El Gobierno de Castilla-La Mancha ha adelantado un primer balance de la temporada de cría de lince ibérico en la región correspondiente a este año 2020. Se han conseguido detectar un total de 90 cachorros en las áreas de reintroducción de lince ibérico. En los Montes de Toledo se han localizado 19 camadas y 60 cachorros, y en Sierra Morena oriental han sido 10 camadas y 30 los cachorros contabilizados.
Estas cifras deben considerarse preliminares puesto que serán aún mayores, al estar pendiente de confirmación la reproducción de otras hembras que habitan en la zona de Sierra Morena occidental. Estos ejemplares aportarían a la suma total sus nacimientos, y a estas nuevas incorporaciones habría que añadir, también, los 10 ejemplares de un año de edad, procedentes de los centros de cría en cautividad que han sido liberados durante 2020, cinco en la provincia de Toledo y cinco en la de Ciudad Real, todos ellos nacidos el año pasado.
Estos datos han sido valorados por el viceconsejero de Medio Ambiente, Fernando Marchán como “muy positivos” y a su juicio demuestran que, “los planes de conservación y recuperación de las especies amenazadas que pueblan nuestros espacios naturales y que impulsa el Gobierno de Castilla-La Mancha están dando grandes resultados”.
Marchán, que ha querido felicitar “por su gran trabajo” al cuerpo de agentes medioambientales, al personal técnico de la Consejería de Desarrollo Sostenible, a los trabajadores de los centros de recuperación y a las asociaciones y organizaciones que colaboran con el Ejecutivo regional en los programas de reintroducción de la especie, ha subrayado que estos “buenos resultados no son fruto de la casualidad, sino de una planificación que tiene como objetivo conservar una especie que estuvo a punto de extinguirse”.
En este sentido, ha recordado que “lejos de conformarnos con lo logrado, estamos actualizando los planes de recuperación del lince ibérico que databan de hace 17 años para adaptarlos a la realidad actual”. Ha añadido el viceconsejero al respecto que dicho plan se encuentra en participación pública hasta el 2 de septiembre, “por lo que estamos abiertos a las aportaciones que nos quieran hacer llegar nuestros ciudadanos hasta esa fecha”.
Vallado y sensibilización
En cuanto a la mortalidad detectada en la región, un total de cinco linces han fallecido en lo que llevamos de año, dos en la provincia de Ciudad Real (uno por atropello en la carretera CM-4111 y un cachorro de un año por causas naturales); y tres en la provincia de Toledo (uno por ahogamiento en un pozo ubicado dentro de una parcela ganadera y dos atropellados en las carreteras TO-3639 y CM-410).
A este respecto, ha anunciado el viceconsejero, “desde la Consejería de Desarrollo Sostenible se sigue trabajando para reducir las causas de mortalidad de la especie en los tramos de vías de comunicación considerados de máximo riesgo para la fauna en general y el lince ibérico en particular”. Entre otras actuaciones se está señalizando estas zonas, además de continuar con el vallado y encauzamiento hacia pasos subterráneos seguros.
Marchán ha añadido que “la sensibilización dirigida a los usuarios de estas vías y el respeto de los límites de velocidad establecidos es fundamental, ya que al ser animales que se encuentran en libertad, pueden cruzar en cualquier momento la carretera”.
Además, en colaboración con los cotos de caza, se va a intentar la captura y traslado de conejos de campo de las cunetas para reducir su densidad, y que estos ejemplares dejen de ser atractivas como cazaderos para los linces en estas zonas de peligro de atropello. Todos estos trabajos se quieren ejecutar por parte de las consejerías de Desarrollo Sostenible y de Fomento en el marco del próximo proyecto ‘Life Lynx Connet’ reseñado anteriormente, con el objetivo de reducir la mortalidad y mejorar la conexión entre las diferentes poblaciones de lince ibérico en Castilla-La Mancha.