Por “quinto año consecutivo”, la carrera de Ingeniería Química se ha abierto paso en la clasificación elaborada por la National Taiwan University (NTU), que selecciona las 300 mejores universidades del mundo en 14 disciplinas científicas,. En 2018, la carrera se sitúa en la posición 196 a nivel mundial, siendo la Ingeniería “mejor calificada de toda la Universidad de Castilla La Mancha”.
El ranking NTU está basado en 8 indicadores que permiten comparar la calidad investigadora de las diferentes disciplinas científicas de la Universidad en términos como: productividad científica e impacto y excelencia de la investigación, tanto a largo como a corto plazo.
El profesor Antonio de Lucas explica que la importancia del ránking es que “presta atención a la investigación”, enfocándose en las bases de datos internas de las publicaciones de cada universidad. Así se selecciona a las “mejores titulaciones”, y la ingeniería se queda como la “mejor posicionada” de toda la universidad regional. “Esto implica que el profesorado de la titulación hace muy buena investigación y está muy actualizado. Eso siempre va a ser bueno para los alumnos”, afirma.
La disciplina obtiene una puntuación combinada de 50,9 puntos en el caso de la Universidad de Castilla-La Mancha, que la sitúa en el sexto lugar entre las Universidades Españolas por delante de Universidades tradicionales como Universidad de Barcelona, Universidad Complutense o la Universidad politécnica de Madrid.
Desde el departamento, destacan que la “mayoría” de los profesores participan en los tres niveles universitarios: Grado en Ingeniería Química, Master en Ingeniería Química y Doctorado en Ingeniería Química y Ambiental, que se imparten en Ciudad Real. A esto, añaden que los egresados de Ingeniería Química tienen actualmente una “elevada tasa” de inserción laboral en empresas regionales, nacionales e internacionales. También, destacan que muchos de ellos participan en tareas de investigación, junto con el personal docente e investigador en temas como la producción sostenible de energía, desarrollo de nuevos materiales inteligentes, la biotecnología ambiental o la aplicación de la Ingeniería Electroquímica en el tratamiento de aguas residuales y suelos contaminados.