Javier, queremos enfocarnos a la serie de movimientos políticos y ciudadanos que van surgiendo, enfocados a las próximas elecciones municipales. ¿Cuál es la importancia de que surjan este tipo de movimientos, en el contexto de la España actual?
La política es casi lo único que tenemos los de abajo para plantarle cara a los de arriba. Cualquiera de los movimientos ciudadanos, alejados de las fórmulas tradicionales de la política, de por sí son buenos. Pero si además conseguimos que cristalicen y propongan alternativas reales de gestión de gobierno, será dar un paso brutal en relación a que sea real el poder de la gente. Más allá de que el trabajo para construir una sociedad junta no pasa sólo por la política, sino por muchos otros ámbitos, la conquista de las instituciones es fundamental. La cuestión de fondo es como organizarlo para plantear una alternativa real.
¿Qué características son fundamentales alrededor de estos movimientos?
Transparencia, democracia real y participación ciudadana. Al menos esas tres. No se nos tiene que olvidar que llevamos sólo 30 años de democracia y eso es poco. Gestionar las asambleas se aprende, pero es necesario participar para encontrar la fórmula que permita que las ideas de los ciudadanos lleguen a alternativas reales y luego a fórmulas de gestión. También ojo, es necesario darnos cuenta de que tenemos herramientas, las virtuales, que no tenían nuestros padres. Hacer caso omiso de estas posibildiades es absurdo y desde Izquierda Unida tenemos que adaptarnos también a las tecnologías.
¿Cómo se ven estos movimientos ciudadanos que quieren hacer política desde Izquierda Unida?
Con optimismo. Izquierda Unida lo lleva en su ADN, cualquier movimiento ciudadano será bienvenido. Nos adaptaremos a los movimientos y discutiremos como ofrecer nuesrta experiencia como organización y como alternativa para gobernar. Sin narcisismos, con generosidad y mucha humildad y asumiendo que muchos estamos en política no para ocupar cargos, sino para cambiar las cosas. Una vez más la clave es el programa, la compilación de lo que queramos hacer y cómo lo vamos a hacer. Entrar ahora en hablar de siglas y candidaturas conjuntas, creo que es un error, pero a eso se llegará una vez se haga el programa, con el convencimiento de que tenemos que hacer bien las cosas. Izquierda Unida sería irresponsable si no aprovechara la situación de conciencia ciudadana y de clase, para hacer la revolución que logre una sociedad justa e igualitaria, con un Estado garante de los derechos ciudadanos.
¿Cuales son los movimientos ciudadanos que pueden unirse a esta iniciativa 'municipalista'?
Cualquiera. No debemos olvidar que cuando olvidamos de conformar plataformas ciudadanas que planteen una alternativa real que hay ciudadanos que no están adscritos a plataformas que también quiere participar. Debe estar abierto a todos aquellos a participar, a comprometerse con el trabajo y asumir la responsabilidad de gestionar el cambio. Con esos parámetros, cualquiera que esté dispuesto, y con unos mínimos acuerdos ideológicos, puede trabajar por la alternativa.
¿Crees que la ciudadanía está realmente preparada para el cambio, no sólo dispuesta? ¿Es suficiente la indignación?
La indignación no es suficiente claro que no. La indignación debe dar paso al compromiso y el compromiso debe dar paso a al decisión real y de asumir responsabilidades. No sé si la ciudadanía está preparada, eso habrá que demostrarlo, lo que está claro es que estamos preparados para un cambio. Los partidos que hasta ahora han estado gobernando este país, nos han demostrado que son incompetentes e ineficaces y que no tienen intención en aumentar la calidad de vida de los ciudadanos. Quieren salir por una puerta y entrar a las grandes trasnacionales y evitar que el pueblo pueda participar de su propia política. Si ellos son los que están preparados, nosotros, desde luego, también.
¿Por qué es importante empezar desde la campaña municipal?
Cometeríamos un error si toda la evolución de estos movimientos ciduadanos nos los plantearamos con bases de calendario electoral. Sería ajustarlos a procesos que no gestionamos nosotros, sino que otros definen por nosotros, como el pucherazo de Cospedal. Las elecciones locales no deben ser un fin en si mismo, son importantes, sí, pero no deben ser la meta. Es un proceso largo en el que no debemos obsesionarnos por las elecciones, aunque las municipales pueden servirnos para dar un puñetazo encima de la mesa, con el nombre que sea.
¿Crees que la gestión municipal que se ha hecho en Toledo ha trabajo en función de los ciudadanos?
No, y en Toledo es evidente. Tiene que ver con el sistema político que qeremos cambiar. Tanto el PSOE como el Partido Popular han gobernado no para los ciudadanos, sino de cara a las próximas elecciones. Eso forma parte de su metodología, que es pervertir de alguna manera el cargo público, pensando sólo en tus resultados partidistas. hay ejemplos para aburrir y tengo que decir que Izquierda Unida lo vio durante su gobierno con el PSOE. Es verdad que la actual legislación ha reducido el protagonismo de los Ayuntamientos y su capacidad de resolución de problemas, y el PP quiere reducirlo aún más. Hace unos años, durante la coalición de IU con el PSOE, se intentó hacer un connato de presupuesto participativo, de 200.000 euros durante un año. Una minucia y bueno, la reacción del Partido Socialista y del Partido Popular fue visceral desde el punto de vista administrativo, con recursos para detenerlos, sabotaje de la Junta de distrito y para evitar que los ciudadanos pudiesen decir donde se ponía la farola. Alguien que reacciona así a una cuestión casi de pasillo, demuestra cual es su forma de gobierno.
¿Es esto consecuencia del círculo vicioso de ataques perennes entre la Junta y el Ayuntamiento toledano?
Eso lo hemos vivido siempre, ahora con Cospeda-Page y antes con Bono-Molina. Tiene que ver también con su concepto de política, de usar los presupuestos y la legislación para sus estrategias electoralistas para su voto. Son capaces de usar a los vecinos de una ciudad al servicio de sus intereses electorales. Estos últimos años hemos visto como Cospedal se ha dedicado a darle bofetadas a Page en la cara de los toledanos. Independiente de la lucha entre ambos, lo que no pueden hacer es cerrar centros de salud, o parar obras a medias como el remonte mecánico o el Hospital de Toledo sólo para que a unos meses de las elecciones comiencen de nuevo las obras y puedan decir que han hecho algo. Pero esto lo han practicado tanto unos como otros.