Emiliano García-Page lo tiene claro: María Dolores Cospedal está “obligada” a presentarse como cabeza de lista en las próximas elecciones autonómicas de 2019. Él, afirmó en los Desayunos de la 1 de Televisión Española, seria el “principal interesado” en esta candidatura y ha vuelto a criticar que la política “no se quedó” en Castilla-La Mancha para liderar la oposición después de perder la Presidencia de la Junta de Comunidades.
Además, ha resaltado que otro candidato que no fuese la ministra de Defensa, como podría ser Vicente Tirado, secretario general del partido, sería un “segundón o un tercerón”. Por eso, ha explicado, lo “razonable” sería que Cospedal “diese la cara” y encabezase la candidatura, además de que esto también “le motivaría” para jugar el “partido de vuelta” en un “cara a cara” que finalmente le dio la presidencia de la Junta de Comunidades en 2015.
Por otro lado, en relación a las encuestas que se han conocido en las últimas semanas que señalan a un PSOE en ventaja sobre el PP, García-Page afirma que esto confirma su “intuición” de la aceptación de su Gobierno. Sin embargo, ha advertido de que el terreno es “muy deslizante” y que las encuestan fallan y no tienen durabilidad de “más allá de un mes”. “Si las elecciones fueran mañana”, explicó,
Aunque García-Page ha reconocido que las encuestas deben ser interpretadas con prudencia, también ha revelado que mantiene una “percepción muy positiva” de la opinión de la ciudadanía, y se ha mostrado convencido de que, “si las elecciones fueran mañana”, la candidatura socialista obtendría “buenos resultados”. Esto se debe, aseguró, a que se lleva a cabo una política “cercana” y que “no se encierra en el despacho”.
Financiación autonómica
Emiliano García-Page ha descartado que haya posibilidad de llegar a un acuerdo en materia de financiación entre el Estado y las Comunidades Autónomas “si no se tiene en cuenta la igualación del acceso a los servicios básicos para todos los ciudadanos, independientemente de donde vivan”. Por eso, ha defendido la necesidad de prestar de manera “igualitaria” en las comunidades autónomas, en servicios públicos como la educación, sanidad o servicios sociales, que, explicó, suponen el 90% del gasto que gestionan las administraciones regionales.
“Sólo habrá acuerdo si se computa la igualación de los servicios públicos”, ha subrayado García-Page, para quien este principio resulta “elemental”, ya que “gestionar los servicios públicos se tiene que hacer donde está la gente y no sólo atendiendo al número” de personas. “Nos estamos jugando si la prestación de servicios es igual en todo el Estado”, por lo que también ha advertido que la convocatoria de un eventual e inminente Consejo de Política Fiscal y Financiera, como ha anunciado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, debería contar con la participación de todas las comunidades autónomas.
“Soy antitrasvasista”
El presidente de Castilla-La Mancha ha pedido que se supere el “debate del hectómetro cúbico arriba o abajo” para pasar “de una vez por todas” a tratar la gestión del agua “de manera nacional”, algo que “no se ha hecho nunca”. En este sentido, se ha declarado “antitrasvasista por la experiencia del Tajo” ya que, a su juicio, con esta infraestructura “una parte de la España seca pierde recursos en favor de otra que también la necesita”, algo que “machaca” al Tajo.
De este modo, ha insistido en las desalinizadoras como una solución de futuro en las regiones del Mediterráneo. “Si España quiere ser trasvasista, se deben tener en cuenta todos los ríos y no aquellos que partiendo de la España seca”, aseguró. Finalmente, abogó por “poner por delante” el uso de las nuevas tecnologías y la desalinización y recurrir de manera excepcional a las aguas del canal Tajo-Segura, tal y como viene advirtiendo la propia Unión Europea, que “niega la política de trasvases”.