La educación lo es todo y lo es en todos los ámbitos. Aunque sea de forma discreta y poco mediática. A principios de junio, el CEIP Maestra Plácida y el CEIP La Paz de Azuqueca de Henares, en la provincia de Guadalajara, obtuvieron su Bandera Verde. Es decir, pasaron a convertirse en sendas Ecoescuelas. Han sido los dos últimos en lograr este distintivo que otorga en todo el mundo la Foundation for Environnmental Education (FEE), que constituyen 77 ONG y que en España desarrolla la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC).
Estas distinciones coinciden con los 30 años que ya lleva en marcha el Programa Ecoescuelas, que nació en 1992 con el objetivo de introducir y potenciar a nivel internacional la educación ambiental para el desarrollo sostenible, así como la gestión y certificación ambiental en centros de educación de todos los niveles.
Actualmente hay en España un total de 600 centros educativos que tienen esta Bandera Verde y que forman parte de los casi 60.000 que hay en todo el mundo. “El crecimiento no ha cesado desde sus inicios y esperamos que siga siendo así”, comentan desde la ADEAC.
En esta organización tienen claro que la educación ambiental es el primer paso para conseguir la concienciación temprana con el ecologismo, la defensa del medio ambiente y los efectos del cambio climático. Con este fin nació hace tres décadas el Programa Ecoescuelas, en el que los centros educativos deben inscribirse cada año antes de finales de septiembre. Una vez inscritos, reciben el asesoramiento del equipo de trabajo de ADEAC para desarrollar los pasos de la metodología y poner en marcha medidas que mejoren la sostenibilidad de su centro y de su comunidad educativa.
Algunas de las cuestiones sobre las que se centra el programa tienen que ver con el agua, los residuos, la energía, la biodiversidad, la movilidad sostenible, la alimentación y el medio marino, todas para involucrar al alumnado y a la comunidad educativa en su totalidad.
Una vez conseguida, la Bandera Verde es un reconocimiento al esfuerzo realizado, pero también “un impulso para seguir trabajando y una responsabilidad para dar ejemplo y difundir el mensaje de la educación ambiental”. Cuando un centro lleva tres cursos trabajando de forma satisfactoria en el Programa, recibe su primera Bandera Verde, que se renueva, si dicho trabajo continúa, cada tres cursos escolares.
El desarrollo sostenible, “día a día”
“Creemos que este proyecto contribuye a fomentar todos estos valores ya que ofrece el hilo conductor de la metodología que facilita al profesorado y a los equipos directivos integrar el desarrollo sostenible en el día a día de sus centros. Además, el intercambio de experiencias entre todos los centros que pertenecen a la red, supone una fuente de motivación, inspiración y aprendizaje extremadamente valiosa”, detallan desde la asociación.
En todo este tiempo han sido muchos los cambios políticos, económicos y sociales que se han producido con motivo de la adaptación a las estrategias contra el cambio climático y, actualmente, a las acciones de la Agenda 2030. Este programa, por tanto, se adaptando cada curso a las circunstancias, ofreciendo diferentes campañas y proyectos sobre los que los centros pueden trabajar, tanto a nivel nacional como internacional. “El plan de futuro es seguir trabajando para intentar responder a las necesidades de los centros y llegar cada vez más lejos con el mensaje de la sostenibilidad”, explican.
Un ejemplo es la campaña mundial sobre biodiversidad #GenerationRestoration #Gaia2030, que se suma a la Década de Naciones Unidas sobre restauración de ecosistemas. Se centra en un concurso de unidades didácticas que aborden cuestiones como la lucha contra las especies invasivas, la protección de polinizadores, la creación de bosques o zonas verdes y la protección de zonas costeras.
La proyección nacional de las Ecoescuelas también ha llegado a las universidades. Así ha surgido el programa de Green Campus como una adaptación a la educación superior. Pretende ofrecer un marco de trabajo común para las iniciativas de diversa naturaleza que se están llevando a cabo en las universidades españolas, convergente con el resto del sistema educativo, implicando a su entorno y trabajando en red con otros campus a nivel internacional.
El programa funciona ya en otros países (Irlanda, Portugal, Croacia, Dinamarca, Islandia, Letonia, Rusia, Serbia, Malasia, Singapur y Uganda) donde existe una organización, que como ADEAC, es miembro de la FEE, siendo previsible su progresiva generalización en los países de la FEE con Ecoescuelas.