemos presupuestos y no tenemos previsión de tenerlo”.
Desde el PSOE, tanto la portavoz del Grupo Parlamentario, Ana Isabel Abengózar, como el portavoz en funciones del Gobierno regional, Nacho Hernando, han defendido el mensaje de García-Page.
“Un proyecto de futuro sin complejos”, decía Abengózar y un “proyecto viable desde el punto de vista financiero”, según Hernando. Ha sido este último quien ha defendido que “la certidumbre de la mayoría absoluta permitirá conseguir objetivos lo más rápidamente posible”, a pesar de que algunos intenten “malmeter”, en alusión a las palabras de la oposición.
“No es momento de criticar. Quizá sí de exigir” y lanzado una recomendación a la oposición que mañana tendrá turno de palabra en las Cortes regionales: “Que a nadie se le calienten los cascos y se limite el número de palabras malsonantes. Lo primordial es venir a trabajar en serio”.
“Lamentaría que se lo tomarán como un día de campaña más de cara a 2023”, ha sentenciado el portavoz en funciones, porque “no toca ser más popular que el de al lado, sino plantear soluciones concretas”.