Se trata de una cuestión que va “más allá del alma de un pueblo” y deben ofrecerse soluciones globales y coordinadas. Con estas palabras se ha referido el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, a la situación que atraviesan decenas de miles de personas que están atravesando Europa para huir de la guerra de Siria y que ha despertado la solidaridad ciudadana y de las decenas de ayuntamientos españoles que ya se han ofrecido como ciudades de acogida para refugiados.
Tras conocerse que el Gobierno central pondrá en marcha un mecanismo de acogida para estas personas, García-Page ha pedido que se dejen al margen “los intereses de los partidos” y se ha mostrado a disposición de Moncloa para trabajar de forma coordinada y ofrecer refugio a los que huyen de la guerra.
“Me gustaría que hubiera un entendimiento global y esto se pudiera ver como una posición de país, que no juguemos a defender intereses de partido, que haya un pacto de estado para llevarlo a cabo”, ha afirmado, destacando que se trata de una cuestión que va “mucho más allá del alma de un pueblo” ya que supone “la imagen de un país ante el mundo”. Por todo ello, ha reiterado la disponibilidad del Gobierno castellano-manchego para trabajar en esa línea, apelando a la “sensibilidad” que corresponde a esta crisis de los refugiados.
Precisamente, en Castilla-La Mancha ya son varios los municipios y ciudades que van debatir propuestas para convertirse en ciudades refugio, creando un registro de personas que quieran acoger a los refugiados y de inmuebles susceptibles de ser utilizados para albergarlos.