“Sin trabajo, sin salud, sin ingresos”: la denuncia de los extrabajadores de Vestas en Daimiel

“Nos están dejando sin trabajo”. Así lo señala Javier Labanda, uno de los exempleados de Vestas Daimiel, empresa que trabaja en la producción de las aspas de parques eólicos. Lo que es una apuesta por un empleo sostenible de la energía, para estos trabajadores se ha convertido en una situación “insostenible”. Todo se remonta hace unos años, tres en el caso concreto de Labanda, cuando comienzan a desarrollar distintas alergias profesionales. Se trata, explica el extrabajador, de reacciones a los materiales con los que se fabrican las palas.

En 2016, Labanda recibió la baja médica en múltiples ocasiones. El Informe de Valoración Médica dictaminó en agosto de ese año que su dolencia se trataba de dermatosis de contacto laboral, con sensibilización a resinas epoxi-. “Como limitaciones orgánicas y funcionales: las referidas. Y como conclusiones: Evitar exposición a resinas epoxi”. Así lo describe la sentencia que, ahora, ha revocado la condición de incapacidad permamente que se resolvió en octubre de ese año. Sin embargo, la Mutua Fremap decidió interponer recurso contra el trabajador, la empresa y la Tesorería General de la Seguridad Social.

Esta es la situación de alrededor de una treintena de trabajadores que se han unido para denunciar el estado laboral precario al que se ven abocados por estas sentencias, que la Mutua Fremap “está ganando, lamentablemente”. Desde el sindicato USO de Ciudad Real, explican que los casos de alergia profesional se empezaron a ver “en cuestión de tres años”. “Son enfermedades profesionales reconocidas, entonces les ponen una paga y a los dos años, la mutua decide denunciar los casos porque dicen que ya han mejorado. Se quedan con la enfermedad profesional reconocida y sin la paga”, señalan desde la organización.

Ante esto, los trabajadores decidieron concentrarse para llamar la atención de la problemática. Y es que, señalan desde USO, ahora sus posibilidades de trabajar son “muy limitadas” porque no pueden acceder a “muchos trabajos” debido a las alergias. “Es una ruleta rusa, le puede suceder a cualquiera. Quitando los trabajadores de oficina, todos los departamentos como producción, mantenimiento o logística han ido cayendo”, explican desde el sindicato.

Las dolencias de los trabajadores, explican desde el sindicato, son alergias de respiración y asmas. “Algunos no pueden respirar y hay gente que no puede inhalar ningún tipo de ambientador. Todo por las sustancias, porque los productos son altamente cancerígenos”, recalcan desde la organización sindical. Entre otros, se trata de los materiales que funcionan como endurecedores en la construcción de la pala.Además, reclaman que a quienes vienen de una Empresa de Trabajo Temporal no se les hacen las pruebas pertinentes, y que, incluso, la Mutua en cuestión se ha “negado a mirarla”, aunque mostraba señales de estar afectada. “Lo que alega la mutua es que en dos años, la persona se ha curado. Pero esto ocurre porque no tienen más acceso a los productos. Y lamentablemente van ganando los juicios”, concluyen.

Javier Labanda explica que todos los trabajadores que se han visto afectados por el problema han sido revisados por un tribunal médico y que “todos pasaron a la primera”, con su excepción personal. “El principal problema es que no podemos trabajar en el sector y se nos cierran las puertas”, concluye.