La Junta buscará “alternativas” si no puede anular el convenio sanitario con Madrid

Todavía no existen las garantías suficientes de que el convenio sanitario de Castilla-La Mancha con Madrid pueda anularse de forma parcial, tal y como quiere el Gobierno castellano-manchego. El portavoz, Nacho Hernando, ha recogido la idea ya adelantada por el consejero de Sanidad de que la parte que se quiere derogar es la referida a la provincia de Toledo, porque en Guadalajara, ha dicho, el convenio se cubre mediante hospitales públicos. “En el caso de que no se pueda anular, se mantendrá hasta dar con una solución paralela y alternativa”, ha resaltado Hernando.

Tras achacar a una “falta de filosofía de la defensa de la sanidad pública” del Gobierno anterior la aprobación de medidas como esta, el Gobierno castellano-manchego se ha comprometido a explicar “uno por uno” a todos los ciudadanos de la provincia de Toledo “de qué forma este convenio es dañino para los intereses de su propia salud”. “No vamos a permitir que la sanidad se convierta en un mercadeo y que financie centros privados deficitarios”, ha añadido, dejando claro que en ningún momento se pondrá en riesgo la asistencia sanitaria de ningún ciudadano.

Además, ha aprovechado para aclarar, como ya hizo el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, que se anularía la parte conveniada con la provincia de Toledo y que “en ningún caso” supondría la ruptura de la parte del convenio que afecta a Guadalajara,  por solo estar incluidos hospitales públicos. “Donde reside la discrepancia es en la parte de Toledo”, detalla, por lo que el objetivo es buscar una anulación “parcial”.

Dicho esto, ha marcado que el orden de prioridades en la atención sanitaria será, primero, hospitales públicos de Castilla-La Mancha; segundo, cualquier otro hospital público, y tercero, ante una necesidad no cubierta, habría que cubrirla con hospitales privados, siempre que fueran de la región. En cuanto al diálogo abierto entre los consejeros de ambas comunidades autónomas, Nacho Hernando ha afirmado que existe “muy buena sintonía” y una “buena línea de diálogo”, y que es “más que probable que se alcance un acuerdo” el año que viene.