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Ir al médico, una tarea ya para 2017

El médico pide una cita médica para un paciente cardíaco y se le es concedida para enero de 2017, dentro de exactamente dos años. Es la situación que se está viviendo en el hospital de Tomelloso, uno de los más saturados de la región y que menos servicio ofrece así como a su vez más colapsado está por el alto ratio de pacientes por sanitario.

Por desgracia no es algo nuevo la situación de este hospital, uno de los inaugurados en 2007 junto al de Villarrobledo o al de Almansa. En servicios como traumatología la lista de espera no es menor tampoco, con otros dos años en situaciones incluso de primera consulta a pesar de que la Ley de Garantías Sanitarias estipula que una primera consulta debe hacerse en un máximo de 15 días desde que el médico de cabecera la solicita.

En este hospital, cuya área sanitaria incluye unas 70.000 personas, las listas de espera en total en todas las disciplinas es de unas 14.000 personas, algo denunciado por incluso ciudadanos anónimos que han empapelado las calles de la localidad con las mismas listas de espera y pidiendo explicaciones al gerente del centro, que no ha dado respuesta a estos pacientes. En el centro es habitual encontrar en la oficina de atención al usuario, donde deben ir los mismos para quejarse o solicitar que se revisen sus citas, colas interminables para las escasas 4 horas diarias que está abierta. A lo largo del día pasan por esta oficina unas 30 personas y otras tantas quedan cortadas cuando llegan las 14:00 horas y se cierra la misma. Dentro de ella generalmente solo una persona atiende a todos los pacientes, cuya queja suele ser en todos los casos la misma: la fecha tan lejana para la que le han concedido una cita médica.

En el caso de este paciente es un electrocardiograma la prueba que se le tiene que realizar, con la importancia incluso vital que tiene la misma. Pero servicios no vitales, como los citados traumatológicos, también se van en fecha hasta 2017.

Los propios médicos reconocen la situación y a la vez afirman que no pueden hacer más con lo que hay. La Ley de Garantías Sanitarias está ahí, aprobada por los partidos, pero los propios sanitarios señalan que no se cumple, ni se va a cumplir, porque para ello sería necesario más profesionales trabajando. Aunque una ley estipule cómo se debe tratar a un paciente, la oficina misma dice a los pacientes que no esperen que se cumpla.

Mientras tanto los pacientes reclaman y reclaman para que al final y con la mejor de las suertes sean llevados a una clínica privada para hacerse la prueba, algo que las plataformas por la sanidad pública piden que sea rechazado porque todo ciudadano tiene el derecho a ser atendido en su hospital público de referencia. Un hospital público, el de Tomelloso, que por otra parte tiene como muestra de los recortes que ni siquiera las escaleras mecánicas que dan a la parte de arriba están en marcha, apagadas todo el día.