- José García Molina se defiende de las críticas asegurando que los documentos con los que se revalidó su cargo recogían que la formación debería estar “preparada para gobernar”
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se ha referido al reciente pacto suscrito entre el Gobierno socialista de Castilla-La Mancha y la formación morada por el cual Emiliano García-Page ha ofrecido dos sillones en el Ejecutivo a su partido, rechazando que esta maniobra pueda servir de “laboratorio” a un posible acercamiento entre ambas fuerzas a nivel nacional.
A preguntas de los medios tras participar en Carranque (Toledo) en el Consejo Ciudadano Estatal de su partido, Iglesias ha dicho que con la posible entrada en el Gobierno castellano-manchego de Podemos --a falta de que la militancia se pronuncie al respecto-- puede servir para hacer que el PSOE “pierda la tentación de gobernar con el PP”, teniendo en cuenta que el escenario en la región podría haber necesitado del apoyo 'popular' para desbloquear la negociación presupuestaria.
El hecho de que Podemos vaya a gobernar sirve a juicio de Iglesias para que se lleven a efecto aquellas políticas sociales que, si bien habían sido pactadas con el Gobierno de García-Page, éstas “se quedaban en el papel”.
Tras defender que Podemos es una fuerza que está “llamada a gobernar”, ha recordado que ya rigen en “los principales ayuntamientos” de España. “Y lo estamos haciendo bien”. “Hay que ser prudente y respetar a Castilla-La Mancha. No es un laboratorio, es una región con unos ciudadanos que tienen derecho a unas políticas públicas”, ha afirmado.
La situación, desbloqueada desde Madrid
Pablo Iglesias ha reconocido que la negociación y el desbloqueo a la “parálisis” institucional que se vivía en Castilla-La Mancha ha contado con la participación tanto del líder socialista, Pedro Sánchez, como la suya propia.
“Conversamos con frecuencia y hablamos de la situación que hay en diferentes territorios. Estábamos informados, y ambos estábamos interesados en que hubiera un acuerdo entre las fuerzas políticas”, ha aseverado.
Lo que sí ha querido dejar claro es que ambos dirigentes respetan la autonomía de los órganos castellano-manchegos, y si bien han intercedido para desbloquear la situación, la solución no ha sido impuesta desde Madrid, al tiempo que ha dicho que no hay que desconfiar de la palabra dada con respecto a García-Page.
En la reunión de este Consejo Ciudadano Estatal ha habido como notables ausencias las de Miguel Urbán y Teresa Rodríguez, de la corriente Anticapitalista dentro de Podemos. Preguntado por si este extremo tiene que ver con el desacuerdo mostrado por este ala a la decisión de formar Gobierno en Castilla-La Mancha, ha dicho que en Podemos “no sobra nadie”. “Hay diferentes opiniones. Hay que debatir y ponerlas todas encima de la mesa y que decida la militancia”.
García Molina defiende su posición
De su lado, el secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha, José García Molina, ha defendido ante las críticas de su compañero de bancada, David Llorente, y de la corriente de Anticapitalistas en la formación, que los documentos con los que se revalidó su cargo orgánico hace dos meses recogían que la formación debería estar “preparada para gobernar”.
“Eso dijeron los inscritos cuando me votaron y ese es el camino que vamos a seguir. Nos gusta debatir sobre la pluralidad. Una cosa es tener distintas visiones, pero yo sólo aplico los documentos que nos hemos dado”, ha afirmado.
García Molina ha reconocido que ha habido una situación de “parálisis” institucional en Castilla-La Mancha, tras lo que ha recalcado que hay muchos proyectos de ley a la espera del desbloqueo como el de Participación Ciudadana, de Modificación del Gobierno incluso el cambio del reglamento de las Cortes. “Hemos perdido tiempo, pero ahora hay que ponerse a trabajar”.