Un año dividido en dos partes. Una primera fase “anodina” y otra segunda de “reactivación” del Gobierno de Castilla-La Mancha. De esta forma resume el secretario regional de Podemos, José García Molina, el año ya terminado protagonizado por la ruptura del acuerdo de investidura que la formación morada firmó con el PSOE y por un final de ejercicio en el que ambos partidos parecen haber acercado posturas al menos en lo referido a una futura Ley Integral de Garantías que Podemos va a convertir en su “bandera legislativa” en 2017.
“Cuando pienso en este año, veo dos partes políticas claramente diferenciadas”, explica García Molina a eldiarioclm.es. En la primera de ellas, desde comienzos de año, habla de un “desenganche” de la Junta de Castilla-La Mancha a la hoja de ruta que ambos acordaron en el pacto de investidura y que “comenzó a hacerse más visible en febrero”. En mayo, los retrasos en el cumplimiento de los acuerdos “ya eran muy evidentes” pero las elecciones generales del 20 de junio condicionaron también la política regional.
Así, explica que tras el verano y “una vez despejada la incógnita” de que esos acuerdos no se estaban cumpliendo, en octubre se dio por muerto el pacto PSOE-Podemos, y partir de ahí, se refiere a una “segunda pare más agitada”. “Romper el pacto significó una reactivación del Gobierno a la hora de hacer cosas. Ha trabajado más en estos tres meses que no ha habido acuerdo que durante los nueve que sí lo hubo”, recalca, poniendo como ejemplos la aprobación definitiva de la Ley de Transparencia y la inminente remisión al Consejo de Gobierno del proyecto de Ley de Participación Ciudadana.
Considera García Molina que frente a debates generales y proposiciones no de ley “que se quedan en nada”, se ha abierto un nuevo camino legislativo “más intenso e interesante” y confía en que ese proceso se mantenga durante el año recién estrenado. “Espero que sigamos en esa dinámica”, recalca.
El “principio de acuerdo”
Y en este contexto de trabajo es donde ubica la Ley Integral de Garantías de Castilla-La Mancha que Podemos presentó a mediados de noviembre y que se convertirá en la “bandera legislativa” del partido durante este año. Esta norma está estructurada en tres pilares fundamentales: garantía habitacional, garantía de suministros energéticos y garantía de rentas. Ya ha habido un principio de acuerdo con el PSOE para pactar la aprobación de la misma, pero aún está pendiente la tramitación de los Presupuestos regionales.
“Sabemos que hay que ir poco a poco, porque tiene que ser garantista y nos vamos a tomar muy en serio todo su estudio, porque creemos que es una iniciativa muy novedosa. El Gobierno la ha recibido como muy buena idea, pero hay que trabajarla con bases sólidas para que se cumpla. El gran reto es ir tejiendo los mimbres de realidad, y no solo el articulado de la ley”, argumenta.
Aunque no descarta que el PSOE todavía pueda recurrir al PP para aprobar los Presupuestos castellano-manchegos de 2017, García Molina reconoce que en su momento se dijo que la aprobación de esta Ley era una “condición necesaria” para respaldar las cuentas públicas y que muchas de las iniciativas que se incluyen necesitan hacerse efectivas por la vía de los presupuestos.
“Necesitamos novedades ligadas a la Ley de Garantías”
“Cuando aprobamos el techo de gasto, antes de que hubiera nuevo Gobierno central, el argumento que dimos es que Castilla-La Mancha no se podía quedar parada, y que si luego había que hacer modificaciones, se harían. A partir de ahí, se nos presentaron las líneas generales de los presupuestos, donde había bastantes cuestiones con sensación de continuismo, y lo que ahora necesitamos son novedades que tienen que ver con esa Ley de Garantías”, afirma el líder de Podemos.
De momento, el acuerdo con los socialistas alcanza tan solo a la posible aprobación de esta ley. Sobre los presupuestos, apunta que ha habido “algunas conversaciones informales, pero no negociaciones” porque será cuando “encontremos la fórmula para que esas garantías se puedan materializar”, cuando“ veremos el apoyo”. De hecho, admite que no cree que sea intención de la Junta aprobar los Presupuestos con el PP, pero añade que no tendrá a Podemos para ese respaldo si son unas cuentas “continuistas”. “Si el Gobierno hace un esfuerzo, será fácil llegar a un acuerdo, pero no a uno firmado ante notario, sino a algo que se concrete en la realidad”.
En cuanto a su futuro al frente de Podemos Castilla-La Mancha, García Molina ha confirmado que muchas asambleas autonómicas se celebrarán después de Vistalegre 2. ¿Volverá a presentarse? “Siempre depende de los proyectos, y si el proyecto sigue siendo el que nos trajo aquí, es ilusionante y la gente está contenta, yo encantado. Hay mucha gente con ganas de seguir trabajando y vamos a ver si el debate sigue siendo rico y si la gente apuesta por ello. Si es así, yo me presentaré, pero si no es así, yo no soy de estar por estar”, concluye.