Este blog se dedicará a hablar de uno de los fenómenos más incipientes de la actualidad: el mundo seriéfilo. Recomendará, analizará y traerá curiosidades de series de televisión estadounidenses, británicas, europeas y de otros países del mundo.
Hace unos días finalizó ‘Show Me a Hero’, el último proyecto de David Simon para la HBO después de la exótica ‘Treme’. Él, sin duda, es una especie rara en televisión, ya que sus productos nunca buscan la ‘gran’ audiencia, y así, con sus aciertos y sus errores, sigue siendo el niño mimado de la casa por excelencia de la televisión de pago. ‘The Wire’, la mejor serie de todos los tiempos, ‘The Corner’ y ‘Generation Kill’ son otras de sus ficciones que siguen dando prestigio a la marca HBO; aunque parece que poca gente las ve. De hecho, las audiencias de este último proyecto han sido bastante bajas: unos 440.000 espectadores siguieron el estreno. Aún así, Simon siempre ha dejado claro que sus obras van dirigidas a un 'target' específico y siempre lo recalca con su archiconocida frase: “Que se joda el espectador medio”.
La serie está basada en el libro homónimo de la escritora del ‘New York Times’ Lisa Belkin, que recoge todos los hechos acaecidos en un barrio de clase media de la ciudad de Yonkers, New York, tras la negativa por parte del ayuntamiento y de los vecinos de raza blanca de la construcción de unas viviendas de protección oficial para personas menos favorecidas. Al proyecto se le unió el periodista y guionista William Zorzi que acompañó a Simon en las últimas tres temporadas de ‘The Wire’ y, el director y guionista canadiense Paul Haggis más conocido por ‘Crash’ y ‘Million Dollar Baby’.
Recoge así los hechos reales que sucedieron en Yonkers entre finales de los años 80 y principios de los 90. Esta pequeña ciudad se debate en la dura pugna para no cumplir la orden del juez que les obliga a la construcción de viviendas de protección oficial no segregada. El punto álgido del problema llega con unas elecciones a la vuelta de la esquina, y ahí es donde Nick Wasicsko (Oscar Isaac), un joven demócrata idealista, entra en juego. Tras el desgaste político de seis años de alcaldía de Angelo Martinelli (Jim Belushi) y de prometer más de lo que podría conseguir, Nick se convierte en el alcalde más joven de todo Estados Unidos. La alegría y la satisfacción le dura poco ya que le toca estar en medio del periodo más virulento de la guerra entre el dictamen judicial y sus votantes. Estos le exigen que diga que no al juez Sand (Bob Balaban) a sabiendas que la ciudad caerá en desacato con las consecuentes multas millonarias para Yonkers y sus autoridades locales.
El tema capital del que subyacen otros muchos es la ferviente oposición vecinal a un nuevo plan de viviendas de bajo coste. Aunque este asunto es de suma complejidad, Simon es capaz en breves pinceladas de pintar un fresco que bien se podría extrapolar a cualquier ciudad del mundo -igual que pasa con ‘The Wire’-. Gran parte del problema radica en que los antiguos planes de vivienda han sido -en parte- un auténtico desastre que solo han traído problemas de racismo y segregación social, creando focos de violencia y drogas. Sus obras sobre Baltimore reflejan muy bien las consecuencias del mal enfoque de estos proyectos urbanísticos. En ‘Show Me a Hero’ se intenta implantar un nuevo plan liderado por la figura de Oscar Newman (Peter Riegert), que defiende su tesis: ‘Defensible space theory’. Este sistema intentará triunfar donde otros fallaron, con un modelo de no segregación y de ciertas características nuevas que ayudarán a la integración de ciertos colectivos -negros y latinos- a la sociedad.
Los vecinos serán la piedra de toque, ya que se niegan en rotundo con la excusa de que sus propiedades se devaluarán con la llegadas de esas casas y lo que, según apuntan, traen con ellas: inseguridad, drogas, violencia, crimen. Sin duda, la protestas de estos -mayoría blanca y de clase acomodada- tienen tintes racistas. Realmente, queda reflejado el cinismo de gran parte de las personas. Como bien define el título del siguiente artículo: 'Show Me a Hero: No soy racista... pero no los quiero en mi patio trasero'.
El sistema legal estadounidense difiere del nuestro y quizás en seis episodios se nos escapen ciertos mecanismos burocráticos. Aún así, Simon pone su punto de mira en la vertiente más humana. Mientras nos miramos al ombligo, hay gente que sufre y que busca una oportunidad para encontrar una vida mejor. ‘Show Me a Hero’ nos muestra la vida de cuatro familias en distintas fases, con la clave de que están lideradas o protagonizadas por mujeres. Ellas, con ciertas reticencias y, sabiendo que ellos -la gente blanca- no los quieren allí, ven en las nuevas casas una luz para tener un futuro mejor y huir de la pobreza y la marginalidad. Es la parte más humana de esta miniserie e incluso hay escenas tan íntimas y duras que me recordaron a la gran ‘The Corner’. Porque ves latente ese caldo de cultivo que ya sea por el olvido de las instituciones o por una humanidad obsoleta, están abocados a un camino incierto.
María Dorman, interpretada brillantemente por Catherine Keener, es una jubilada acomodada que trabajará activamente en la oposición a esas viviendas. Uno de los personajes más interesantes de la miniserie ya que irá evolucionando a la misma vez que el proceso de construcción de las viviendas. A través de ella se canalizará la opinión y el sentir vecinal del proceso.
El héroe, en el más sentido clásico, es el joven Nick Wasicsko al que insufla vida el gran Oscar Isaac (‘Inside Llewyn Davis’); y su historia bien podría ser encarnada por un glorioso griego de la antigua Grecia. Se trata de un personaje complejo y rico en matices que se convierte tempranamente en el alcalde más joven de todos los Estados Unidos. Un éxito que hace comprender perfectamente lo difícil que le será digerir su fracaso; y todo, por encontrarse en una cruel y gran encrucijada generada por causas y problemas ajenos. La frase de Francis Scott Fitzgerald de la que se extrae el título lo define muy bien: “Muéstrame un héroe y te escribiré un tragedia”. Su noviazgo con Nay, interpretada por la actriz argentina Carla Quevedo (‘El secreto de sus ojos), es quizás lo peor dibujado de la miniserie, aunque en el cómputo general de la calidad, es inapreciable. Ella aporta ese matiz de ternura al héroe.
Aunque sea en papeles pequeños cada vez queda más claro que muchos actores ven una oportunidad en televisión y, trabajar con David Simon siempre es un extra. A nuestro protagonista se le unen actores tan cinematográficos como Alfred Molina, interpretando a Spallone, un líder político populista y algo estrambótico que será el alter ego de Nick; o Winona Ryder, amiga de Nick y consejera municipal. También encontramos a Jim Belushi que interpretará al todopoderoso alcalde Martinelli. Y es que aunque ‘Show Me a Hero’ está salpicada de pequeños papeles, todos importan, ya que las decisiones de cada uno de ellos tienen la suerte de un efecto mariposa en los demás.
Paul Haggis, David Simon y William Zorzi son el trío perfecto. Los tres han conseguido realizar una miniserie exquisita tanto a nivel de dirección como a nivel de guión. El primero nos guía a través de una narración fragmentada por los momentos claves y más humanos de cada personaje, logrando escenas de gran fuerza visual; y sobre todo en la intimidad del relato es cuando vemos los momentos más intensos y trágicos. Me vuelve, irremediablemente, a la cabeza ‘The Corner’. El segundo y el tercero logran conjugar un texto donde son capaces de diseccionar en solo seis capítulos unos temas tan universales como lo harían con ‘The Wire’ y consiguen hacer apetecible e interesante un tema tan denso y aburrido, siendo para mí la obra más accesible que ha creado Simon.
La banda sonora la componen al completo temas del gran cantante norteamericano Bruce Springsteen. Aunque en un principio parezca un sinsentido de canciones sueltas por la narración, todo lo contrario. El mismo director dice que busca que cada canción defina un personaje o un estado vital del mismo. Pero lo que queda claro es que dentro del discurso narrativo las canciones de Springsteen son una verdadera delicia.
‘Show Me a Hero’ es una obra audiovisual especial y de magna calidad, y aunque más accesible que otras -’The Wire’, ‘The Corner’, ‘Treme’-, no es para todos los públicos. David siempre deja muchos mensajes adscritos en cada una de sus creaciones y esta no es menos: con un cierto optimismo nos dice que este tipo de problemas -suma complejidad- solo se pueden empezar a solucionar si aparcamos nuestras diferencias y, juzgamos a las personas por lo que son: seres humanos.
Hace unos días finalizó ‘Show Me a Hero’, el último proyecto de David Simon para la HBO después de la exótica ‘Treme’. Él, sin duda, es una especie rara en televisión, ya que sus productos nunca buscan la ‘gran’ audiencia, y así, con sus aciertos y sus errores, sigue siendo el niño mimado de la casa por excelencia de la televisión de pago. ‘The Wire’, la mejor serie de todos los tiempos, ‘The Corner’ y ‘Generation Kill’ son otras de sus ficciones que siguen dando prestigio a la marca HBO; aunque parece que poca gente las ve. De hecho, las audiencias de este último proyecto han sido bastante bajas: unos 440.000 espectadores siguieron el estreno. Aún así, Simon siempre ha dejado claro que sus obras van dirigidas a un 'target' específico y siempre lo recalca con su archiconocida frase: “Que se joda el espectador medio”.
La serie está basada en el libro homónimo de la escritora del ‘New York Times’ Lisa Belkin, que recoge todos los hechos acaecidos en un barrio de clase media de la ciudad de Yonkers, New York, tras la negativa por parte del ayuntamiento y de los vecinos de raza blanca de la construcción de unas viviendas de protección oficial para personas menos favorecidas. Al proyecto se le unió el periodista y guionista William Zorzi que acompañó a Simon en las últimas tres temporadas de ‘The Wire’ y, el director y guionista canadiense Paul Haggis más conocido por ‘Crash’ y ‘Million Dollar Baby’.